Nathalie Besse

Fuego soy, apartado y espada puesta lejos de Gioconda Belli: el poemario de la desilusión

Université de Strasbourg, Francia
nbesse@unistra.fr

¿Quién hubiese creído, al leer Línea de fuego (1978), que Gioconda Belli, mujer ardiente y revolucionaria que irrumpe en las letras nicaragüenses durante la década explosiva de los sesenta, escribiría unos treinta años después Fuego soy, apartado y espada puesta lejos? A partir de esta pregunta, la autora estudia este poemario, galardonado con el vigésimo octavo Premio Ciudad de Melilla 2006, que se presenta en la prolongación de Apogeo (1997) y Mi íntima multitud (2003) escritos durante la madurez y por consiguiente menos apasionados que los primeros textos, más matizados. Le sorprende menos la nueva tonalidad de esos poemas de la desilusión donde la poeta se refiere muchas veces a su propia muerte, como a la del amor y de los sueños. Sin embargo, sostiene que, fiel a su fortaleza de carácter, Gioconda Belli procura ser –a falta de permanecer–, procura existir-resistir ante la muerte, y mantener la luz ante la certeza de la oscuridad.

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