Alexandra Ortiz Wallner

 

Representación y nación:

comentarios a dos publicaciones sobre literaturas centroamericanas

 

Universidad de Potsdam, Alemania/Universidad de Costa Rica

alexandraortiz@gmx.net

Obras citadas


Con la aprobación en otoño de 2007 del primer programa de grado en estudios centroamericanos en todo Estados Unidos, la Universidad Estatal de California (Northridge) está respondiendo a un creciente y renovado interés por la región y a una nueva configuración de las relaciones bilaterales entre cierto sector de la academia estadounidense y la academia centroamericana. Especialmente desde los estudios literarios y culturales, pero también desde los estudios históricos, han surgido y se han consolidado en la última década una variedad de propuestas teóricas y metodológicas dedicadas a la revisión crítica de las (pre)concepciones y percepciones de las producciones culturales centroamericanas. Los libros que presento y discuto brevemente a continuación son también una muestra de esta tendencia que sin duda enriquece los estudios y conocimientos sobre las culturas centroamericanas en el siglo XX.

El primer libro a que me referiré es el estudio de Michael Millar Spaces of Representation. The Struggle for Social Justice in Postrar Guatemala (2005). La investigación se basa en un análisis literario, cultural y socio-histórico de determinados modos discursivos que buscan ya sea crear, ya sea apropiarse, de espacios para la representación de la experiencia histórica en Guatemala, específicamente en la Guatemala de la posguerra. Así, la ficción literaria, los documentos históricos, la literatura testimonial y la producción teatral popular conforman un corpus que establece variadas funciones en tanto medios para comprender, cuestionar y transformar una sociedad en crisis. Para ello, Millar limita el corpus a textos producidos en Guatemala tanto durante como después del conflicto armado de 36 años (1960-1996). Los análisis de Millar giran en torno a un conjunto de nociones como las de memoria, verdad, representación histórica y esclarecimiento histórico (“memory, truth, clarification and historical representation” (2005: 2).

El estudio tiende a hacer énfasis en el periodo de pacificación y democratización en Guatemala, que la argumentación de Millar evidencia al acentuar que existe una discrepancia entre el discurso oficial de transformación social y los efectos que tales esfuerzos políticos producen en la vida cotidiana de la mayoría de los guatemaltecos. Es interesante constatar su distancia respecto de una noción, bastante limitada y extendida, de la literatura guatemalteca como una “literatura de resistencia” (ver Harlow 1987), para llamar la atención sobre las formas en que los términos de lucha y resistencia social se han transformado en tiempos más recientes, los tiempos de la llamada posguerra. Para él es relevante el papel que ocupa la producción cultural en los procesos de paz y reconciliación, a la vez que reconoce una continuidad histórica con respecto a los reclamos de justicia y a la creación y apropiación de espacios que permitan representaciones alternativas del pasado y de las experiencias humanas en un país devastado y desarticulado por la experiencia de la guerra. En este sentido, una de las tesis que mejor constituye al trabajo en su conjunto es la siguiente: “[t]he analysis of these literary texts ultimately lays bare the ongoing struggle for control over historical truth which has become a key element of social, political, and cultural discourse in Central America.” (2005: 14)

A lo largo de sus cinco capítulos, Millar conduce al lector por el análisis comparativo de un corpus muy heterogéneo. Inicia con sus lecturas de dos novelas de Arturo Arias –Después de las bombas (1979) y Jaguar en llamas (1989)– para mostrar cómo “[h]istorical compilation, the social construction of memory, empirical verification, and storytelling all function simultaneously in the worlds of Arias´ texts.” (2005: 13). Para Millar Después de las bombas escrita durante el exilio mexicano de Arias constituye “a textual manifestation of the diverse ways in which one can be valuable to the struggle of social justice. His first novel not only portrays the creation of alternative discursive spaces, but rather is itself a manifestation of the important role that alternative visions of history can play in the subversion of official political discourses.” (2005: 28)

Seguidamente el autor pasa a trabajar los dos informes de las comisiones de la verdad publicados en la década de 1990, el de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) y el de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI). Su interés aquí radica en llamar la atención, con una actitud muy crítica, sobre las nociones de verdad que proponen ambos informes y su manipulación por parte del discurso hegemónico y el lugar central que ocupa la idea de “verdad histórica” en los procesos de paz de Guatemala, a lo que debe agregarse la ubicación ambigua que estos instrumentos han llegado a ocupar en la esfera pública tanto en los trabajos de la memoria colectiva como en las políticas de recuperación del pasado histórico (así como en las tendencias que se pronuncian por una superación del mismo, es decir, por su olvido). “ […] CEH and REHMI reports are considered by many as a sign of change in Guatemala, but general social and political trends since their publication do not appear to support those claims.” (2005: 57)

A continuación Millar analiza dos novelas del autor e intelectual indígena Gaspar Pedro González, un defensor del movimiento pan-mayista a la luz de las negociaciones identitarias que sus textos muestran. G. P. González representa para Millar una nueva postura de la participación indígena tanto en su creación de una nación guatemalteca multiétnica, multicultural y multilingüe como en su demanda por un lugar en el diálogo socio-político actual. Para cerrar, Millar se ocupa de una obra de teatro creada y representada por la comunidad de Santa María Tzejá, ubicada en la región de Ixcán. “No hay cosa oculta que no venga a descubrirse, no hay secreto que no llegue a saberse” es una obra de teatro que surge de las experiencias y testimonios de los pobladores después de la guerra y el regreso de los refugiados, la cual se perfila como una “emergent cultural production that no longer understands catharsis and action as mutually exclusive” (2005: 110), convirtiéndose en parte fundamental de un proceso de transformación social colectiva que continúa en tiempos de la posguerra.

Sin duda, la selección del corpus favorece el objetivo de Millar de poner en evidencia algunos de los procesos que abren otros espacios discursivos, como por ejemplo, su firme argumentación de que la producción literaria guatemalteca ha dejado de ser un espacio exclusivo de representación de la burguesía intelectual ladina. Sería interesante agregar a la discusión hasta qué punto el canon literario se ha ampliado o visto fisurado por otras prácticas discursivas. Por otra parte, el estudio comprendería una debate aún más interesante si presentara y discutiera la noción de “justicia social”, la cual no conlleva la misma significación ni las mismas referencias en todo Centroamérica, por ejemplo. Pensemos por en el caso de Costa Rica y su noción de “justicia social” como un atributo del Estado benefactor y la noción de “justicia social” presentada por Millar para el caso de Guatemala, en donde implica un reclamo, una ausencia, una búsqueda inherente a un conflicto armado y a las conflictivas y asimétricas relaciones cultura ladina-cultura indígena.

El trabajo de E. J. Westlake Our Land is Made of Courage and Glory. Nationalist Performance of Nicaragua and Guatemala (2005) estudia comparativamente algunos textos de la producción teatral nicaragüense y guatemalteca del siglo XX. Los ejemplos seleccionados para el estudio se asumen como representaciones nacionalistas, es decir que indaga en las formas en que la nación y la identidad nacional son configuradas, legitimadas y desplegadas por medio de la presentación de ciertas metáforas, las cuales funcionan con el objetivo de construir la nación, la historia nacional y una idea de continuidad nacional. Dicho de otro modo, presenta un interés por comprender las formas en que la nación es representada, lo cual implica la necesidad de comprender las formas en que esta es construida.

Westlake delimita su perspectiva partiendo de que toda ruptura en una historia nacional, como una revolución (y con ello remite tanto a la Revolución guatemalteca como a la Revolución sandinista), provoca un resurgimiento de la producción cultural. La autora enfoca además otro aspecto de una historia compartida por ambos países, y extensiva al resto del Istmo, que es la política de las intervenciones estadounidenses en la región. El libro examina la forma en que las obras teatrales escogidas representan un nacionalismo centroamericano particular que se caracteriza por la articulación de ideas como las de raza, carácter nacional e historia nacional, con el fin de mostrar cómo los textos “reveal the ways national identity is performed, legitimated, and deployed” (2005: 3).
El libro se divide en tres partes: una primera parte sienta las bases teórico-metodológicas e históricas así como una breve introducción a la producción teatral nacional de ambos países con muy poca referencia a los más recientes estudios centroamericanos que se ocupan del tema. Ya en la segunda parte profundiza en la creación de una idea de “pueblo” y de “nación” desde dos figuras importantes de la literatura guatemalteca.
En el capítulo que dedica a Manuel Galich se concentra especialmente en dos metáforas que sirven al propósito que la autora intenta develar: la familia y el mestizaje como ideas de nación. Ambas parecen funcionar de manera casi idéntica en cuanto a la representación de una inclusión nacional. El otro capítulo que trata la cuestión de las metáforas es el dedicado a la producción dramática de Miguel Angel Asturias. Aquí introduce un tema complejo, como lo es la cuestión étnica en Asturias, por medio de la mención a la diferencia que se hace en el texto dramático entre población europea e indígena, sin llegar a profundizar en tal división ni en las consecuencias que esto tiene para su argumento.

La tercera parte trata sobre la continuidad que ciertas obras dramáticas logran establecer con el pasado, así como la creación de una tradición y la reconstrucción de la historia con diversos fines. Aquí las tesis de Westlake cobran más fuerza y evidencian una mayor profundidad en el análisis. Para los casos que presenta en esta parte Westlake sostiene que “nationalist drama presents its audience with a stable and recognizable nation, even at a moment of nacional redefinition, such as a revolution.” (2005: 96).

En la última parte del estudio, la autora recurre, de alguna manera similar en la estructuración al estudio de Millar, al colectivo de mujeres nicaragüenses Ocho de marzo y a sus representaciones teatrales de corte popular, como parte de un trabajo comunitario mucho más amplio. Este cambio en el objeto de estudio intenta demostrar cómo en la actualidad los procesos de “nation building” se han desplazado y manifiestan una crisis en los procesos de representar la nación. Sin embargo, no deja de llamar la atención este giro hacia una manifestación cultural de corte popular y hasta cierto punto situada en los márgenes de la ciudad letrada, cuando a lo largo del trabajo se ha concentrado en presentar las formas en que autores canónicos como por ejemplo Manuel Galich, Miguel Angel Asturias, Pablo Antonio Cuadra y Alan Bolt representan y construyen una idea de nación y un sentido de cultura nacional.

En mi opinión ambos trabajos convergen en una tendencia de los más recientes estudios centroamericanos que defienden una aproximación a las literaturas, y aquí tal vez sea más apropiado hablar de producciones narrativas o discursivas de la región, en constante diálogo con sus contextos históricos y políticos, superando nociones estáticas como las de “literatura nacional”, pero sin excluir de sus discusiones la problematización y necesaria revisión de conceptos como el de nación y representación, precisamente desde las producciones culturales de la región.

© Alexandra Ortiz Wallner


Obras citadas

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Millar, Michael T., 2005: Spaces of Representation. The Struggle for Social Justice in Postwar Guatemala. New York: Peter Lang (Latin America Interdisciplinary Studies Series, 11)

Westlake, E. J., 2005: Our Land is Made of Courage and Glory: Nationalist Performance of Nicaragua and Guatemala. Carbondale: Southern Illinois University Press (Theater in the Americas Series)

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