Recientemente la historiadora salvadoreño-costarricense Patricia Alvarenga Venutolo recibió el Premio Cleto González Viquez 2007 de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica por su libro De Vecinos a ciudadanos

En su discurso de agradecimiento la Dra. Alvarenga dijo que este libro representa un esfuerzo por ofrecer una reflexión acerca de la construcción de la ciudadanía, de las relaciones sociales que históricamente han venido tejiendo diversas comunidades de la sociedad costarricense para llevar adelante sus demandas reivindicativas. Siguiendo a teóricos como Norbert Lechner, se interesa por develar cómo en estos procesos los sujetos de cara a la vida pública se han venido reinventando a sí mismos. El trabajo se enfoca en una dimensión de la construcción ciudadana: las movilizaciones sociales y, además, se centra en un tipo específico de movilizaciones sociales que tuvieron importancia significativa en la segunda mitad del siglo XX: los movimientos comunales, regionales y nacionales alrededor de los servicios públicos. Se trata, por tanto, de un estudio que no tiene pretensiones totalizadoras. En lo que respecta a la relación de las colectividades sociales con los poderes públicos queda un amplio espectro de dimensiones por estudiar.

En esta investigación se analiza ampliamente cómo se construyeron las relaciones entre la izquierda y la ciudadanía, como se fue generando una tradición de movilización social en la que el trabajo meticuloso, casa por casa, de los líderes de base, se encargó de movilizar a los ciudadanos. Importantes luchas en defensa de la calidad y el buen precio del servicio se libraron bajo este liderazgo. Una de las tesis que se sostiene es que la construcción de relaciones patriarcales entre el liderazgo y los ciudadanos limitó el desarrollo de una ciudadanía autónoma con un alto grado de organización que le permitiera ejercer una fiscalización permanente sobre las autoridades públicas.

Este libro también se propone recuperar esos momentos de explosión de la rebeldía ciudadana en los que las multitudes se apropian del espacio público revirtiendo temporalmente, al estilo carnavalesco, las relaciones de poder.

En cada uno de los capítulos además de analizar esa cultura política construida en las dimensiones de la rebeldía social, se explora el tema de la memoria confrontando las narrativas de los informantes con las informaciones de la prensa y otros documentos. Encontramos que las memorias, aun entre el liderazgo, son fragmentarias.

También el libro explora la dimensión de género a través de una organización muy vinculada a la izquierda: la Alianza de Mujeres Costarricenses. Estas mujeres intelectuales de clase media y en su mayoría de izquierda tales como Luisa González, Emilia Prieto y Alicia Albertazzi, se dedicaron desde los años cincuenta a organizar a las mujeres que tímidamente ingresaban al terreno de la vida ciudadana con la obtención del derecho al sufragio en 1949. La finalidad de las mujeres agrupadas en esta organización consistió en aglutinar a las mujeres para que éstas desafiaran los poderes del Estado demandando mejores condiciones de vida para la familia. El concepto de ciudadanía femenina estuvo íntimamente vinculado a la familia. En estas páginas se aprecia la radical diferencia en la construcción de la ciudadanía masculina y femenina, especialmente evidente hasta inicios de los años ochentas pero que en la actualidad no ha dejado de formar parte de nuestro universo simbólico.

El último capítulo refiere a las movilizaciones cívicas en contra del Proyecto de Modernización del ICE conocido como el Combo. En este vemos cambios cualitativos importantes en los nuevos movimientos sociales pero también continuidades. El temor ciudadano de perder todo control sobre servicios que son claves en su calidad de vida, está claramente presente. La ancestral sensación de estafa, que movilizó a las poblaciones desde mediados del siglo XX, se manifiesta ahora en certeza, en la convicción de que existe una clase política con nombres y apellidos que lucra con el dinero de los costarricenses.