Víctor Chavarría
Aproximación a la obra de Franz Galich
Managua, Nicaragua
chavarria_10@hotmail.com
Notas
Para la década de los años cincuenta del siglo pasado aún existía entre los escritores nicaragüenses una falsa imagen de la realidad (segmentada, distorsionada, etc.), faltaba una nueva visión para que se enfrentaran con ella, así como nuevas técnicas y un nuevo lenguaje; a su vez, junto a las tradiciones de los pueblos y la búsqueda incesante de la identidad. Manolo Cuadra fue el primer narrador moderno, sin embargo, tal hecho no cambió el panorama de las letras nacionales, ya que es a partir de la década del sesenta, que la narrativa nicaragüense comienza a tocar la realidad del país con escritores como Juan Aburto, Mario Cajina Vega, Lisandro Chávez Alfaro y Sergio Ramírez. Desde entonces continuaron surgiendo nuevos narradores, caracterizados en darle protagonismo al lenguaje, la experimentación, el mundo de la ciudad, los temas históricos, etc., siendo uno de ellos Franz Galich, joven guatemalteco que vino a Nicaragua en 1980 y murió en este país el 3 de febrero del 2007.
Cuando Franz Galich llega a Nicaragua ya tenía en su haber varias obras de cuentos escritas, aunque no necesariamente publicadas en su momento: La Princesa de Onix y otros relatos, Ficcionario inédito (editada en Guatemala y en Nicaragua) y El ratero y otros relatos. Ya estando en los años ochenta en Nicaragua, escribe, entre 1984 y 1995, En este mundo matraca, novela dedicada a su Amatitlán, pueblo donde nació; en 1995 escribe Huracán Corazón del Cielo (la distancia respecto a su patria y el haber vivido en Nicaragua "lo predestinaron a dar expresión literaria al pasado más reciente de su país"1); Managua salsa city (¡Devórame otra vez!), ganadora de uno de los premios en literatura más importantes y codiciados en el istmo, el Rogelio Sinán; y finalmente, busca darle continuidad a ésta novela y escribe en el 2004 Y te diré quien eres (Mariposa traicionera).
Franz Galich es gran "lengua" de su tribu (como Claude Fell llama a Miguel Angel Asturias en sus Estudios de literatura hispanoamericana contemporánea, traducción de Luis Enrique Delano Díaz, México, D. F., 1976), pues su destreza en el manejo del lenguaje, la incorporación de la copla popular anónima, el dicho o el refrán, los cuentos de mentirosos, los personajes del pueblo, etc., lo confirman. En este sentido, entre sus recursos para enfrentar la realidad se pueden mencionar la oralidad, lo mágico, el mito y la leyenda, los cuales a veces se mezclan en su obra para tal fin. Ejemplo de esto son los gemelos que se derivan del Popol Vuh en su novela Huracán Corazón del Cielo; el nombre de la novela En este mundo matraca, proveniente de la oralidad (En este mundo matraca/nadie de cagar se escapa/caga el buey, caga la vaca/ y hasta la mujer más guapa/echa su librita de c…); el nombre de la novela Y te diré quien eres… (Dime con quien andas y te diré quien eres); y, entre muchos ejemplos más, los apodos de los personajes de la novela Managua salsa city...
Otro recurso es la música, aparte de que fue un gran amante de ella, la supo apreciar en todos los niveles y creyó que es el alma de los pueblos. La música salsa tiene que ver con la novela Managua salsa city… las canciones del grupo musical Maná tiene que ver con Y te diré quien eres…; La Inconclusa de Schubert tiene que ver con Huracán Corazón del Cielo: "para calmar mi inquietud decidí oír un poco de música. Alguien relajante: Schubert: La Inconclusa: me abandoné a las notas tristes. La queja de las cuerdas me causaba sentimientos controversiales. Pensaba en el genio alemán. ¡Lástima que hayan sido capaces de llegar a lo que llegaron! De entre las notas de los violines schubertianos, vi surgir a Huracán"2, además, con la marimba: "el silencio pobló la plaza, parecía desierta. El murmullo de miles de voces se fue filtrando entre las piedras milenarias. Lo que comenzó en silencio, fue creciendo hasta convertirse en una ensordecedora sinfonía verbal que se fue mezclando con las notas de las marimbas"3; en Ficcionario inédito no puede ser más elocuente el nombre de uno de los cuentos: Una anécdota beethoveniana; y en La Princesa de Onix y otros relatos, precisamente el personaje del cuento que le da nombre a la obra, es músico.
Tampoco estuvo alejado del cine, pues en Managua salsa city…: "al pasar frente al Colonial ambos vieron en silencio que exhibían la película "Anal Love", que por supuesto entendieron perfectamente bien sin entender ni hablar inglés"4; En este mundo matraca hay un capítulo que se llama: De cómo, cuándo y por qué se quemó el cine Florencia y casi se mueren achicharrados los más famosos personajes de la cinematografía mundial, incluyendo a los actores de Amatikino (y sus mujeres); en La Princesa de Onix y otros relatos: "vi cuando exhibían Cuando las Colegialas Pecan, sentí como un nudo en la garganta, me quité la corbata y tuve el impulso a ir a ver más de cerca"5. Quizás, sin embargo, lo más importante es que el cine también se traduce en la forma de narrar. Las últimas obras de Franz Galich (Managua salsa city…, Y te diré quien eres…, Perrozompopo, Tikal Futura, así como las inconclusas) no pudieron haber nacido sin el cine, y así como no desaprovechaba el cine, tampoco la fotografía, prueba de esto es que en El ratero y otros relatos el mundo creado por el escritor comienza con la llegada del fotógrafo más viejo del mundo a un pueblo, dándole a conocer a la gente sus rostros a través de la fotografía.
Su enfrentamiento con la realidad estuvo ligado a todos estos recursos, así como con el teatro, las artes plásticas, la caricatura, las tiras cómicas y otros más. Sin estos recursos no hubiera podido hablar de la realidad de su Amatitlán, de su realidad como hombre y como escritor, de la realidad de la vida cotidiana, de la realidad de los explotados y oprimidos, de la realidad histórica de nuestros países, de la realidad en los tiempos de la postmodernidad, de la realidad de la metrópoli y de la periferia, de la realidad del subalterno letrado, de la realidad de los atrapados en el bajo mundo, etc. Pero también sus obras son producto de la imaginación, de la memoria y del conocimiento perfecto de los procedimientos literarios, por ejemplo, no desaprovecha los de la novela policial o el thriller con el claro propósito de encontrar las redes ocultas que en la sociedad sumida en la violencia han extendido los dueños del poder; y, sobre todo, sus obras son producto del humor.
Franz Galich es un heredero del humor no sólo del que proviene de sus familiares, los cuales aparecen sutilmente actuando como héroes En este mundo matraca, y, a su vez, él mismo en el papel del escritor Cide Tomat Tomatío: "En este mundo matraca: escrita por el insigne escritor Cide Tomat Tomatío, pariente lejano de los héroes, a petición de ellos mismos para entretención de todos sus coterráneos que también son sus parientes lejanos en la honradez y casi hermanos en el difícil y extraordinario arte de la mentira"6. No es casual, por tanto, que haya aprendido el sentido del humor junto a ellos, y que le permita reírse hasta de él mismo. A esta herencia que corría en su sangre comienza a agregársele el humor nicaragüense una vez que se establece en Nicaragua, cuya raíz se remonta desde el Güegüense, los corridos con sus temas patrióticos, los romances con sus temas de amor y de muerte, las adivinanzas con sus juegos de palabras, los cuentos de Tío Coyote y Tío Conejo y del Movimiento de Vanguardia, quien se propuso humorizar a Rubén Darío, pero que sólo dejó el poema chinfónico, construido a partir de una serie de rimas en cadena, y cuyo punto de partida fue la retahíla popular.7
La humorización de Rubén Darío quien la cumple es Ge Erre Ene, del que el alemán Günter Schmigalle es un gran estudioso de su obra, si nos remitimos al estudio que realizó en Dichoso el asno que es apenas sensitivo. En esta tarea, si Ge Erre Ene logra sustituir los símbolos del poeta por otros más populares para acercarlo al pueblo, la tarea de Franz Galich consiste en tratar de rescatar a este pueblo sumido en el fondo del barril por las políticas neoliberales al ponerlo como personaje de sus obras y darle a su lenguaje carta de ciudadanía. La tarea de Franz Galich es consecuente con la de Ge Erre Ene, si se observan bien las cosas, pues, ¿de qué serviría la tarea de acercar a Rubén Darío al pueblo si este pueblo se pierde en el olvido y la miseria? La tarea de Ge Erre Ene pudo haber obedecido, aunque él no figure como miembro del Movimiento de Vanguardia, a otra forma del traspaso del Modernismo en poesía por parte de este movimiento, algo que también se operó en la prosa: "la leve línea del modernismo en prosa" fue traspasada por el realismo costumbrista para desembocar en el regionalismo y por el naturalismo para desembocar en la narrativa social, dos tendencias que llegan a convertirse durante los primeros años del siglo XX en las más importantes de Latinoamérica.8 En este sentido, frente a la tarea de Ge Erre Ene la tarea de Franz Galich tiene que ver, entre otras cosas, con la de haber abierto nuevas perspectivas y caminos en el panorama de la literatura nicaragüense y centroamericana.
Uno de estos nuevos caminos es la humorización, vaso comunicante entre los pueblos del continente americano, a partir de lo que ha venido sucediendo en la producción literaria, cuya tendencia en un principio fue hacia lo serio y lo solemne, sin que la existencia de algunos autores de la sátira y la picaresca en la época colonial hiciera posible que la comedia como eje narrativo apareciera para entonces.9 Tal eje llega de forma tardía hasta con escritores como Macedonio Fernández, Julio Cortázar, los integrantes del boom y otros. De aquí en adelante, la comedia como eje narrativo en Latinoamérica ha adquirido plena vigencia literaria y se sigue proyectando en novelas como las de Franz Galich, género en el que pareciera ser donde más despliega el humor y su talento de narrador.
Es un humor donde sobresale el de la gente común y corriente, de la gente de abajo, en la vida cotidiana, lleno de picardía y astucia, festivo y alegre, no lejos del que nos habla Bajtin al abordar la cultura popular opuesta a la oficial, cuyo carnaval, segunda vida del pueblo, se basaba en el principio de la risa, con bufones y payasos, lenguaje propio (groserías, obscenidades, blasfemias, etc.), de mucha influencia en Rabelais, llamado por Víctor Hugo, el poeta de la "carne" y del "vientre",10 y mencionado por Franz Galich en su novela En este mundo matraca, en la cual si buscamos una huella con la obra de éste gran autor encontraremos, entre otras cosas, lo hiperbólico de las mentiras. Tal rasgo quizás también sea parte de la identidad de los pueblos centroamericanos, esto habría que investigarlo bien, al igual con lo que ya se está haciendo al pretenderla encontrar entre el Güegüense y el nicaragüense.
Es el humor que simpatiza con el que históricamente entró a la literatura renacentista no sólo con Rabelais, sino con Bocaccio, Cervantes y Shakespeare, con el que, más o menos ya por el siglo XVII, había perdido su carácter festivo y carnavalesco, lo mismo que el carácter grotesco de las celebraciones a través de las máscaras, un humor rechazado en el XVIII por Voltaire al despreciar la obra de Rabelais, un humor que entró al siglo XIX cuando surgen cambios que se reflejan en palabras de Bajtin:
"En la teoría renacentista de la risa (y en las fuentes antiguas), lo característico es precisamente el reconocer a la risa una significación positiva, regeneradora, creadora, lo que la separa de las teorías y filosofía de la risa posteriores, incluso la teoría de Bergson, que acentúan preferentemente sus funciones denigrantes."11
Este humor en la obra de Franz Galich tampoco está ajeno al posterior desenvolvimiento del humor en el tiempo, el que, sin embargo, ya existía desde la Antigüedad en la literatura mundial:
"En la literatura mundial del pasado, hay mucha más risa e ironía (forma restringida de la risa) de lo que somos capaces de percibir. La literatura (en la que incluimos la retórica) de ciertas épocas (helenismo, Edad Media) está prácticamente saturada con las diversas formas de risa restringida, algunas de las cuales ya casi no son comprendidas. Hemos perdido el sentido de la parodia. Creo que deberíamos releer y volver a escuchar con nuevos oídos muchas de las obras de la literatura mundial del pasado. Pero para esto es preciso ante todo comprender la naturaleza particular de la risa popular, su valor como cosmovisión, su universalismo, su ambivalencia y su relación con la época, etc., es decir los elementos que la risa ha perdido en nuestra época."12
Es por eso que también en sus novelas hay formas restringidas de la risa: la mueca, el chiste, la irrisión, el doble sentido, la burla, la gestualidad, el lenguaje, el tono de la voz, el apodo, etc. Estas formas de la risa, según Henri Bergson en La risa, tienden a ser denigrantes, es propia del ser humano y no es compatible con la emoción y la sensibilidad, posee un carácter social. Esta incompatibilidad tal vez no sea total en Franz Galich; pues el lector ante la tragedia que surge de repente siente o no deja de conmoverse por el personaje que lo hace reír (final de Managua salsa city… y final de Y te diré quien eres…, por ejemplo). Las diversas situaciones en sus novelas pueden dar o no risa en el contexto en que ocurren. Además, en cada una de las situaciones que se presentan es probable también que no sea necesariamente la risa la que aparezca sino la sonrisa, la cual para William McDougall es la expresión de placer.13
Actualmente en América Latina existe una actitud general de la gente ante las distintas situaciones que se presentan en la vida, la que tiene que ver con la manera de enfrentarlas. Alrededor de esta actitud general latinoamericana, específicamente sobre la ironía, Pérez Yglesias hace ver, por ejemplo, lo siguiente:
"Como todos los pueblos explotados y dependientes, el latinoamericano hace de la ironía una práctica cotidiana, el diario vivir: en el chisme callejero, en el chiste político o picante, en las manifestaciones folclóricas (rituales, carnavalescas…) en las representaciones teatrales, las canciones o poesías populares, a través de los diferentes medios de comunicación de masas, o de las prácticas artísticas individuales y colectivas, de los escritos o las manifestaciones pictóricas, el sentido va más allá del sentido: No se puede escribir en este momento en América Latina un libro que no sea de cierta manera irónico. Esto se encuentra en la manera misma de hablar en América Latina: no hay un lugar donde no se hable con ironía. La ironía es la reacción natural y primera de las gentes de la calle."14
En este sentido, el intertexto de las formas específicas de manifestarse la risa o la sonrisa en la obra de Franz Galich es, pues, la voz del pueblo, la cual requiere de la participación del lector, a fin de darle significado al discurso de los personajes y descubrir sus interacciones con la realidad; en esta medida se estará contribuyendo con el proceso de descolonización no sólo de Centroamérica sino de toda América Latina.
© Víctor Chavarría
Notas
Arriba
vuelve 1. El Angel Pobre: Revista de teoría, crítica y creación, Octubre-Noviembre-Diciembre, 1995, Nº3.
vuelve 2. Galich, Franz, 1995: Huracán Corazón del cielo, Managua: Signo Editores, 65.
vuelve 3. Idem, 160.
vuelve 4. Galich, Franz, 2000: Managua, salsa city (¡Devórame otra vez!), Panamá: Editora Géminis, Universidad Tecnológica de Panamá, 28.
vuelve 5. Galich, Franz, 1989: La Princesa de Onix y otros relatos, Guatemala: Editorial Impacto, 76.
vuelve 6. Galich, Franz, 2005: En este mundo matraca, Guatemala: ADESCA, 9.
vuelve 7. Uriarte, Iván, 2000: La poesía de Ernesto Cardenal en el proceso social centroamericano, Managua: Centro Nicaragüense de Escritores, 63.
vuelve 8. Ramírez, Sergio, 1969/1970: "Introducción a la narrativa centroamericana", San José: EDUCA
vuelve 9. Fuentes, Carlos, 2002: "Sergio Ramírez y la comedia narrativa", Suplemento La Prensa Literaria, sábado 02-02-2002.
vuelve 10. Bajtin, Mijail, 1974: La cultura popular en la Edad Media y Renacimiento, Barcelona: Barral Editores, 14.
vuelve 11. Idem, 69-70.
vuelve 12. Idem, 123.
vuelve 13. Piddington, Ralph, 1969: Psicología de la risa: un estudio sobre adaptación social, Buenos Aires: Editorial La Pléyada, 180.
vuelve 14. Pérez Yglesias, María de los Angeles, "Ironía, dependencia y humor en la producción significante latinoamericana", s/f., material fotocopiado.
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