Ricardo Roque Baldovinos

 

Presentación: Centroamérica y los relatos de viaje

 

Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador

roque@comper.uca.edu.sv

Obras citadas


El tema del presente dossier de Istmo es un intento de comprender las poéticas de la geocultura desde Centroamérica. En otra palabras, la forma en que los discursos contribuyen a la formación de identidades en la constitución del sistema-mundo moderno-colonial. En este proceso, los relatos de viaje han jugado un papel estratégico y han sido soporte de un mundo, en lenguaje de ciertos críticos poscoloniales, colonial y eurocentrado. Quizá el trabajo pionero en explicar la mecánica básica de este dispositivo discursivo ha sido Orientalismo, de Edward Said, (2003). El viajero, el experto sobre el Oriente construye un conocimiento sobre el otro que nos dice más sobre él mismo, por ser la medida del sujeto que se quiere afirmar en su lugar de superioridad epistemológica y política. Enrique Dussel nos recuerda que la primera identidad moderna no es Europa, sino América, el otro a partir de la cual se afirma y consolida la “superioridad” europea (1994). A la luz de estas ideas cobra pleno sentido la intuición de Edmundo O’Gorman de que América no fue descubierta, sino inventada (1957).

Se suele asumir que quienes expresan literariamente sus experiencias de viaje son sujetos letrados y metropolitanos. Para contrarrestar esta suposición, no hemos querido dejar fuera de la presente selección trabajos que nos iluminen las realidades de la movilidad y traslocación desde otras miradas, aun cuando esto implique distanciarnos de una definición canónica de “relato de viaje”. El presente dossier pretende pues incluir lo que Walter Mignolo (2005) denomina la diferencia colonial, es decir la construcción de identidades desde la periferia, sean estas hegemónicas o subalternas, expresiones tanto de los sujetos letrados centroamericanos como de aquellos que ocupan otros medios y canales para expresar sus experiencias. En el proceso de “colocar a centroamérica en el mundo”, para usar la expresión del título del ensayo de Christina Schramm en este volumen, no es unilateral. Implica una multidimensional que nunca es horizontal ni mucho menos simétrica.

De entrada, debemos explicar una primera gran exclusión. Los ensayos de este dossier se dedican a explorar las experiencias de viajes, a partir del siglo XIX, dejando por fuera el importante acervo de crónicas y testimonios de viaje del período colonial. Esto ha sido, debemos aclararlo, por razones más bien de contingencia. Nuestros intereses de investigaciones nos circunscribieron a los últimos doscientos años. No por ello, hemos de ignorar la importancia de la conquista y la colonia, en la configuración de las identidades modernas y la cantidad de representaciones literarias y de otros tipo sobre los mismos. No queda sino esperar que en un futuro otras iniciativas editoriales corrijan esta deficiencia.

Hecha esta aclaración, hemos de advertir también que la mayor parte de trabajos de este dossier exploran los relatos metropolitanos. Esta preponderancia se explica por dos razones. La primera es el mayor volumen del corpus de literatura de viajes producida desde los centros occidentales de cultura. La segunda es la mayor atención que estos relatos, dado su poder de difusión e impacto, han recibido de varias disciplinas del saber, principalmente por parte de la historia y los estudios literarios. Las distintas contribuciones sobre relatos metropolitanos nos muestran que estos, de manera sistemática, nos construyen una Centroamérica a la medida de las voluntades de saber y de poder de las metrópolis. Mas este gesto es complejo y paradójico, como la relación colonial misma.

El artículo de Ileana Rodríguez, “Constitución de archivos naturales y culturales: sensibilidades científicas e ideológicas”, comenta el relato de viajes del francés Arthur Morelet y a través de ello explica la dinámica de producción de sentido de los viajeros metropolitanos, en sus entrecruces de naturalismo, etnografía y comentario social y sus ambivalencias entre la exaltación estética del paisaje o las ruinas de las antiguas civilizaciones amerindias y la execración de la fealdad y lo grotesco de la miseria. En esta dinámica se construye el otro “americano” a la medida de un “ser europeo” que busca construir y exaltar su superioridad ético-espistemológica y la legitimidad de su dominio sobre los pueblos “atrasados”.

Christina Schramm en su ensayo “Colocando América en el mundo: el caso de Wilhelm Marr” nos ofrece un estudio del relato de viajes de un exiliado alemán, vinculado a los movimientos revolucionarios de la primera mitad del siglo XIX, el cual a la hora de narrar sus experiencias de viaje por Costa Rica, reproduce discursivamente el proyecto civilizador eurocéntrico. A través del concepto de imagotipo, Schramm demuestra que los tópicos de la grandiosidad de la naturaleza y la inferioridad de los nativos frente a los europeos están imbricados mutuamente en Marr.

Miguel Antonio Barahona comenta en su trabajo “Analogía y subjetividad, en Exploraciones y aventuras en Honduras de Wells” el relato de viajes del norteamericano Willliam Vincent Wells quien hiciera un recorrido por territorio hondureño hacia 1854. Dicho relato supone un código de lectura híbrido donde se relaciona estrechamente la sociedad de donde proviene el viajero con la que se visita. De esta manera, el autor textual se va transformando a lo largo del texto de un mero observador distante a un autoinvestido agente de cambio social, que pretende modificar las formas de vida del país visitado para refundarlo a través de la promoción de la migración norteamericana.

“Representaciones de Centroamérica en la Francia de la Belle Époque, Guatemala y Costa Rica” de Ronald Soto Quirós nos ofrece una amplia y bien documentada panorámica de las representaciones producidas por viajeros franceses a Centroamérica de la llamada Belle Époque, es decir el período que abarca desde las últimas décadas del siglo XIX hasta el comienzo de la Gran Guerra en 1914. En este trabajo, se ve percibe claramente la compleja imbricación de intereses (sociales y personales) y la enunciación de saberes sobre el otro geográfico y cultural, en este caso Centroamérica. Las representaciones de centroamérica, en especial sobre las estructuras y dinámicas étnicas, están marcadas no sólo por las premisas racistas de los saberes científicos de la época, sino por las ambiciones de una Francia, conciente de su declive como potencia imperial, por disputarle algún espacio de hegemonía a los Estados Unidos en la “América Latina”.

A partir del ensayo del periodista Scott Anderson “As long as we were together, nothing bad could happen to us”, sobre sus experiencias de viaje como adolescente en La Ceiba, Honduras, Uriel Quesada desentraña el significado del viaje en el mundo anglosajón más reciente en “Para tener una revelación vení a los peores lugares”. Para Paul Theroux, célebre escritor norteamericano y antólogo del volumen donde aparece el trabajo de Anderson, todo viaje por tierras extrañas y lejanas de “un viaje de descubrimiento que es frecuentemente riesgoso, a veces sombrío, y con frecuencia horror puro aunque con un final feliz: ir hasta el infierno y regresar”. Centroamérica viene a servir en este imaginario como símbolo del infierno, de esos “peores lugares del mundo”, de donde el suejto metropolitano habrá de regresar energizado para cimentar su identidad y refundar un proyecto de destino.

Con los últimos tres artículos, hemos tratado de hacer un contrapeso a la predominancia metropolitana en las representaciones de Centroamérica y en las investigaciones sobre las mismas. Es importante recordar que existe también un cuerpo considerable de relatos de viajeros centroamericanos, que recogen sus experiencias de viaje por Europa, los Estados Unidos, la propia Centroamerica y, en algunos casos, ámbitos geográficos distantes, como el mundo musulmán o el lejano oriente. Para citar un caso concreto, debemos recordar que los escritores llamados “modernistas”, fueron grandes viajeros y plasmaron sus experiencias en numerosas crónicas. Son numerosas las entradas de Rubén Darío, Enrique Gómez Carrillo o Arturo Ambrogi, para mencionar algunos nombres, dedicadas a crónicas de viajes. De hecho, Gómez Carrillo obtuvo un éxito editorial considerable publicando varios libros sobre sus impresiones de viaje por Europa Oriental, el Maghreb, el Levante y el Japón.

Mi trabajo “Japonerías: Gómez Carrillo, Ambrogi y la estética de la mercancía” retoma pues, ese otro género discursivo cultivado con gran suceso por las élites letradas latinoamericanas a finales del siglo XIX: la crónica de viaje. Es también un intento de explicar la lógica del viaje en la estética “modernista” en la construcción de identidades y autoridades culturales desde la periferia del sistema mundo moderno-colonial. A través de la lectura de los escritos dedicados al Japón de Ambrogi y Gómez Carrillo, desentraño el significado cultural que el Japón tiene entre los intelectuales centroamericanos como emblema del exotismo y como síntoma de las ansiedades modernas sobre la creciente mercantilización del mundo social y cultural.

“La Centroamérica de Amparo Casamalhuapa” es el aporte de Patricia Fallas. Nos presenta un caso excepcional, por cuanto en sociedades patriarcales, como la autora anota, los relatos de viajeras son infrecuentes. Viajar es “cosa de hombres” y el sentido de aventura asociado al viaje remite a la construcción de la masculinidad. Casamalhuapa en su novela autobiográfica El angosto sendero (1971), recrea ficcionalmente sus experiencias de viaje por una Centroamérica subyugada por las dictaduras militares. La novela se construye como un dispositivo literario que permite una crítica no sólo a las dictaduras y el militarismo sino al conservadurismo patriarcal que está siendo socavado por la actitud rebelde de mujeres como la protagonista Rosausa, que viene a ser un alter ego de la propia Casamalhuapa.

Si viajar es “cosa de hombres”, tampoco los pobres viajan. Ellos emigran. Esta afirmación no sería tan escandalosa, si no llevara implícito que los sujetos subalternos que viven de manera tan dramática su transitar por el mundo carecen de la capacidad de expresar y hacer sentido de sus experiencias y, con ello, de afectar los modos de vivir el espacio y el tiempo en esta contemporaneidad globalizada. Eso nos recuerda el último ensayo de este dossier, “Crónica de frontera: la música popular y la construcción de la identidad salvadoreña migrante”, la contribución de Amparo Marroquín y Roxana Martel. Aquí se explora la narración de las experiencias de la dislocación e hibridación en las letras de canciones de dos géneros musicales de gran difusión popular: el corrido y el hip-hop. La poesía y la música de estos géneros populares se anclan en vivencias cotidianas y las transfiguran en nuevas emotividades que permiten a sus consumidores colocarse en el mundo que les ha tocado vivir. Este último artículo proveniente del novedoso campo de los estudios de comunicación y cultura, nos recuerda que si por algo es relevante hablar hoy día de viajeros y relatos de viaje es por ese referente actual y viviente de millones de centroamericanos que se desplazan por el globo buscando una vida con mayor dignidad y esperanza.

Para concluir este dossier, Aldo Lauria Santiago y Jordana Dym proporcionan una extensa bibliografía de relatos de viajes en varios idiomas y en formato de libros o artículos. Esta valiosa información no sólo constituye una invaluable herramienta para futuros trabajo, también nos da una idea del abrumador peso que tienen los centros metropolitanos en la producción y distribución de estos relatos en el mercado editorial mundial y de qué forma el género de relato de viajes está indisolublemente ligado a las grandes empresas imperiales.

Antiguo Cuscatlán, febrero, 2007

 

© Ricardo Roque Baldovinos


Obras citadas

Arriba

Dussel, Enrique, 2004: 1492. El encubrimiento del Otro. Hacia el origen del "mito de la Modernidad", (Conferencias de Frankfurt, Octubre 1991), La Paz: Plural Editores .

Mignolo, Walter, 2005: “La colonialidad a lo largo y a lo ancho: el hemisferio occidental en el horizonte colonial de la modernidad”, en: Lander, Edgardo (compilador), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, Buenos Aires: Clacso

O’Gorman, Edmundo, 1957: La invención de América, México: Fondo de Cultura Económica

Said, Edward, 2003: Orientalismo, Barcelona: Crític.

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