Ligia Bolaños Varela

 

Escrituras fundacionales y procesos de desterritorialización en la colonia centroamericana

 

Universidad de Costa Rica

lbolanos@le.ucr.ac.cr


"Otra gran problemática que no se ha estudiado es la
superposición de las diversas territorialidades que
cubren el territorio de lo que fue el reino de Guatemala,
y creo que en el resto de América hispánica, las
territorialidades son como un edificio de varios pisos:
hay una territorialidad prehispánica que conocemos
muy poco, a la que se superpusieron dos territorialidades
coloniales, la eclesiástica y la secular, sin que estas coincidieran
necesariamente, y que fueron creando tensiones políticas,
económicas y sociales muy grandes a  lo largo del tiempo.
Sobre estas dos se implantó una territorialidad
republicana que se fue alterando a lo largo del s.xix
y que, en el curso centroamericana, particularmente
del guatemalteco, no ha dejado de alterarse".

 Arturo Taracena

"Durante el período colonial tenemos al menos tres tipos de
construcción territorial: la de las culturas nativo-indígenas,
la de los conquistadores y colonizadores y, finalmente,
la de los nativos criollos. Es suficiente para mi argumento
un ejemplo de cada uno de los tipos, aunque es posible
encontrar casos fronterizos que complican la tipología.

 Walter Mignolo.

"Al vivir en la yuxtaposición de imágenes reales y virtuales,
al abolir las distancias y al difuminar un aquí y un allá en la simultaneidad,
el punto de vista privilegiado, el lugar de presencia fundador de tantos horizontes
y símbolos de la existencia, pierde parte de su natural intensidad y se diluye
en el caleidoscopio del espacio y del tiempo. Por otro lado –¡lo que es un verdadero contrario!–
el espacio
 que estalla en la fragmentación provoca repliegues de la conciencia que
llevan a la construcción de refugios en el interior de espacios protegidos con barreras y fronteras.".

 Fernando Aínsa.

"La memoria del pasado,
la espera del futuro y la atención al presente
ordenan la mayor parte de los grandes ritos africanos, que
se presentan así como dispositivos destinados fundamentalmente
a pensar y a administrar el tiempo. Si intentamos distinguir
estos ritos, algo que creo posible, según tengan por objetivo primordial
el pasado, el presente o el futuro, no nos sorprenderá detectar pese a
todo zonas de  superposición ( y por lo tanto de ambivalencia y ambigüedad):
ninguna dimensión del tiempo puede pensarse haciendo abstracción
de las demás, y el rito es muy ilustrativo de la tensión entre la memoria
y la espera que caracteriza el presente, por cuanto organiza el paso
de un antes a un después del que es intermediario y a la vez referencia."

 Marc Augé

0.1

Desde la colonialidad temprana, en Centroamérica, y como extensión en América Latina, a partir de los primeros contactos españoles la representación del territorio americano constituye uno de los dispositivos narrativos de mayor importancia, inclusive en  la producción literaria contemporánea.

Apuntaladas en los epígrafes anteriores, las dimensiones de esta representación alcanzan a mostrar no sólo su importancia, sino también la complejidad de su entramado y la posibilidad de rastrear, desde ahí, multiplicidad de sentidos, lugares de debate y dinámicas de imaginarios sociales.

La construcción de una espacialidad territorial - físicamente identificada como región(es) o área(s) cultural(es) -, y que corresponde a las distintas concepciones de la entidad plural y fragmentada  considerada hoy día como Centroamérica, se plantea como configuraciones imaginarias no idénticas, es más no correspondientes, en una superposición que evidencia las huellas de una conflictividad cultural aún no resuelta. Pareciéramos afirmar de esta manera la existencia no de una, sino de varias Centroaméricas. Esta superposición se dimensiona en la factualidad de las jurisdicciones y las áreas culturales, pero también en aquella textualización que recupera mediante un esfuerzo de simbolización, lugares de referencia,  espacios de pertenencia y apropiación, conflictividades en procesos y fundación de comunidades "imaginadas".

Una aproximación a la constitución regional, de la misma manera  que al enfrentar los procesos constitutivos de la temporalidad colonial, se presenta como un ámbito de investigación en donde entran a participar diversas variables; entre ellas la representación que se hace del espacio y la importancia que dicha apropiación posee para los distintos actores,  las relaciones mismas que se posean con la naturaleza, las formas de explotación y las diversas textualidades en donde la noción de territorio, los lazos de pertenencia, se construyen como lugares de enunciación y producción discursiva.

No en vano es gracias a las crecientes necesidades de información y registro de la Tierras recién exploradas  que la abundancia escritural se convierte en uno de los aspectos característicos del momento. Abundancia escritural que da cuenta de los diversos órdenes en que va organizándose el conocimiento recién adquirido, los imperativos de gobierno y los requerimientos para aprehender el mundus novus, la nova ecclesia.

Si  la producción colombina, estudiada como un corpus en ella misma representa una de las más significativas muestras de lo que Beatriz Pastor denominó el discurso de la conquista, en su modalidad mitificadora, y su escritura constituye uno de las narrativas fundamentales para aproximarse a las primeras representaciones del territorio americano, convirtiéndose así en textos paradigmáticos en los estudios sobre la literatura-escritura en América Latina, nos interesa retomar  la precisión que realiza  Noé Jitrik cuando destaca, dentro de las condiciones de producción del texto, su lugar de enunciación. "A partir de estos inicios se puede establecer alguna vinculación entre el descubrimiento y la escritura puesto que ambos órdenes tienen en común un lugar físico al que designaremos, retomando el término inicial "lugar de producción", en el que, además de darse esos órdenes se entretejen: el descubrimiento y, recíprocamente "descubrir" hace "escribir o corona el sentido que tenía hacerlo desde antes".

La escritura colombina, como primera operación, asimila tierras ya conocidas (tomar en consideración los argumentos fundamentales que sobre el llamado occidentalismo ha desarrollado Walter Mignolo) y  en segundo término, toma posesión de una tierra de nadie. Se inicia, pues, a partir de esta segunda operación de apropiación una de las más agudas polémicas en torno a la propiedad de hombres y territorios que va a poner límites y proponer justificaciones a una de las más gigantescas empresas imperiales.

Para Rivera Pagán "La toma de posesión se realizaba porque las Indias se consideraban res nullis y Colón las gana e incorpora non per bellum, sino per adqusitionem, tomando posesión en nombre de los Reyes Católicos para que ningún otro pueblo cristiano se aposentara en ellas, puesto que vacabant domini universal jurisdictio non posessen paganis y por esta razón el que tomase posesión de ellas sería su señor. Debe, sin embargo, aclararse que si los paganos de las tierras res nullis (pertenecientes a nadie) estaban dispuestos a cuestionar la toma de posesión per adquisitionemen ( por medio jurídicos), Colón y los castellanos no tendrían, como no lo tuvieron, ningún escrúpulo en ratificarla per bellum (militarmente)".

Y Juan López de Palacios redacta El requerimiento, uno de los más inéditos instrumentos de apropiación puesto en práctica por primera vez en la expedición de Pedrarias Dávila.

Si el estudio de las prácticas literarias se ha visto enriquecido por nuevas perspectivas y abordajes, la constitución de un nuevo corpus se hace también necesario si pensamos no solo en las prácticas aisladas, en la recopilación y búsqueda de aquello que ya reconocemos como literarias a partir del establecimiento del canon contemporáneo, sino también en las interacciones textuales, en la generación de narrativas particulares.  Es El requerimiento uno de los documentos que manifiesta los comienzos de superposiciones territoriales, jurídicas y culturales del período colonial. Muchas de las inacabadas acciones comunicativas del primer contacto se fundan en la lectura de un texto que, incomprensible a los destinatarios anuncia desplazamientos, desterritrializaciones de importantes implicaciones hasta nuestros días.

Distintos en sus propósitos, pero con el mismo impacto en  la apropiación de territorio se encuentran las distintas relaciones de los descubridores, acompañadas por los actos de posesión no sólo mediante actos comunicativos de justificación jurídica, sino también física, procurándose así, lugares de producción en territorio americano.

"(...) y estando asy a cavallo el dicho señor con su espada en la mano entró en la dicha mar, e delante del alférez de dicha harmada con la bandera Real en la mano, asy estando dentro del agua de la dicha mar, el qual se la dio en un sombrero, e bebiendo el dicho señor capitán della e todos e la mayor parte de la ydalgos e compañeros que con él allí estavan, el dicho señor capitán dixo asy que de Castilla, tomaba e tomó posesión de la dicha mar dulce e mandando el dicho señor capitán al dicho alférez alzar en alto tres bezes "biba la muy católica, cesárea majestad del emperador e Rey nuestro señor e rrey natural de toda esta costa e mar dulce descubierta e por descubrir o posehedor della".

De exploraciones como ésta y sus relaciones van a surgir retóricas del descubrimiento que, entremezcladas con las retóricas de la conquista y colonización van a producirse desde la colonialidad temprana hasta la tardía.

De tierra de nadie a tierra de maravilla, de exuberancia donde emerge el reino de lo posible, lugar de utopías y evangelización.

"Nicaragua es un gran reyno, de muchas é buenas provincias. Es de las más hermosas é apacibles tierras, (...), porque es fertilísima de mahizales é legumbres; de fesoles de diversas maneras; de muchas é diversas fructas; de mucho cacao, que aquella fructa que parezca almendras é mucha montería de puercos é venados é otras salvajinas é conexos é otros animales, é muchas é buenas pesquerías, assi de la mar como de los ríos é lagunas: mucha abundancia de algodón, é mucha é buena ropa que dello se haze, é lo hilan é texen las indias de la tierra; y es cadañero, porque cada un año lo siembran é cogen".

El espacio regional es medido, cuantificado y detalladamente descrito en las Relaciones geográficas. "Las demarcaciones, límites, la división de los territorios en unidades y, en general, la dependencia jurídico-administrativa siempre preocupó y traduce el interés por el control del territorio. Las preguntas se van haciendo complejas y detalladas y las circunscripciones y divisiones se van haciendo más pequeñas conforme hacen una idea más exacta de las relaciones geográficas. Así, en el siglo XVIII, obviamente se preguntaba por los límites y extensiones de ciudades y pueblos, cuando en el siglo XVI se preguntaba por conjuntos más amplios".

No sólo se produce una variabilidad en la representación del territorio, sino y de manera alterna, se van produciendo en la espacialidad textual conflictos de apropiaciones, construyendo superposiciones, densidades a las que Antonio Cornejo Polar ha denominado heterogeneidades contradictorias. Las superposiciones que se dan en relación con las representaciones territoriales y sobre todo en superposiciones culturales en donde, a una misma realidad física, corresponden escrituras fundacionales diferenciadoras.

En términos de Mignolo "La complejidad de interacciones semióticas y transacciones discursivas durante el período colonial nos enfrenta a una fascinante superposición de construcciones territoriales cuya sofisticación simbólica se achata y se pierde cuando, en el gesto etnocéntrico de apropiación, lo cubrimos con la pátina del sentimiento que me identifica como hispano o latinoamericano".

A la representación e imaginario territorial corresponde también la identificación de los lugares de residencia, del espacio identitario y de pertenencia y, recordando a Jitrik, lugares de enunciación de los discursos. "El hecho es que el lugar -como experiencia de una localidad específica con algún grado de enraizamiento, linderos y conexión con la vida diaria, aunque su identidad sea construida y nunca fija -continúa siendo importante en la mayoría de las personas, quizás en todas (...) la ausencia de lugar  "una condición generalizada de desarraigo", como algunos la denominan, se ha convertido en el factor esencial de la condición moderna, una condición muy aguda y dolorosa en muchos casos, como en el de los exiliados y refugiados".

Desplazamientos, viajes, desarraigos, temáticas propias del momento colonial son, de alguna manera casi isotópicas en la escritura de la región, de la misma manera que el carácter fundacional se convierte en eje estructurante.

De acuerdo con Charlotte Arnaud (1998::17-56), para 1555, en Guatemala se habían formado 85 reducciones de indios, que serían los futuros municipios de la época moderna.

“Rassembler la populación maya en villages - pour l evangelizar et la fiscalizar (McLeod 1973:120.125) signifiait mettre en jeu sur le terrain toute l´organisation socio-territoriales maya, toute cette structure conjuguant la terre, la parenté et la hiérarchie nobiliare..”  (Arnaud:1987::39)

Continúa la autora señalando como  estos pueblos de indios no eran más que reagrupamientos artificiales de parcialidades donde la cohesión prehispánica estaba tan bien conservada que muchas de las municipalidades se encontraban paralizadas. Interviene, en este reordenamiento territorial y de patrones de asentamiento un nuevo elemento que se produce, según esta autora una vez terminada la violencia de los primeros años.

Entre 1540 y el fin de siglo - al menos para Guatemala)-“las negociaciones” entre españoles e indios adquieren una importancia considerable.

“L´enjeu de la colonización était alors le tribut royal: colonizar les Indiens en les séparant des conquistadors pour les en protéger, afin qu'ils saient en mesure de devenir des tributares du roi (sur le terrain, le besoin d'información est stratégique, de deux côtés (Baudot 1992:34-41) : apprendre les langues, enquêter, rédiger des memores et des Titres. Ce jeu de l información est déjà une négotiation car les Indiens, comme les Espagnols, ne son pas tant préocupés de la vérité historique des documents qu'ils rédigent dans ces procédures d'information, que de leur valeur stratégique et de leur efficacité politique (…) Aprés la creatión de l'Audience des Confins” vers 1542, alors que Alvarado a définitivement quitté la scéne, s'est donc developer une politique espagnole d'information qui encourageait les nobles mayas a rédiger leurs histoires, testaments, Titre et Probanzas de méritos (Arnaud 1994)”.  (Arnaud 1998::34)

Por otra parte, y de acuerdo con Roberto González Echeverría "Las primeras narrativas que surgen de lo que sería Latinoamérica están determinadas por el problema de la legitimidad tal y como ésta era otorgada por los documentos expedidos por el Primer Estado Moderno - la España de los Hasburgo-. En la España del siglo XVI - muy especialmente en su imperio americano-, los documentos que la incipiente novela imitaba eran legales. (...) La historia temprana de América, así como las primeras ficciones de y sobre América, fueron escritas según los moldes de la retórica notarial (...) La historia y la ficción latinoamericanas, la narrativa de América Latina, fueron concebidas al principio en el contexto del discurso de la ley, una totalidad secular que garantizaba su veracidad y hacia su circulación posible".

Se introduce aquí un nuevo elemento que ha de permitir analizar modalidades de la producción de los textos y, al mismo tiempo modalidades de circulación.  Hago referencia, concretamente a la circulación de los cuestionarios y la remisión de respuestas ambas formas escriturales que movilizan el sistema de referencia (repertorios en términos foucaultianos), de los marinos, soldados, curas y demás participantes en la conquista, colonización; reorganizando concepciones espaciales y coordenadas espacio-territoriales.

En este sentido vale  la pena recordar los análisis de Tzvetan Todorov y Serge Gruzinski entre otros, en relación con el reordenamiento que implicó la reconstrucción de las memorias de los  pueblos indígenas a solicitud de la corona española.

“Une fois la guerre finie, la noblesse maya rédigea donc, en écriture alphabétique mais dans sa langue, des textes dont la tradición est entierment maya, loin des modeles européens du genre, avec cependant les adjonctions que requérait l`adaptation a la nouvelle souveraineté espagnole et chréretiene ( Cf. Arnauld 1994, Carmack 1973, et Hill 1992: 127-135).” (Arnauld 1998:: 35)

Del trabajo de Arnauld retendremos, de manera importante,  la relación que se establece entre las escrituras alfabéticas de textos indígenas, la refuncionalidad que se opera mediante este mecanismo de trasvasamiento cultural, la capacidad de negociación posibilitada en el orden de lo escritural, la relevancia cohesionadora de la memoria en tanto reconstrucción y de manera especial, el énfasis en  el valor estratégico y su eficacidad política. Es incorporando esta perspectiva que la búsqueda de legitimidad se convierte en uno de los propósitos y organizadores textuales  más importantes.

Sintetizando algunas de  las aproximaciones presentadas, en la producción escritural del  momento es necesario considerar:

0.2

He aquí nuestra aflicción.
Dimos un hombre para servir en las fincas de los
españoles todo el año. Cada semana se dan seis
hombres que venden rastrojo. Si no los hubiésemos
dado, nos habrían metido en la cárcel. Se barren
las calles e los barrios españoles y el Camino
Real sin pago. Se construye el canal. Todos los
hombres lo hacen; sean alcaldes, regidores,
escribano o sacristanes, trabajan en el canal.
Diez hombres siegan cada semana ( gratuitamente).
Así sufre la gente. Nosotros, los alcaldes y regidores,
entregamos el tributo al Rey también, sin pago alguno.
Somos los alcaldes y regidores quienes lo contamos
aquí en Santa Catalina, milpa de Barahona. He aquí
nuestras firmas de nosotros, el alcalde y los regidores.
El 7 de abril de 1573
.

“Retóricas del desplazamiento que emergen
simultáneamente con las retóricas fundacionales

América se convirtió, y sigue manteniéndose hasta
el presente, en una encrucijada de muy diversas
retóricas fundacionales, nuevas y viejas, que coexisten
y compiten con las ideas sobre el nuevo Estado y
las siempre presentes sombras del sistema europeo
”.

La consideración de un corpus variado lleva a plantear la necesidad de apropiarse de modelos de escritura legítimos y motiva el análisis de traducciones, transcripciones y divulgación de tradiciones ancestrales indígenas. Sin poner en duda la existencia de una importante y rica existencia de manifestaciones artísticas prehispánicas (tema de otras reflexiones),importantes obras que componen el canon literario hoy día, se pueden asociar directamente a prácticas  de refundación, reterritorialización que compiten en el espacio textual del momento, rearticulándose dentro de las posibilidades y limitaciones del nuevo orden colonial..

Atendiendo a ciertas condiciones de producción, a las superposiciones culturales indicadas con anterioridad , a la inscripción  de  ciertas textualidades en los discursos de legitimidad y veracidad, a la preeminencia del carácter fundacional de ciertas escrituras hemos escogido  tres ejemplos que hablan de diversas necesidades de apropiación y evidencian lugares de enunciación y de pertenencia . Me interesa en este apartado realizar algunas puntualizaciones sobre tres maneras diferentes  de mostrar la conflictividad textual en que estas prácticas tienen lugar.

El Memorial de Sololá De acuerdo con Adrián Recinos “Las vicisitudes de esta nación, sus luchas, sus triunfos, sus sufrimientos y su esclavitud y miserias cuando sopló sobre ellos el vendaval de la conquista extranjera, fueron descritos en un libro compuesto a fines del XVI por varios indios instruidos en la escritura moderna”

Es posible plantear en un estudio del Memorial, las representaciones territoriales, los actos de fundación, las variantes en cuanto a esas modificaciones a partir de llegada de los españoles, la justificación del derecho a la propiedad y a los lazos de pertenencia con un espacio territorial heredado desde el momento mismo de la creación. El Memorial de Sololá constituye un ejemplo de trasvasamiento cultural,  en segundo término, un documento de recuperación y actualización de la memoria prehispánica y, también una textualidad que trata de inscribirse dentro de las textualidades de la época como una práctica de frontera entre la modelización jurídica de los Títulos y el Memorial, y la contestación al Requerimiento. ¿Podemos considerar el Memorial como una práctica de negociación a las que hace referencia Charlotte Arnauld.?((Arnauld 1998).

“Id, hijos míos, hijas mías, éstas serán vuestras obligaciones, los trabajos que os encomendamos. Así les habló la Piedra de Obsidiana. Id a donde veréis vuestras montañas y vuestros valles; allá al otro lado del mar están vuestras riquezas y vuestro señorío. Así les dijeron a las trece parcialidades de las siete tribus, a las trece divisiones de guerreros.”

La obra de Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España , es otro de los documentos en que es posible analizar no sólo narrativas básicas de la conquista y colonización, sino también las trazas de retóricas del descubrimiento. Dentro de los aspectos importantes se encuentra la diversidad de modelos discursivos que se entrecruzan, la variedad de representaciones del territorio, el asombro ante el espacio americano que ha de ser conquistado y, al mismo tiempo, la legitimidad del lugar de enunciación . Recordando la observación de González Echeverría,  la movilización dentro del orden de lo jurídico es una de las estrategias que le permite reivindicar, al sujeto de producción un lugar de pertenencia, anunciando la agencia criolla. Relación, crónica aunada a probanzas de mérito, recuento discursivo e inicios de apropiación ya diferenciados .

El tercer ejemplo es la Descripción geográfica-moral de la Diócesis de Goathemala, de Pedro Cortés y Larraz. Pertenence este escrito a la serie de Relaciones geográficas que desde el SXVI dan cuenta del Nuevo Mundo, responden a las formulaciones anteriores en la medida en que obedece a mandatos reales, participa de la normalización de las informaciones solicitadas por medio de cuestionarios y es sancionada por las instancias correspondientes al orden eclesiástico y normativo de la corona, pero a su vez, anuncia la desestabilización de los órdenes coloniales que ya se anuncia para el siglo XVIII, además de incorporar en la relación otras textualidades y textualizaciones que apuntan a una relación geográfica no del S.XVI o S. SXVII, sino del S.XVIII.

“Asuntos más, asuntos menos, la de Monseñor Cortés y Larraz sigue un patrón uniforme. Inicia la relación de cada curato con la distancia aproximada desde la población precedente; continúa con la lista de pueblos del curato y sus haciendas,… esto último refleja el modelo económico y social de aquella época, centrada en el latifundio de propietarios ausentistas que viven en la población principal”.…

El territorio se representa fragmentario, de alguna manera ingobernable dentro del proyecto fallido de las dos repúblicas, las propiedades y propietarios en conflicto; se anuncia para el último tercio del XVIII no ya el reino de lo posible, no ya la urgencia de la refundación o del reordenamiento del espacio inclusive para la nueva ecclesia, sino el surgimiento de nuevos órdenes que irán dejando atrás la colonialidad tardía.

“Aún en los valles de esta Presidencia, en que consiste casi toda la parroquia, hay fundamento más poderoso que en otras para semejantes excesos; porque son una mezcla de españoles, indios y ladinos promiscua, de manera que en un mismo trapiche viven de todas estas especies por iguales partes; los españoles sumamente atrevidos, los indios igualmente temerosos, los ladinos disimulados y astutos; todos desnudos y juntos a todas horas del día  y de la noche, sin Dios, sin iglesia, sin Rey, sin vergüenza y sin honor, con que la consecuencia que debo deducir es abstenerme de toda reflexión”.

En el Prólogo del Autor, en que “manifiesta el verdadero motivo para haber formado este escrito“, se enuncia, por Cortés y Larraz  la  certeza del no cumplimiento de las órdenes eclesiásticas y de las autoridades de la corona, en un esfuerzo por evidencia lo fallido del proyecto de  evangelización.

“Así sucede al medio del siglo tercero de su conquista”, en donde si bien “todos saben las santas providencias. Todos confiesan que sin embargo de tantas sabias reales disposiciones, se encuentran estos Reinos en estado bien deplorable…..todos ocultan este miserable estado a quien pudiera aplicar verdadero remedio…”.

Por tal razón, los mecanismos de legitimidad, la necesaria  relación de las cosas verdaderas entra también en crisis, por lo que las respuestas a los cuestionarios que con anterioridad sirvieron básicamente para nutrir el conocimiento del Nuevo Mundo, pone en duda la misma  condición de quienes han de responder a las preguntas .

“En sus respuestas (muy frecuentemente)  sólo se ve, en unas, el artificio; en otras el engaño; en todas, el disimulo; se manifiesta lo  que no se puede ocultar, como es la deshonestidad, la embriaguez y falta de pía afección a las cosas de la religión; en las que se pueden ocultar se ve el engaño y dan por buenos cristianos y firmes en la fe a los que en conversaciones particulares, en lo que introducía por varios medios, los calificaban de idólatras; en lo que ni se puede mentir ni engañar, se disimula, llamando escuelas a cantarles el fiscal de la parroquia la doctrina cristiana a los niños y niñas.”

Desde la perspectiva de las escrituras coloniales, la representación del espacio, la espacialización de la crónica, carta o relación de la conquista, escrituras fundacionales generadas por la agencia criolla nos están permitiendo complementar la indagación por las temporalidades, y con ello tratar de aportar a la discusión sobre la construcción de la región. Tema a analizar, inmediatamente después del análisis de estas representaciones.

“En todo caso, el espacio no es nunca neutro. Inscripciones sociales asignan, identifican y clasifican todo asentamiento. Relaciones de poder y presiones sociales se ejercen sobre todo espacio configurado. El territorio se mide, divide y delimita para controlarlo mejor, a partir de las nociones horizonte, límite, frontera, confín y el espacio vital se abre a nuevas relaciones de dominio, de trasgresión y a formas diferenciadoras espaciales que pueden ser tanto naturales y espontáneas como artificiales o de dominación ( Aínsa 2005:42)


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