Ana Yolanda Contreras

Una conversación con Elías Jiménez Trachtenberg y Rafael Rosal Paz y Paz: Dos cineastas pioneros en el surgimiento actual del cine guatemalteco

 

University of North Florida

acontrer@unf.ed

 

Fuentes*Notas


Durante el último lustro, el público cinevidente guatemalteco ha sido testigo de una oleada de producciones fílmicas que han venido a cambiar la escena cultural y artística del país. Realmente se trata de un florecimiento cinematográfico nunca antes visto. Entre los largometrajes que se han producido y estrenado se encuentran: La casa de enfrente (2003) de Elías Jiménez, Lo que soñó Sebastián (2003) de Rodrigo Rey Rosa, Donde acaban los caminos (2003) de Carlos García Agraz, Días mejores (2002) de Luis Urrutia y Discurso contra el olvido (2001) de Sergio Valdez. En este boom que se ha producido en la incipiente industria cinematográfica del país tiene mucho que ver el trabajo pionero de la Casa Comal y sus directores, Elías Jiménez Trachtenberg y Rafael Rosal Paz y Paz, quienes han tratado incesantemente de fomentar el arte cinematográfico tanto en el ámbito nacional como en el centroamericano.

Después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, surge la inquietud de crear un espacio que genere y cultive el arte en sus diferentes expresiones y que, al mismo tiempo, cumpla con la labor de difundir la cultura y todos aquellos productos artísticos que contribuyan a la construcción de una nueva cultura de paz. Con este propósito en mente nace Casa Comal, un centro cultural que materializa esta labor contando con la colaboración del gobierno de Noruega a través de la Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD). Por varios años, Casa Comal ha abierto un espacio de estudio multidisciplinario llevando a cabo talleres de formación artística y cinematográfica en beneficio del público interesado. Asimismo, ha realizado actividades destinadas a la educación y al entretenimiento de públicos diversos, tratando, al mismo tiempo, de promover valores democráticos, tolerantes y pacíficos.

Entre sus diversas actividades, Casa Comal ha organizado por un período de 7 años consecutivos el Festival Ícaro de creación audiovisual centroamericana, lo cual es significativo para la promoción, difusión y fomento del arte cinematográfico en el istmo. En la organización del pasado séptimo Festival Ícaro, Casa Comal contó con la inscripción de más de 200 trabajos de diversos géneros cinematográficos y audiovisuales provenientes de toda la región centroamericana. A través de este festival, Casa Comal busca propiciar un ambiente de tolerancia a la diversidad de la región y fundar lazos de unidad para promover una industria cinematográfica y audiovisual sostenible.

En lo que respecta a la producción fílmica de Casa Comal y a su incursión en el cine nacional guatemalteco, es importante mencionar la película La casa de enfrente (2003), dirigida por Elías Jiménez Trachtenberg y producida por Rafael Rosal Paz y Paz y Pedro Díaz. En dicho largometraje se muestra una realidad guatemalteca que muchos quisieran negar o evadir. De acuerdo con Francisco Mauricio Martínez, dicha película es: "[una] muestra [del] mundo de la corrupción y el desengaño […] Es sólo un reflejo de lo cotidiano en el mundo gubernamental" (Martínez 2003: 1). Además de la corrupción gubernamental, la película explora temas específicos como la prostitución, la drogadicción, el pandillerismo, la migración ilegal e inevitablemente la violencia.

La trama de La casa de enfrente gira alrededor de la realización de una auditoría en el Ministerio de Inversiones Internas, donde Ángel, un burócrata de elevada posición económica y recién integrado al gobierno guatemalteco, descubre un desvío millonario de fondos nacionales. Por su parte Juan, el compañero auditor de Ángel, un burócrata resentido y arribista, está dispuesto a desaparecer la evidencia del desfalco a cambio de un soborno significativo. Ángel se manifiesta renuente al soborno y la tarea de Juan es inducir a su compañero a una situación comprometedora, con el fin de que el Ministro implicado en el desfalco tenga material para chantajearlo y silenciarlo. En su tarea de comprometer a Ángel, Juan lo lleva a un prostíbulo de prestigio, propiedad de un individuo también relacionado con el Ministro, donde Ángel es filmado en situaciones comprometedoras. En este ambiente, Ángel entra en contacto con el mundo de la prostitución y, colateralmente, el espectador observa las circunstancias en que viven las prostitutas, sus proxenetas y aquellos relacionados con el mundo de las pandillas y la drogadicción. El desenlace de la película es trágico. Al negarse Ángel al soborno y al chantaje, la violencia se utiliza como recurso para silenciarlo, una típica manera de acabar con quienes estorban a aquellos en el poder.

La casa de enfrente, según las cifras aproximadas declaradas por su director, fue vista por más de 200 mil personas y estuvo en cartelera por un lapso de 12 semanas (Martínez 2004: 1). Este largometraje tuvo una acogida considerable a pesar de la controversia que despertó entre los cinevidentes que acudieron a verla. La controversia gira principalmente en torno al uso de escenas sexuales explícitas, aspecto que algunos consideran le da una connotación pornográfica al largometraje. Por otro lado, otros criticaron la presencia de un lenguaje soez e irreverente, que más que nada es una réplica de la expresión lingüística guatemalteca de distintos actores sociales. Otros cinevidentes se sintieron ofendidos por la muestra de una Guatemala "tercermundista" y agobiada por problemas sociales, políticos y económicos y se lamentaron que la película no haya mostrado "las zonas bonitas y los paisajes bellos" del país. Sin embargo, a pesar de las críticas, un considerable número de la audiencia apoyó incondicionalmente la labor de estos cineastas. De estos temas y otros más conversé con Elías Jiménez Trachtenberg y Rafael Rosal Paz y Paz en una entrevista realizada el 20 de diciembre del 2004 en las instalaciones de Casa Comal, en Ciudad de Guatemala.1

AYC: Hablemos de su ópera prima La casa de enfrente, de lo significa para usted, para su equipo técnico-artístico y para el cine nacional.

EJT: La realización de La casa de enfrente representa para quienes la hicimos la culminación de una etapa de la vida que soñamos, preparamos y visionamos desde antes del rodaje. El proceso de una película es largo, lleva años de trabajo, y esto fue la culminación de esa etapa de la vida como cineastas. Ahora estamos listos para hacer la segunda película. Para nosotros es importante que como cineastas guatemaltecos hayamos iniciado el proceso de hacer cine en nuestro país. Porque cuando hicimos La casa de enfrente pensábamos en la posibilidad de hacer la película y que ésta quedara ahí, y con ella se terminara todo. Afortunadamente, vamos a hacer una segunda, y eso representa que se le puede dar continuidad al proceso de producción.

Por otro lado, La casa de enfrente despertó el interés de personas que trabajan en el sector audiovisual al ver que se podían abrir nuevos espacios y llegar a un público masivo, lo cual activó el audiovisual en Guatemala. Asimismo, motivó a quienes estaban por hacerlo, y a aquellos que viviendo en el extranjero deciden volver al país para hacer cine, entre ellos, incluso, los mismos miembros de Casa Comal como: Daniela Sagone, Pedro Díaz y Rafael Rosal. Por lo tanto, creo que se está iniciando una etapa en la cual se va a hacer cine, quizá no con la rapidez que se quisiera, pero el interés existe. Para empezar, la iniciativa privada y el Estado han pensado en algún momento apoyar la cinematografía nacional como una política de funcionamiento. Entonces hay esperanzas.

AYC: Al ver su película me interesaron algunos aspectos del cine imperfecto que se reflejan en ella. ¿Podría comentar sobre esos aspectos?

EJT: La casa de enfrente me parece que es una muestra del cine imperfecto. Ya que contando con muy pocos recursos, en realidad, los recursos mínimos técnicos que se pueden encontrar en Guatemala, más sin embargo, contando con un gran equipo técnico, artístico y hasta la gente de la misma calle se logra hacer la película. Nosotros llegábamos a las locaciones, todas locaciones reales, porque no hay una industria que permita hacer los grandes sets, y veíamos dentro de las limitaciones una colaboración incondicional de todas las personas. Se obtuvo la colaboración de muchísimos extras y actores para representarse a sí mismos y hacer las pequeñas partes. Así también, se contó con la disposición de entidades del mismo Estado, en especial, se contó con la colaboración de la Policía Nacional. En la película la mayoría trabajamos ad honorem.

Quisimos tocar temáticamente un poco de todo lo que estaba sucediendo en Guatemala, pero sobre todo, algo que hiciera reflexionar a la gente sobre su realidad. A partir de haber tocado esa fibra, muchas personas empiezan a defender su realidad. Es el caso de aquellos a quienes les molesta el desnudo, se sienten ofendidos y expresan su opinión. Curiosamente, la película tiene ochenta y cuatro secuencias y de ellas dos son las escenas de sexo. Sin embargo, este aspecto es al que menos está acostumbrado el público. A la mayoría le impactó la película por el lenguaje fuerte. Causó esa sensación, justo por verse reflejados en la pantalla, que era lo que se buscaba. Como he dicho, se deseaba hablar de varios temas y principalmente de la corrupción, que era el problema más tremendo en ese momento en Guatemala. Al tocar realidades nacionales, en nuestro caso las de Guatemala, seguramente a muchas personas no les guste, ya que siendo como es el común denominador de los guatemaltecos que les importa mucho el cómo nos van a ver y qué van a decir los de afuera, pues quizá también les molesta eso de mostrar una realidad cruda y desideologizada de cómo somos aquí adentro.

AYC: Con respecto a los actores y actrices, por ejemplo, Maurice Echeverría, que pertenece al mundo de la literatura. ¿Cómo llega este escritor al cine? ¿Cómo llega la actriz cubana Yuliet Cruz a actuar en su película? ¿Cómo se lleva a cabo el casting?

EJT: Se convocó a un casting en los medios de comunicación, principalmente por la prensa. Estuvimos durante 20 días buscando al elenco. Acudieron un considerable número de personas, dentro de ellas Maurice Echeverría. Todas las personas que actúan en la película, actores y actrices vinieron al casting. El personaje principal de Kiara, que era una centroamericana, no una guatemalteca, se buscó primeramente aquí en Guatemala, pero no apareció. Entonces, coincidiendo con la muestra itinerante del Festival Ícaro, que recorre los países de Centroamérica, se le busca, pero sin suerte. Decidimos hacer un casting en Cuba y allí llega a las audiciones Yuliet Cruz, quien obtiene el papel de Kiara. Después, ella viene a Guatemala, un mes y medio antes del rodaje, sobre todo, para conocer el medio de la prostitución aquí en nuestro país, ya que es diferente al concepto de la prostituta en Cuba.

AYC: En lo correspondiente a los personajes, espacios y contextos, usted mencionó que obtuvieron la colaboración de varios sectores de la población y de las entidades del gobierno. En términos del prostíbulo ¿Cómo entran en ese espacio, y cuál es la colaboración de las personas relacionadas con el prostíbulo?

EJT: Primeramente que La casa de enfrente, está situada frente a Casa Comal, aunque la locación no es allí. Muchas de las cosas de La casa de enfrente pasan justamente por la relación de vecindario que mantenemos y cómo nos damos cuenta del funcionamiento. En realidad, mantenemos una relación de vecindario con las prostitutas y con el dueño, lo que nos dio todas las facilidades, principalmente, en términos de información. Luego, se nos conceden muchas entrevistas para conocer cómo se maneja ese mundo. El dueño autoriza a sus empleadas a que nos brinden apoyo. Después, fue convencerlas a ellas, porque muchas están en la clandestinidad ejerciendo la prostitución. Al final, varias de ellas colaboran con nosotros como extras. En realidad tenemos cinco actrices, y aparte de Yuliet Cruz, el resto son prostitutas reales. Fue todo un proceso.

AYC: En el área de la drogadicción y las pandillas juveniles. ¿Tuvieron alguna colaboración por parte de pandilleros reales que les permitieron entrar en ese mundo?

EJT: Sí, el grupo de pandilleros, que ahora son ex-pandilleros y pertenecen a un grupo de teatro y espectáculos lúdicos nos ayudaron muchísimo. Principalmente, en lo correspondiente al acceso al barrio y para hacer el contacto con pandilleros reales. En el barrio que filmamos toda la gente estuvo muy colaboradora, apoyándonos y trabajando como extras.

AYC: En La casa del frente, se llevaron a cabo varias tomas en áreas de acceso público. ¿Tuvieron en estas instancias la colaboración de la Policía Nacional para ayudarles en el desvío del tráfico?

EJT: No, en ese punto fue casi documental, se usó lo que había. Incluso, cuando se hizo la escena de las señoras en el taxi, que es una persecución, la estábamos rodando en el Anillo Periférico y la gente llamó a la policía porque creyó que lo que sucedía era real. En el momento en que se llevaba a cabo la persecución, para aprovechar los semáforos, llegó la policía y detuvieron a todos los actores. Todo se aclaró y seguimos rodando sin problemas. En realidad, era aprovechar lo que daba la calle y filmar.

AYC: Hablemos de la distribución. ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Hay apoyo por parte de los distribuidores a la producción cinematográfica nacional?

EJT: Con La casa de enfrente estuvimos tres meses en cartelera, y creo que los distribuidores son muy pragmáticos en exhibir lo que sea negocio. La casa de enfrente sirvió para la apertura, para que se interesaran, no sólo en el cine nacional, sino en el cine proveniente de Latinoamérica. Las únicas complicaciones las rige el mercado, no los dueños de los cines, y dentro del mercado, ya sabemos que el cine hollywoodense tiene medios avasalladores, por lo que uno tiene que buscar estrategias para su película.

AYC: En lo concerniente a los festivales internacionales en los cuales ustedes han participado ¿cuál ha sido la recepción de La casa de enfrente?

EJT: Para iniciar, en el momento en que es aceptada para participar en los festivales ya es considerada entre lo mejor del cine latinoamericano y poseedora de un standard internacional. Luego, como en todos lados, hay a quienes les gusta y a quienes no les gusta. Hablábamos en Huelva, que para el público no guatemalteco, la película es una película más de las muchas que se exhiben. Para Guatemala, significa otra cosa, para Guatemala es la película. En cualquier otro festival, el público asiste, aplaude y hay algunos que llegan a saludar al final. Llegan guatemaltecos y personas que han vivido en Guatemala. Aunque los guatemaltecos que están afuera dicen: "pero es que no salieron los volcanes y el lago". En cambio, otros que nunca han visitado el país preguntan "¿y eso es Guatemala?".

AYC: Hablando de los otros cineastas guatemaltecos, ¿qué tipo de relación tienen ustedes con los demás cineastas? ¿Tienen una buena relación, o cada quien cuida su propio espacio?

EJT: Una de las prioridades de Casa Comal es sentar las bases de la industria. De ahí que, por un lado, proponemos hacer cine; por otro lado, organizamos el Festival Ícaro, un espacio para todo trabajo audiovisual. Por lo tanto, se trata de unificar al gremio a través de conocernos y compartir. Entonces, nuestra relación con el resto de cineastas guatemaltecos puedo decir que es muy buena. De hecho, durante el proceso de postproducción, cuando estábamos con la edición de La casa de enfrente, el Film Institute de Noruega patrocinó la asesoría de una editora noruega para que viniera a ayudarnos. En esa ocasión se invitó a recibir un taller con ella a los cineastas de Donde acaban los caminos y Lo que soñó Sebastián.

Así también, para motivar la nueva realización, hacemos un concurso de guión llamado "Ideas frescas" que tiene lugar cada año durante el Festival Ícaro. Hay un premio de dos mil dólares en equipo y dos mil dólares en gastos de producción para quien presente una historia que se pueda realizar como corto. En realidad somos tan pocos en el gremio que si estuviéramos peleando estaría complicado.

AYC: Con respecto a las relaciones entre ustedes y los demás cineastas centroamericanos ¿hay colaboración?

RRP: Pues, realmente el haber iniciado hace siete años el Festival Ícaro, ha sido precisamente para crear las redes de comunicación a nivel regional, porque entendemos que es la única forma de crecer. Creemos que solamente un mercado regional puede hacer factible una industria cinematográfica. Estamos hablando ya de treinta y cinco millones de personas en Centroamérica. Por lo tanto, sí estamos vinculados con todos los productores y realizadores audiovisuales, desde Belice hasta Panamá. Recibimos una producción no menor de 200 trabajos, en todos los géneros, cada año para el festival. Además, al viajar con la muestra itinerante de lo mejor del Festival Ícaro hemos hecho contacto personal a través de los años.

AYC: Hablando de interdisciplinariedad ¿existe una relación entre ustedes y los literatos aquí en Guatemala?

EJT: No, no hay una vinculación real. De hecho, no se podría hablar de inexistente, porque en el medio muchos somos amigos. Conocemos a escritores como Rodrigo Rey Rosa y Maurice Echeverría. Sin embargo, como disciplina artística no hay vinculación, y es un asunto que merece ponerle atención. De hecho, hace un mes se dio un taller de guión, y creemos que es importante que existan personas en Guatemala que puedan escribir para contar en el audiovisual. Es palpable la falta de guionistas en el país, esto se observa en el caso de las últimas películas filmadas. Por ejemplo, el guión de Donde acaban los caminos fue realizado por un cubano. En el caso de Lo que soñó Sebastián, el guión fue escrito por Rodrigo Rey Rosa en colaboración con un norteamericano. En el caso de La casa de enfrente, la historia es nuestra, pero invitamos al puertorriqueño Ray Figueroa y al cubano Manuelito Rodríguez para que hicieran el guión. Por lo tanto, hay una carencia en Guatemala de guionistas y, se puede pensar que quienes más inmediatamente se podrían involucrar son los escritores.

AYC: Hablemos de apoyos financieros. ¿Quién costea la producción de sus largometrajes y el funcionamiento de Casa Comal?

EJT: La Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD), apoya institucionalmente a Casa Comal, y a todos sus proyectos. Casa Comal trabaja en diferentes áreas, en la formación, producción y difusión del arte en general, con un fuerte componente de la cinematografía. Uno de los proyectos de Casa Comal es el Festival Ícaro, que se ha convertido en el festival de cine más importante de Centroamérica. Se realiza aquí en Guatemala, la penúltima luna llena de cada año, y recorre cada país centroamericano con lo mejor que se presenta durante el festival. En Casa Comal tenemos nuestro centro de producción que se encarga de las películas, y además, hace todas las campañas y los impresos necesarios para proyectos de Casa Comal e instituciones afines.

Casa Comal, con el apoyo de NORAD, imparte talleres de arte para niños, jóvenes y adultos. Este año se impartieron más de cuarenta talleres. Así también hacemos proyecciones en centros educativos, sobre todo, este año se exhibieron audiovisuales que aportan a la recuperación de la memoria histórica de Guatemala.

AYC: Tengo entendido que aparte de talleres de arte, ustedes llevan a cabo talleres de cine. ¿A qué sector poblacional van dirigidos y qué parte de la población asiste a ellos?

EJT: Se ofrece una cantidad importante de talleres anuales de realización audiovisual en sus diferentes áreas. Los talleres se convocan por los medios de comunicación masiva, así como por medios alternativos como volantes y afiches. Viene a Casa Comal quien le interese incorporarse, obviamente viene mucha gente que trabaja en canales de televisión y estudiantes de comunicación que quieren entrar en el medio audiovisual. Acabamos de impartir talleres en todas las áreas: actuación, cámara, edición, etc. Se trata de que el área de interés de cada uno pueda tener una capacitación. Este año se inició la cátedra de cine y televisión para las personas que estudian periodismo en la Universidad de San Carlos. La cátedra se imparte en la Escuela de Comunicación y el siguiente año estaremos preparándonos para iniciar la cátedra de Técnico en Realización Audiovisual en la Universidad de San Carlos. De alguna forma se está logrando impactar en la educación formal, y también se está tratando de iniciar una carrera universitaria en medios audiovisuales para aquellos que salgan de nivel medio y quieran estudiar esta carrera.

AYC: ¿Entre los proyectos de Casa Comal existe la realización de documentales?

EJT: Sí, es nuestra intención realizar una serie de documentales propios. Iniciamos la preproducción y nos mantenemos en la etapa de la investigación de un documental que se llamará Hijas de la paz. Este documental tiene que ver con aquellos que retornaron después de la firma de la paz. Cuando se firmaron los Acuerdos de Paz regresó mucha gente y se entrevistó a siete madres ex-combatientes, quienes coincidían con el hecho de que todas estaban amamantando a una niña y estaban reinsertándose en la vida civil en Guatemala. Ahora hemos localizado a tres de las siete y les estamos dando seguimiento, en lo que respecta a su vida en tiempos de paz. Creímos que lo terminaríamos este mes, sin embargo, ha sido un poco difícil llevar a cabo las entrevistas y aún estamos trabajando en eso.

Con respecto a documentales por encargo, hemos realizado para la UNESCO, para ONGs, para el sector maya del Petén o instituciones afines. Con ellos mantenemos una relación, que está dentro de nuestra política de autosostenibilidad.

AYC: ¿Qué me puede decir de la producción de documentales aquí en Guatemala, se está realizando un número considerable?

EJT: El mayor mercado audiovisual en Guatemala es el documental, pero institucional, lo cual es bueno para el realizador audiovisual. Las instituciones adoptaron el género documental para presentar sus informes. Dichos informes han sido muy bien incorporados, ya que se habla tanto de los proyectos, como de lo que han generado. Con esta serie de documentales institucionales se ha logrado impactar al mercado del documental y permitir que existan los medios económicos para que se realice este tipo de trabajo. Hay varias productoras que están en este mercado. Creo que en el área del audiovisual, aparte de la publicidad, el documental es el que más mantiene el medio en Guatemala.

AYC: Ahora, me gustaría preguntarles sobre el segundo largometraje de Casa Comal. Rafael, ¿podríamos hablar de su proyecto?

RRP: Por supuesto. Las Cruces es nuestra siguiente producción. Es nuestra perspectiva de ir sentando las bases de una industria y una producción constante que genere un movimiento y un público que haga sostenible el cine guatemalteco. Pues, me toca a mí hacer mi ópera prima. Yo siempre pensé en hacer una película sobre la guerra, que considero es una etapa que tenemos que ir cerrando para poder realmente, a partir de eso, ir construyendo una nueva Guatemala. Entonces, con eso en mente, Ray Figueroa nos propuso hacer una adaptación muy libre de Los siete samuráisdel maestro AkiraKurosawa. Con mucha humildad lo decimos que así fue como surgió, aunque ya Las Cruces agarró su propia dinámica y la fábula de Los siete samuráis quedó en la base. De este modo, existe un grupo de guerrilleros que están dispuestos a defender una aldea que se sabe va a ser masacrada. A diferencia de Los siete samuráis, en Las Cruces son seis hombres y una mujer, y vamos descubriendo que no todo es totalmente bueno, ni totalmente malo, en ninguno de los bandos. Es un deseo de aportar a esa reconciliación nacional con nuestro pasado inmediato. Ahondamos más en los conflictos personales que en las posiciones ideológicas o las razones que motivaron la guerra. Esa historia ficticia, pero que pudo ser verdad, la tratamos de vincular con el presente a través de lo que es el esclarecimiento histórico y todo el proceso de exhumaciones y entierros. El entierro tiene un significado muy especial, ya que es también enterrar lo que vivimos, pero tratando no sólo de olvidarlo, sino de absorberlo, procesarlo y que nos sirva para el futuro. Esa es un poco la intención de Las Cruces y estamos ahora en fase intensiva de preproducción, ya que tenemos que empezar a filmarla en marzo.

AYC: ¿Ya tiene su elenco?

RRP: Todos los personajes principales están ya definidos. Ahora estamos terminando con la búsqueda de papeles secundarios y también por definir las locaciones entre varias opciones que tenemos. Ya eso dependerá mucho de nuestras capacidades logísticas, porque entre más lejos se va de la ciudad las cosas se complican un poco más.

AYC: ¿Las locaciones van a ser en el área rural?

RRP: Es totalmente rural, y para hacer la vinculación con el presente se filmará en la capital.

AYC: ¿Es una película completamente de ficción o va a mezclar la ficción con el documental?

RRP: El tratamiento general es bastante documental, trataremos de reproducir lo más fielmente posible las condiciones tanto de la aldea, como de los guerrilleros y del momento histórico que se estaban viviendo. La historia en sí abarca personajes que tienen referentes con la realidad, pero que, ya trabajados dentro del guión, adquirieron su propia personalidad y no es que sean el reflejo de ningún personaje real.

AYC: Con respecto a Las Cruces, ¿estará lista para el Festival Ícaro 2005?

RRP: Pues estamos cortos de tiempo, pero nuestra intención es que Las Cruces pueda abrir el Festival Ícaro en noviembre y que vaya a la Habana en diciembre. Sin embargo, fundamentalmente nuestro compromiso es tratar de hacer el mejor producto posible y consecuentemente, nos vamos a tomar el tiempo que sea necesario. Por supuesto que sería positivo terminarla para esas fechas.

AYC: Hablando de heridas, miedos del pasado y todas esas reservas que todavía quedan en términos políticos. ¿Han encontrado algún impedimento por parte gubernamental para realizar su trabajo?

RRP: En realidad, yo creo que en primer lugar, tenemos la gran ventaja de que somos pioneros, entonces no hay muchos referentes, ni conocimiento de cómo funciona el cine y menos el cine independiente. Hasta el momento te podemos decir que no hemos tenido ningún inconveniente. En Casa Comal parte de la política es crear vínculos con los sectores más disímiles de la sociedad, y así como pudimos entrar al medio de la prostitución y las pandillas juveniles, también tenemos convenios de cooperación con el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Relaciones Exteriores para la realización del Festival Ícaro, y estamos ambas partes tratando de hacer crecer esos convenios. Tenemos buena relación con la iniciativa privada, a través de los circuitos de las salas de cine y los canales de televisión, así como también con la cooperación internacional que nos apoya. Estamos pues abiertos y en colaboración mutua con todos los sectores. Yo creo que el mayor problema en estos momentos puede ser la autocensura. Eso no significa que alguien se enoje por ver nuestro trabajo y quiera tomar represalias, pero no es una política de Estado. Al contrario, el Canciller guatemalteco llevó a su homólogo en Brasil La casa de enfrente, y eso dice que ven nuestro trabajo como representativo de lo que se está realizando en el país. Así también, La casa de enfrente fue incluida por recomendación del gobierno de Guatemala en el Festival Latinoamericano de la OEA.

AYC: Muy bien, pues después de más de dos horas de conversación, creo que ya es tiempo que los deje volver a su trabajo de preproducción de Las cruces. Les agradezco infinitamente por su tiempo y su amabilidad en brindarme esta entrevista. Les deseo la mejor de las suertes y que continúen esa labor tan importante que están llevando a cabo para el desarrollo del cine nacional.

© Ana Yolanda Contreras


Fuentes consultadas

arriba

Contreras, Ana Yolanda (2004): "Personal interview with Elías Jiménez Trachtenberg and Rafael Rosal Paz y Paz". Ciudad de Guatemala, 20 de diciembre.

Jiménez Trachtenberg, Elías y Rafael Rosal Paz y Paz (2003): La casa de enfrente. Largometraje de ficción. Dir. Elías Jiménez Trachtenberg. Con Yuliet Cruz, Maurice Echeverría, Juan Pablo Olyslager. Guatemala: Casa Comal.

Martínez, Francisco Mauricio (2004): "El drama del cine", en: Revista D. Semanario de Prensa Libre, No. 24, 19 de diciembre. Tomado de: <http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/revistad/2004/diciembre04/191204/dfondo.html>.

Martínez, Francisco Mauricio (2003): "Reflejo de la realidad nacional", en: Prensa Libre, 3 de enero. Tomado de: <http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/domingo/2003/enero03/190103/cine.html>.

Rodas, Hilda (2003): "La casa de enfrente: Por fin mañana se estrena", en: Prensa Libre, 4 de noviembre. Tomado de: <http://www.prensalibre.com/pl/2003/noviembre/04/72348.html>.


Notas

arriba

vuelve 1. A lo largo de la entrevista utilizo las iniciales EJT para señalar las intervenciones de Elías Jiménez Trachtenberg, RRP para señalar las intervenciones de Rafael Rosal Paz y Paz y AYC para señalar las mías, Ana Yolanda Contreras.


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