Ronny J. Viales Hurtado
Una propuesta de reconceptualización
del "enclave" bananero desde la perspectiva de la historia económica.
El caso de la región Atlántica (Caribe) costarricense entre
1870 y 1950
Universidad de Costa Rica
rviales@fcs.ucr.ac.cr
Notas
Introducción
Hace algunos años se ha venido insistiendo en la necesidad de continuar
las investigaciones sobre historia agraria y rural en Costa Rica, en perspectiva
comparada con Centroamérica y el Caribe, en dos sentidos: por una parte,
para profundizar en el análisis de aspectos de la historia económica
de este país que no han sido estudiados y, por otra parte, para reestudiar
algunos fenómenos y problemáticas históricas que merecen
remozarse, debido, sobre todo, a que las aproximaciones a éstas fueron
hechas desde marcos analíticos y descriptivos que deben revisarse. Algunos
de estos trabajos carecían de evidencias empíricas más
o menos contundentes para afirmar tesis relevantes pero, aún así,
han marcado los análisis historiográficos de las últimas
décadas. A manera de ejemplo, hoy más bien tenemos que hablar
de "monoexportación" antes de que "monocultivo",
dado que este último concepto minimiza las posibilidades de analizar
la especialización productiva regional al interior de los países
y regiones en Centroamérica.
En este trabajo, el caso del "enclave" bananero centroamericano y
caribeño, constituye un excelente punto de partida para reestudiar el
agro puesto que, parafraseando a Nathan Rosenberg, su realidad constituye una
"caja negra" dentro del ámbito de la historia económica
latinoamericana. Si bien los aspectos estructurales han sido tratados desde
diversas perspectivas en el pasado, en estre trabajo defendemos la tesis de
que la visión estructuralista de la teoría de la dependencia,
la concepción desarrollista emanada de la CEPAL, la perspectiva marxista-estructuralista
y la versión macroeconómica neoclásica sobre el particular,
han exagerado el carácter cerrado de este subsector de la economía,
así como su rol causal en el atraso económico latinoamericano.1
De esta manera, tal como planteábamos en un trabajo
anterior2, los enclaves, al menos los agrarios, son más abiertos. Así
por ejemplo, en muchos casos a la par del monocultivo, existieron cultivos alternativos.
En esta oportunidad, siguiendo la lógica del estudio citado y engarzando
con la propuesta de Reiffers3 y otros, nos interesa resaltar que los enclaves
además de favorecer condiciones negativas para las economías huéspedes
potenciaron algún nivel de desarrollo endógeno, que permitió,
al menos, la formación de capital nacional, mediante la producción
bananera por parte de cultivadores privados; incentivó el surgimiento
de una industria ligera de bienes de consumo; experimentó el cultivo
de productos para la exportación tanto complementarios como alternativos
al banano; favoreció la reproducción de contingentes de población
mediante el "minifundio interno" que se dedicó a la producción
para la subsistencia y, finalmente, consolidó un mercado de trabajo segmentado
por género, etnia y clase, cuyo rasgo característico fue la explotación
pero además, la existencia de un semiproletariado agrícola y un
sector servicios bastante diversificado. Además, el carácter más
abierto del enclave bananero costarricense, y quizás centroamericano
y caribeño, estuvo marcado por procesos destacables de flujos de capital
externo y también de población.
Por otra parte, será interesante que en el futuro próximo se haga
una evaluación de la depredación del medio ambiente en que incurrió
la explotación bananera -retomando los planteamientos de las corrientes
de la historia ecológica europea y estadounidense, colaborando además
en la construcción de un enfoque latinoamericano-.
1. La concepción "tradicional" sobre
el enclave bananero en Costa Rica y Centroamérica. Biografìa de
un concepto.
En este apartado iniciamos la discusión del término "enclave",
adaptado a las condiciones históricas de la costa Atlántica -o
Caribeña en general- de Costa Rica, siguiendo el precepto de la historicidad
y la espacialidad de los conceptos. Tradicionalmente, en Costa Rica se ha definido
el carácter del enclave:
"...porque tanto la producción como la comercialización
del fruto responden a una prolongación directa de la economía
metropolitana (Estados Unidos) en que las decisiones de inversión dependen
directamente del exterior, a la vez que las relaciones comerciales se establecen
en el ámbito de los mercados centrales".4
Según este enfoque, un enclave es el fruto de la inversión extranjera,
estadounidense en nuestro caso, bajo la forma de inversión directa. Su
existencia, entre otros factores, está supeditada al monopolio que se
ejerza en la explotación de un producto principal, pero también
es posible incorporar la producción alternativa de carácter agrícola,
debido a la propiedad de grandes extensiones de tierra.
El agente director de la estructura productiva y del proceso de capitalización
es una empresa transnacional que responde a la dinámica de la economía
metropolitana y, por ende, se encarga de la explotación de la economía
huésped.
En estas condiciones, se crea un principio de extraterritorialidad, logrado
a través de concesiones estatales, fundamentalmente el otorgamiento de
tierras y exoneraciones fiscales, lo cual genera un universo definido tanto
territorial como socioeconómicamente, donde se tiene la imagen de que
el estado huésped pierde cualquier injerencia.5
Por otro lado, en el nivel económico, las relaciones con la economía
local se conciben como "prácticamente nulas", pues la mirada
está puesta en los mercados internacionales, básicamente, en el
caso de Costa Rica, a través de la "monoexportación"
del banano. Además, la compañía frutera -la United Fruit
Company- monopoliza la actividad productiva, tanto horizontal como verticalmente.
En términos generales, se postula que el enclave exige "...en suma,
condiciones de monopolio asentado en el control absoluto de los factores productivos;
se produce así una autonomía relativa que se rodea de un fuero
legal protector por el que no pasan las leyes y acciones de la nación
huésped".6
En relación con las ideas esbozadas, es necesario hacer una primera valoración.
La perspectiva del enclave que de aquí se genera se empezó a esbozar
en el trabajo de tesis de Maestría en Sociología de Edelberto
Torres Rivas, presentada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,
en Chile, en el año 1965. El ambiente intelectual chileno era ideal para
el desarrollo de las ciencias sociales, dado que en la capital chilena se ubicaba
la sede de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
y del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social
(ILPES), y circularon por allí investigadores de la talla de José
Medina Echavarría, Fernando Henrique Cardoso, Theotonio dos Santos, Ruy
Mauro Marini, Vania Bambirra, Enzo Faletto, Jorge Graciarena y Aldo Solari,
entre otros.7 Sobre este período señala Jorge Rovira:
"Eran los años en los que el proceso de desarrollo latinoamericano
transitaba las sendas de una industrialización alrededor de la cual
se despertaban grandes expectativas desde finales de los cuarenta y durante
los cincuentas; eran los días en que habían comenzado a funcionar
tras muchas negociaciones los acuerdos de integración económica
(el Mercado Común Centroamericano, la Asociación Latinoamericana
para el Libre Comercio, el Pacto Andino); eran también los primeros
años de la Revolución Cubana...Todo ello, en el terreno de las
ciencias sociales, conmovía los análisis y las reflexiones sobre
el desarrollo latinoamericano. El estructuralismo cepalino, en economía,
en unión con la teoría de la modernización, en
sociología, constituían los paradigmas interpretativos dominantes"8
La visión de Torres Rivas fue retomada por la "teoría
de la dependencia"9,
específicamente a la obra de Cardoso y Faletto, publicada en 196710,
en cuya tipología para entender las diversas situaciones nacionales de
dependencia planteaba que las economías de enclave "...are those where
the production for export is directly controlled by foreign capital (financial
dependency), originating the capital accumulation externally".11 Posteriormente, la tesis de Torres Rivas se transformó en libro en 1969,
bajo el título Procesos y estructuras de una sociedad dependiente:
El caso de Centroamérica12;
ese mismo año fue publicada la segunda versión del libro de Cardoso
y Faletto. Dos años más tarde se publicó el libro de Torres
Rivas en Centroamérica, bajo el título Interpretación
del desarrollo social centroamericano13. Desde esta perspectiva, no del todo
superada analíticamente, se conciben los enclaves como "...un problema
porque no estimulan la industria manufacturera doméstica a través
de la economía local".14 A manera de hipótesis podemos señalar
que este concepto se origina en contraposición a la noción de
"enclaves de desarrollo" planteada por Lewis, según la cual el "...crecimiento
ocurre en enclaves rodeados de actividades tradicionales".15
Claro está, en América Latina desde los años cincuenta
del siglo XX hasta finales de los años sesenta, el tema principal de
discusión de los científicos sociales era "...el de la modernización,
entendida como el paso de una sociedad agraria y tradicional a una sociedad
urbana e industrial....".16 Además de este planteamiento dual -que
esconde complejidades mayores- vale la pena recordar que mucho se ha criticado
a este tipo de análisis el hecho del sobredimensionamiento del peso explicativo
de los factores externos. (Ver Esquema 1)
Para el caso de Torres Rivas, el concepto se construyó a partir de las
siguientes premisas17:
1. La inversión bananera en Centroamérica se hizo a principios
del siglo XX sobre la base de capital exclusivamente estadounidense, cuando
las condiciones técnicas la hacen rentable.
2. La inversión bananera se hace sobre la base de una organización
totalizadora que responde a centros de decisión ubicados fuera del área
productiva, con esto se general el principio de extraterritorialidad.
3. Se da una integración vertical y horizontal de la industria.
4. Las leyes nacionales no tienen validez en la región en que se ubica
el enclave, por lo que la plantación bananera es también una concesión
política.
5. La inversión bananera se establece en relación con concesiones
ferrocarrileras y /o de transporte marítimo.
6. "El Estado nacional no puede, en esas condiciones, tener en sus manos
todas las herramientas indispensables para promover el desarrollo, o por lo
menos, ejercer control sobre la marcha de la economía del país;
en una palabra, está imposibilitado para ejercer su derecho de soberanía
dentro de sus límites territoriales".18 Esto da origen a la concepción
de la existencia de un Estado dentro de otro Estado.
7. Los enclaves bananeros son agentes negativos que refuerzan la "...orientación
hacia fuera, al subrayar la naturaleza agrícola de la producción
nacional y a reforzar la dependencia de los mercados mundiales".19
8. Los enclaves promueven el proceso de proletarización con la creación
de dos nuevos grupos sociales: los obreros agrícolas bananeros y los
trabajadores industriales en los ferrocarriles, y en las instalaciones fabriles
y portuarias.
Esquema 1
El concepto tradicional de "enclave" bananero en Costa
Rica
Fuente: Elaboración propia.
2. Elementos para la reconceptualización del
"enclave" bananero en Costa Rica
Aunque todas las teorías sobre el enclave20 señalan que éste
es negativo para el desarrollo endógeno o local, es preciso aclarar algunos
aspectos que permiten abrir la discusión sobre esta tesis general, a
partir del estudio de la plantación bananera de la región Atlántica
(Caribe) costarricense entre 1870 y 1950, la cual funcionó bajo la modalidad
de "enclave".
2.1. El período 1870-1930: los orígenes
del enclave bananero en Costa Rica y su dinámica
De acuerdo con Lloyd Reynolds21, para los países de América Latina
las exportaciones en general, dirigidas fundamentalmente hacia los mercados
de Europa y los Estados Unidos, fueron la "llave" de su expansión
económica. Según la versión estructuralista del "enclave"
bananero en Centroamérica, los beneficios producidos por la plantación
bananera y el capital invertido fueron repatriados a su país de origen,
en lugar de optar por la reinversión productiva, en regiones o actividades
capaces de estimular la actividad de exportación y de ampliar la infraestructura
económica de las economías huéspedes.22 Como punto de partida
para discutir esta disyuntiva, el contexto general que originó el enclave
bananero en Costa Rica fue propiciado por la política agraria liberal
y la colonización de un área no cafetalera.
En este sentido, Costa Rica se alejó del "liberalismo doctrinario"
que prevaleció en Inglaterra, hasta las últimas décadas
del siglo XIX, puesto que desde 1873 se defendía el intervencionismo
estatal en materia de agricultura, dado que se partía del principio de
que la:
"...mayor protección que el Gobierno puede dar a la industria agrícola
es el mantenimiento del orden, y la seguridad y respeto inviolable de la propiedad.
Sin esas condiciones la agricultura desaparecería...."23
Si el intervencionismo se hubiese quedado en ese nivel, se habría seguido
casi al pie de la letra el planteamiento liberal del estado "garante de
condiciones", pero la protección gubernamental se extendió
a "...todos los elementos de que deriva la agricultura su desarrollo"24. En ese sentido, la acción estatal en materia económica durante
el período de estudio se orientó a:
"...estimular la industria agrícola y junto con ella las demás
faenas que acuden a la tierra en demanda de los primeros elementos, que transformados
o no luego por el trabajo manufacturero, circulan en los mercados, llevan
abundancia en todas partes y nutren y robustecen la Nación, para que
marche con desembarazo hacia todos los ideales del mejoramiento individual
y colectivo. Ello exige empeño fuerte en conservar, extender y mejorar
nuestra red de caminos; medidas previsoras para defender la población
de toda causa que tienda a aumentar su mortalidad por desconocimiento de los
preceptos de la higiene; leyes que protejan de una manera eficaz la inmigración;
instituciones de crédito que presten ambiente a los hombres laboriosos,
y que por lo módico del interés y las condiciones de pago, alienten
la gran masa de pequeños propietarios"25
A esta síntesis habría que agregarle el hecho de que los liberales
no fomentaron el monocultivo como en fin en sí mismo; antes bien, los
intentos de diversificación productiva, ante la especialización
extrema, siempre fueron fuente de reflexión para estos gobernantes, lo
que sí consolidaron, por condicionantes externos, fue la monoexportación.
En esta dirección, la historia de los fracasos es evidente.
En términos generales la concepción liberal
del "progreso" económico parte del aseguramiento del "orden y el gobierno",
pero su prime mover está representado por el fomento de la agricultura
-con intentos de fomentar también la industria- principio y fin de la
cadena de ejes estructurantes de la política agraria liberal.26
Los otros eslabones de la cadena son el poblar, comunicar, atraer capitales
y, en términos prácticos, el cambio técnico -es decir,
cualquier elemento que implique incrementos en la productividad- constituye
el final del flujo, al potenciar el fomento agrícola y aumentar el stock
de capital.
La interpretación propuesta en este esquema complementa y amplía
la visión de Bulmer Thomas, para quien en América Latina después
de 1821:
"Se pensaba que sólo se necesitaba capital y mano de obra calificada
para aprovechar los recursos naturales del vasto interior inexplorado de América
Latina, y tener acceso ilimitado a los ricos mercados de Europa Occidental...[y
posteriormente de Estados Unidos, agregaríamos nosotros]"27
Por otra parte, en toda la América Latina, el Estado
jugó un papel central en la construcción y expansión de
la red ferroviaria: asumió el tendido de la cuarta parte del kilometraje
operativo en el subcontinente hacia 1899; emitió legislación que
favoreció la expansión ferroviaria, además de otorgar concesiones;
cedió la explotación de las vías por períodos que
oscilaron entre 50 y 99 años; cedió las tierras necesarias para
construir las vías, incluyendo el uso de los recursos naturales de manera
irrestricta; otorgó exenciones fiscales para fomentar la actividad de
construcción; gestionó la obtención de crédito para
apoyar los proyectos ferrocarrileros, aunque fue en las "...economías
más pequeñas [como la costarricense]...donde la participación
directa del Estado en el tendido viario resultó relativamente más
importante; también en ellas, por lo general, el capital privado nacional
invirtió menos, bien por incapacidad, bien por renuencia a asumir los
riesgos del negocio...[por lo que las] compañías extranjeras poseían
en 1880 el 50% de las vías abiertas en toda Latinoamérica, cifra
que creció hasta el 75% al acabar el siglo. En la primera de esas fechas
un 80% de esas vías pertenecía a firmas británicas; en
la segunda, un 70%".28
Si bien autores como Pascal Girot han argumentado que el ferrocarril al Atlántico
(Caribe) funcionó en Costa Rica como un eje de agroexportación,
antes que como un eje de integración regional, consideramos que el ferrocarril
fue multifuncional, aunque como hemos analizado su papel en el desarrollo y
el estancamiento regional fue manejado por la compañía extranjera,
sin atender los intereses de la política de integración "nacional".29
La política agraria liberal fomentó también la diversificación
productiva y la atracción de capitales utilizando como incentivo un factor
que aparecía a finales de siglo XIX como "abundante": la tierra,
para atraer otro factor que aparecía como "escaso": la población.
Conforme avanzamos en el tiempo esta visión va cambiando, pero siempre
estará presente la presión económica sobre los recursos.
En este esquema se explica la concesión ferrocarrilera y posteriormente
las prebendas bananeras, estas últimas no deben interpretarse como una
consecuencia indirecta del cultivo cafetalero, sino más bien como una
consecuencia directa de la política de diversificación agrícola
defendida por los liberales. Ahora bien, la región Atlántica (Caribe)
empieza su conformación como área con independencia relativa desde
antes de la llegada del ferrocarril, en un contexto de incomunicación
y colonización espontánea, aunque el "caballo de hierro"
acelera su incorporación a la esfera de control del Estado costarricense30 y del capital extranjero.
La política de colonización del Estado costarricense, en relación
directa con la legislación agraria, con los proyectos de atracción
de colonos y mano de obra extranjera, se aprehende mejor de esta manera: saltan
a la luz diferentes modalidades de colonización en el país y en
la región Atlántica (Caribe) y además se constata de manera
importante que la United Fruit Company no fue de ninguna manera la única
propietaria en esta área, antes bien sus dominios se extendieron fuera
el marco territorial que generalmente se le atribuía al "enclave".
La colonización del Atlántico tuvo entre sus actores principales,
además de la UFCo. a miembros de la clase dominante costarricense y a
colonos internos mestizos y afrocaribeños; dio cabida a las grandes propiedades,
pero también a las medianas y pequeñas, que interactuaron de diversas
maneras; aunque hemos insistido en lo relativo de estas tipologías.
A partir de este análisis se desmitifican los planteamientos de que,
antes de la llegada del ferrocarril, Limón era un área "vacía".
Luego de la ocupación prehispánica, entre 1770 y 1870, a pesar
de la incomunicación de la región, se dio un proceso de colonización
espontánea y la génesis de algunos ciclos productivos de carácter
extractivo, tales como la explotación cacaotera, hulera y del carey,
de lo que deja constancia, por ejemplo, el informe del Capitán José
Angulo, suscrito en 1862: los principales núcleos productivos y poblacionales
de la región Altántica en esa época eran el "valle
de Matina", el "puerto de Moín", la "costa del Atlántico"
y el "territorio de Talamanca".
La política agraria liberal del período 1870-1930, mediante el
desarrollo del proyecto ferrocarrilero, potenció la colonización
efectiva de la región. Además de las concesiones ferrocarrileras,
que llegaron a atentar contra los principios de la "soberanía"
nacional, las colonias agrícolas dirigidas, a pesar de su fracaso entre
1895 y 1910, también fomentaron este proceso de colonización.
En el largo plazo, la dicotomía latifundio-minifundio no tipifica la
dinámica regional. En el sentido anterior, hipotéticamente podemos
plantear que en Limón coexistieron la pequeña, la mediana y la
gran propiedad, aunque sus dimensiones variaron con el tiempo. La "gran
propiedad", que históricamente se había desarrollado desde
la época de la Colonia, estaba en manos de extranjeros, pero también
en manos de miembros de la oligarquía nacional; la propiedad indígena,
presionada por colonos extranjeros y mestizos, así como otras formas
de propiedad comunal heredadas de la colonia, debieron insertarse dentro de
las nuevas reglas del juego, debido a la abolición de los bienes comunales
a partir del Código Civil de 1884. Apunta Orlando Salazar:
"Es importante destacar que el nuevo Código eliminó rotundamente
la definición de 'bienes comunes' que se daba en el de Carrillo [de
1841]...Esos bienes eran aquellos cuya propiedad o producto tenían
adquiridos los habitantes de una o varias comunidades. Con ese cambio el Código
Civil ratificó el proceso de privatización de la tierra que
se produjo a lo largo del siglo XIX"31
Cuadro No. 1
FUENTE: Elaboración propia a partir de Viales, Ronny.
Los liberales y las áreas de colonización....Anexo No. 4
De acuerdo con los datos del Cuadro No. 1, construido a partir
de 13 clases, el 85% de los denuncios (560 casos) se concentraron en propiedades
cuyo tamaño no superó las 500 hectáreas, representado la
tercera parte del total de hectáreas denunciadas (70.276,49 hectáreas).
En el otro extremo, el 1,35% de los casos (5 casos) con propiedades entre las
5.000 y las 6.000 hectáreas, representaban el 27,15% de las tierras denunciadas
(58.225,72 hectáreas). La otra tercera parte de las tierras se distribuían
en propiedades cuyo tamaño oscilaba entre las 500 hectáreas y
menos de 5.000 hectáreas, significando el 13,65% de los casos (90 casos)
y el 40,05% de las tierras (85.927,40 hectáreas).
La imagen de Limón como región dominada por la gran propiedad
se confirma en términos de extensión, pero las formas de tenencia
de la tierra abren paso a una nueva visión para la cual el binomio latifundio-minifundio
no permite explicar en profundidad la dinámica territorial de esta región.
Por otra parte, es notorio también que la definición de la pequeña,
la mediana y la gran propiedad es histórica y relativa en términos
regionales.
En el caso de la región Atlántica que nos ocupa, no existe la
"pequeña propiedad", al menos formalmente. Los denuncios de
menor extensión registrados, por lo menos hasta las primeras décadas
del siglo XX, son de extensiones menores a las 500 hectáreas; un rango
intermedio está representado por extensiones entre las 500 y las 1.000
hectáreas, pero también existen por extensiones de más
de 5.000 hectáreas, exceptuando los grandes denuncios. Esas dimensiones
solamente fueron viables en las épocas de colonización inicial
de la región, cuando la relación población/tierra era positiva.32
A pesar de que la evidencia aportada permite identificar la existencia el "minifundio"
en la región, algunas veces bajo la forma de "minifundio interno"
-es decir, colonos asentados en propiedades de los nacionales o extranjeros,
de manera legal o ilegal-, su extensión fue variable. Hacia finales del
siglo XIX, las explotaciones más pequeñas eran de 500 hectáreas,
pero estas extensiones parecieran ser indicativas de la presencia del latifundio
especulativo en la región: la extensión de los minifundios era
de 20 hectáreas en la década de 1930. Si bien es cierto que en
el discurso político liberal se defendía la existencia de la "pequeña
propiedad", está claro que en la práctica el concepto de
"propiedad absoluta" de la tierra representó dificultades de
acceso a ésta, por parte de pequeños campesinos, por lo que en
ocasiones se desarrolló al margen de la ley y, en algunos casos, los
propietarios echaron mano del mecanismo del arrendamiento de sus tierras o del
esquilmo, como formas de explotación de la tierra. Aun así, el
minifundio interno tiene que rastrearse de manera más detallada, en una
investigación posterior.
Keith, la United Fruit Company y la River Plate Trust & Loan, sobre la base
de las concesiones territoriales ferrocarrileras, extendieron sus dominios ha
zonas aledañas a la región Atlántica, como Turrialba y
a otras regiones, tales como Guanacaste e incluso Puntarenas, en donde se especializaron
en la explotación minera y ganadera, por lo que se generó un proceso
de "extraterritorialidad interna" del "enclave", es decir,
sus actividades se extendieron más allá del entorno físico-geográfico
representado por la provincia de Limón en Costa Rica.
Es interesante que, a la par de los $ 15.000.000 o $ 30.000.000 millones de
dólares, rango en que oscilan los cálculos de la fortuna amasada
por Keith, también se consolidaron capitales nacionales mediante el estímulo
de actividades agrícolas, artesanales y comerciales en la región
Atlántica, tanto como fortunas en manos de otros extranjeros.
La especialización productiva regional en el país
siempre estuvo en relación tirante con los intentos de diversificación
llevados a cabo tanto por el gobierno costarricense como por la UFCo., que comparten
una historia de fracasos en esta materia. La "industria" bananera
siempre estuvo sujeta a la lotería de los productos, y especialmente
a una política depredatoria de la Compañía que era bastante
compleja y que motivó al Estado costarricense para buscar fórmulas
de intervención en la región Atlántica.
En términos agrícolas, si bien la especialización
bananera y cacaotera es evidente en Limón, la región se presenta
como dinámica: poco a poco la producción se fue diversificando,
incluyendo productos de subsistencia -como los tubérculos, cultivados
por indígenas y afroantillanos, así como una lenta introducción
de alimentos de la dieta del Valle Central, basada en arroz, frijoles y maíz-
tanto como comerciales -como la explotación de los cocoteros, la caña
de azúcar y los cítricos-. Los agentes sociales que propiciaron
estos cultivos fueron la UFCo., la oligarquía nacional, los campesinos;
todos estos sectores, además, tuvieron posibilidades diferenciadas de
participar en el negocio bananero.
FUENTE: Elaboración propia a partir de Viales, Ronny. Los liberales
y la colonización...., Anexo No. 9, p. 475.
Es indudable que la actividad bananera se convirtió en el eje productivo
regional. En este sentido, el monopolio que la UFCo. ejercía sobre el
transporte (el ferrocarril y la "Gran Flota Blanca"), ponía
límites importantes a las posibilidades de competir contra su dominio.
Además, la estrategia empresarial de la UFCo., en estrecha vinculación
con la Northern Railway Co., permitió consolidar esta situación,
mediante el traslado de la producción a plantadores privados, el arrendamiento
de tierras, la disciplina laboral, la gestión empresarial, la política
de "control" de precios internacionales de la fruta -sobre la base
de las "botazones" en alguna medida para controlar la producción
nacional- y la experimentación para el cambio técnico en la agricultura,
a partir de los recursos costarricenses, entre otros mecanismos.
El análisis de los precios nominales del banano exportado había
generado, hasta ahora, la tesis de la "estabilidad" del precio internacional
de la fruta a lo largo de nuestro período de estudio -1883-1930 a partir
de las estadísticas existentes-.33 El estudio del comportamiento de la
inflación estadounidense, principal mercado del banano exportado desde
Costa Rica, y de los precios reales obtenidos mediante la deflactación
de los precios nominales con la utilización de datos de Mitchell, ha
evidenciado una realidad muy diferente: la aparente estabilidad del precio bananero
en términos nominales, contrasta con una caída del precio real
en dólares del racimo de banano exportado, a partir de 1912; caída
que se acentúa entre 1916 y 1920 -años en que se dispara el proceso
inflacionario estadounidense, hasta llegar ese último año los
precios bananeros a su nivel más bajo: $ 0,23 centavos de dólar
por racimo-. El período 1931-1934 padeció otra caída de
precios, como efecto directo de la crisis de 1929 y la depresión de la
década de 1930, dada la vinculación estrecha de esta actividad
con el mercado de los Estados Unidos.
Así, los precios reales aclaran bastante la coyuntura exportadora bananera
que hace coincidir el período 1913-1914 con la caída de los precios
agrícolas mundiales. La oferta bananera creció y decayó
a lo largo del período 1883-1929, en el mismo sentido de los precios;
el último año citado se dio una baja en picada de las exportaciones
bananeras y la caída de los precios reales, lo que coadyuvó con
una crisis de dimensiones regionales, debido también a otras causas,
entre ellas: el decrecimiento del área cultivada de banano, los rendimientos
decrecientes de las tierras bananeras, el "mal" de Panamá,
la competencia internacional y el cambio climático.
Vale señalar que la UFCo. experimentó de diversas maneras en estas
tierras: con nuevos cultivos -diversificando la producción-, con nuevas
variedades, con mejoras al sistema de cultivo, aunque en el caso del banano,
la disponibilidad de tierras y la posibilidad de movilizar sus recursos hicieron
que la innovación no siempre de diera, por lo menos en Costa Rica. En
la tarea de la "conquista de los trópicos" el gobierno estadounidense
colaboró estrechamente con la Compañía. Por ejemplo, en
mayo de 1922 ésta recibió: "...a number of plants...from
the Department of Agriculture in Washington, and [were]...planted experimentally
at different places"34 en el país. Por lo tanto, la "diversidad
genética" fue un bien exportable, a la par del banano, el cacao,
los cítricos, las piñas, el abacá, el caucho, los cocos,
el jugo de futas que representaron la diversificación productiva que
acompañó la especialización productiva bananera de la región
Atlántica (Caribe) de Costa Rica.
Inclusive en algunos informes de la UFCo. se inserta un apartado en el que dan
cuenta de la "applied research" llevada a cabo cada año. Según
Steve Marquardt en Costa Rica desde 1912 se había instalado un laboratorio
con dos personas en Zent, en donde se realizó el primer análisis
de suelos.35 A partir de 1925 se seleccionaron las tierras según el nivel
de acidez (PH) y en 1926 se creó el "Departamento de Investigación"
que contaba en 1927, bajo la coordinación de T. C. Hendrickson, con más
de 10 proyectos en ejecución entre los que destacaban: pruebas sobre
fertilizantes para el cacao; para fertilización de naranjas y experimentación
con diferentes variedades de banano.36
Aunque hay que recordar que algunas investigaciones se habían
realizado en la casa matriz de la UFCo. en Boston, la investigación siguió
rumbos similares en Honduras y Panamá.37 Según Marquardt el "mal de Panamá" se convirtió
en un estímulo para la investigación de este tipo, pero la evidencia
apunta al hecho de que la experimentación de la compañía
con nuevos cultivos fue anterior a la epidemia de la enfermedad. Para 1927 se
estaba ensayando por parte de la Compañía el cultivo de 63 variedades
de plantas -entre ellas varios tipos de café- en tierras de la UFCo.38 con la clara motivación de aprovechar la explotación de los recursos
costarricenses al máximo durante todo el año, así el trabajo
experimental era concebido como un esfuerzo para: "...to produce an
off season fruit..."39, exportar y aprovechar la disponibilidad de tierras
y la capacidad instalada, en detrimento de las alternativas "nacionales"
de desarrollo, para aprovechar la demanda estacional en Estados Unidos.
Por esa razón, desde 1892 se inician en Costa Rica los intentos del gobierno
por establecer algún impuesto a la exportación de bananos, pero
este gravamen no tuvo éxito hasta 1909, año en que se llegó
a un convenio mediante el cual los tributos se limitarían durante un
plazo de 20 años a un impuesto único sobre la exportación;
éste fue de un centavo oro americano por racimo, siendo el arreglo válido
hasta 1930. "[V]arias...décadas más [tarde]...el Estado obt[uvo]...
una compensación tributaria por el uso de los recursos nacionales en
la reproducción del capital bananero, al extender el pago del impuesto
territorial y la renta a las compañías bananeras, en el año
de 1949"40 con escasa participación de la UFCo.
Un aspecto sobre el que hay que profundizar en el futuro tiene que ver con el
funcionamiento del mercado de trabajo en la región Atlántica.
Aunque existen trabajos que se aproximan a esta problemática desde la
perspectiva étnica y de género de manera general, aun es válido
aplicar las teorías económicas sobre las migraciones para estudiar
este fenómeno al que ya en otra ocasión habíamos realizado
un acercamiento.41 Por el momento basta citar que en "...1926, la United...ocupó
10.680 hombres en Costa Rica y tuvo una lista anual de pagos de ¢ 20.290.080
[colones]...En julio de 1932, había 4.300 hombres en la lista de pagos
y éstos alcanzaban solamente a ¢ 5.000.000 [de colones]...anuales.
Para comprender esto, debe tenerse presente que los gastos del Gobierno, en
su totalidad, fluctuaron entre 28 y 32 millones de colones en los últimos
años y la Compañía frutera produce solamente una cuarta
parte de la fruta exportada".42
Según Sandner, los obreros despedidos, afroantillanos en su mayoría,
se establecieron a lo largo de la vía férrea43, aunque existe evidencia
tangencial de que la "usurpación" de tierras era un mecanismo
extendido. Por otra parte, el minifundio interno, es decir la pequeña
propiedad inserta de hecho o de derecho en una gran propiedad, también
existió por otras vías en la región. Con escasos datos
hemos podido constatar que la UFCo. alquiló parcelas para el cultivo
de subsistencia, tanto como el gobierno, ubicadas en el caso urbano de Limón
y a lo largo de la vía férrea. Para desinvisibilizar este hecho,
además de la evidencia presentada en esta investigación, es importante
señalar que el arrendamiento de tierras era práctica común.
Por ejemplo, la Compañía alquilaba parcelas para fines comerciales
-expendio de carnes, comisariatos-, vacacionales -para casas de veraneo- y para
cultivos de subsistencia.44 Esta situación favorecería la tesis
de la existencia de un semiproletariado agrícola en Limón.
El gobierno costarricense, por su parte, al menos desde 1909, reglamentó
el uso de parcelas estatales ubicadas en las zonas aledañas a la vía
férrea y cobró una renta por este concepto. Estos terrenos eran
utilizados también para diversos fines: para construir viviendas y pequeñas
explotaciones agrícolas y en algunos casos los grandes propietarios simplemente
los habían adosado a sus tierras. Esta faceta del proceso de colonización
deberá seguirse con mayor detalle en el futuro, pero me permito citar
un ejemplo. En 1923 más de un centenar de pobladores de Línea
Vieja, jurisdicción de Siquirres y Pococí apuntaban que:
"Hace algún tiempo que la Secretaría de Fomento envió
un empleado con el carácter de inspector á cobrar el impuesto
respectivo por la ocupación de la faja del Gobierno, donde á
duras penas hemos construido nuestras casitas, y es tan fuerte ese impuesto
que muchas personas tendrán que ceder sus casitas al Gobierno por las
sumas que adeudan, pues se nos cobra un céntimo mensual por metro cuadrado,
suma exhorbitante que hará que muchos de nosotros tengamos que irnos
á vivir a lo espeso del bosque"45
Por esta razón pedían la supresión del impuesto, comprometiéndose
a desocupar los terrenos cuando el gobierno se los pidiera. El gobierno se mostró
renuente ante la petición, debido al incremento en el fenómeno
de la usurpación de tierras en propiedades estatales.
En otro orden de cosas, en la región Atlántica la UFCo., el gobierno
costarricense, inmigrantes y otras compañías extranjeras entraron
en conflicto con los indígenas debido al interés sobre Talamanca.
Por ejemplo, apuntan Borge y Villalobos:
"En 1909...[la UFCo.] por medio de su subsidiaria, la Chiriquí
Land Co., se instaló en el Valle de Sixaola, sembrando...[un] bananal
en Gandoca. Construyó el puente sobre el río Sixaola y el ferrocarril
bananero desde Gandoca a Puerto Almirante en Panamá. En ese mismo año
extendieron sus actividades al Valle de Talamanca...La Chiriquí Land
Co. fue acompañada en dicho proceso por el Estado Costarricense (sic)
mediante la instalación de escuelas, la represión de los talamanqueños
por medio del Resguardo Fiscal y del Ejército de la época, propuestas
de crear reservas indígenas y [de]...concentrar a los indígenas
en pueblos y el desconocimiento de las autoridades tradicionales...Cientos
de trabajadores no indígenas y tecnología de la más avanzada
del mundo de la época, fueron introducidos a Talamanca...En poco tiempo,
estos trabajadores talaron miles de hectáreas de bosque...Inmediatamente
los indígenas opusieron resistencia a la expropiación de sus
tierras. Alfredo Swaby, dirigente indígena, denunció atropellos
que cometía la Chiriquí...en contra de los indígenas.
Antonio Saldaña, cacique de los bribri-cabécares y los UséköL
dirigieron los hostigamientos a la Compañía Bananera, envenenando
animales de tiro, cortando bananales y destruyendo vías ferroviarias...La
respuesta de la "Chiriquí" no se hace esperar. Asesinaron...a
Antonio Saldaña...."46
Otra zona que trató de incorporarse a la esfera de influencia de la región
Atlántica fue Turrialba, como queda claro en esta investigación.
El interés estatal por controlar estas áreas se extendió
a otras: en 1914 empieza a fomentar el establecimiento de cultivos bananeros
y cacaoteros en la zona de Tortuguero, mediante una concesión similar
a la otorgada en otros períodos, aunque parece no haber tenido éxito.47
El enfoque regional permite dilucidar algunos aspectos de la dinámica
del Atlántico costarricense entre 1870 y 1930, al menos desde la perspectiva
agraria. Llama la atención el hecho de que, a la par de la UFCo, la Northern
y Keith explotando recursos "nacionales", coexistieron algunos empresarios
nacionales y otros extranjeros, que interactuaron con el gobierno y otros actores
sociales, y de estas relaciones surgió algún nivel de desarrollo
endógeno48 que potenció, al menos, la subsistencia de algunos contingentes
de población, la formación de capital nacional e incentivó
una industria ligera de bienes de consumo.
Evidentemente, a partir de la segmentación del mercado de trabajo presentada
en este trabajo, se tiene que profundizar en la caracterización de los
sectores "industrial" y de "servicios" que se crearon en
el casco urbano de Limón, con el fin de evaluar el impacto de la economía
bananera y de la actividad portuaria sobre esos sectores, tanto para completar
la visión regional con las actividades no agrícolas.
Al final, queda claro que tanto a nivel nacional como regional,
un "...sesgo [del]...monocultivo [bananero]...no implica que no se pudieran
desarrollar cultivos alternativos de exportación, pero sí puso
obstáculos en [este]...camino, además de aquellos que de todos
modos se tendrían que enfrentar"49,
de allí que el modelo de desarrollo "...guiado por las exportaciones,
con su insistencia en el aumento del valor de las mismas, se vio sometido a
fuertes ciclos que reflejaban los avatares del sector exportador"50 y la economía bananera regional, al establecer linkages con el
resto del país, transmitía los efectos de la crisis bananera a
la economía nacional51, tal y como acontece todavía hoy en Costa
Rica.
De lo anterior se desprende que el origen del enclave no puede entenderse sin
tener como contexto general los fundamentos de la política agraria liberal
y el proceso de colonización de la región Atlántica (Caribe).
Por lo tanto, el origen del enclave se explicaría como un intento más
de vinculación con el mercado internacional, propiciando la colonización
de una nueva región; la atracción de capitales; la construcción
de un ferrocarril y el fomento de un nuevo producto agrícola. Claro,
las consecuencias van a culminar en un desengaño liberal.
2.2. El período 1927-1950: la crisis regional
y la develización de la estructura del enclave bananero en Costa Rica
Entre 1927 y 195052 no es posible plantear, en nuestro caso, que las relaciones
del enclave con la economía nacional y local eran "prácticamente
nulas", porque la partida de la United Fruit Company de la región
Atlántica entre 1914 y 1950 tuvo un impacto relevante sobre Limón,
aparte de la generación de un nivel importante de desempleo. Por lo tanto,
entre la economía local y el enclave existieron enlaces, "linkages
and leakages"53 de diversa índole, directos e indirectos, los cuales
pueden explicitarse a partir de la investigación empírica.54
El retiro de la UFCo. del Atlántico costarricense no fue repentino sino
que se puede caracterizar como un proceso que, hasta 1950, no había tenido
final. Aunque la estructura del enclave emigró hacia el Pacífico
Sur, la Compañía nunca salió del Atlántico, siguió
ensayando cultivos rentables en la región y continuó siendo propietaria
de grandes extensiones de tierra. Por otro lado, la producción bananera
nunca ha desaparecido totalmente de la región55, lo que sucedió
fue que dejó de ser el elemento dinamizador de ésta, tal y como
lo demuestra la caída en las exportaciones de banano por el puerto de
Limón.
La decadencia de la región Atlántica (Caribe) no ocurrió
solamente por la salida paulatina de la UFCo. Antes bien, se conjugaron nueve
factores que incidieron directamente en la evolución del esplendor a
la crisis regional:
a. El decrecimiento del área cultivada de banano.
b. El rendimiento cada vez menor de las "viejas" tierras bananeras.
c. Los efectos del cambio climático sobre el ferrocarril y las plantaciones.56
d. El impacto del "mal de Panamá".57
e. Los cambios en la política empresarial de la UFCo.
f. El impacto de la crisis de 1929 y de la Segunda Guerra Mundial.
g. El levantamiento de rieles y la incomunicación de tierras exbananeras.
h. El mecanismo de explotación de los productores privados mediante
contratos de compra-venta de banano, dado el monopolio de la UFCo. sobre la
comercialización de la exportación de la fruta y no sobre la
producción de ésta.
h. El traslado de la producción bananera hacia el Pacífico
sur, oficialmente después de 1938.
Aunque el proceso de crisis se inció desde 1913-1914, debido a los tres
primeros factores citados, el golpe de gracia a la región lo dió
la crisis de 1929 y se complementó con la política empresarial
de la UFCo. El punto más bajo de esa crisis está marcado por el
impacto de la Segunda Guerra Mundial (1940-1945), coyuntura internacional que
afectó de manera directa e inmediata a la región aquí estudiada.
Por lo tanto, no es acertado plantear que las leyes y las acciones del Estado
no incidían sobre el enclave y la UFCo., pues la relación Estado-enclave
se debe entender como dinámica e histórica, en la cual se generaron
relaciones cambiantes. El Estado no ha sido un "sujeto" pasivo en
este proceso y su labor se ha complementado con la de los gobiernos e instancias
locales.58
El vacío de poder dejado por la Compañía frutera fue llenado
por cuatro elementos interactuantes, que generaron un cambio en la formación
regional: los intereses regionales y el poder local que presionan por una mayor
participación del Estado, sobre todo después de cambiar su actitud
ante la Compañía;59 el Estado que se incorporó a la búsqueda
de alternativas de solución para la crisis regional, la cual también
afectó otros sectores del país; el proceso de "recampesinización",
generado internamente como fruto de la liberación -de hecho o real- de
tierras, y la consecuente fragmentación del latifundio ex-bananero; finalmente,
el proceso de "neocolonización" y de diversificación
productiva, protagonizado por elementos mestizos, en la mayoría de los
casos con el aval del Estado, que se incorporó a la región a través
de los Proyectos de Colonias Agrícolas, los cuales cobraron mayor fuerza
en la zona de Línea Vieja.60
De esta manera, la región Atlántica (Caribe) costarricense obedece
al patrón de explotación y permanencia, esbozado por Preston James61 , pues nunca frenó su rol de región de atracción y expulsión,
tal y como plantearemos más adelante.
El nuevo panorama también incorporó novedosas formas de tenencia
de la tierra. Siempre se ha creído que el arrendamiento y la usurparción
tuvieron mayor impacto entre la población negra, pero es necesario incorporar
otra forma de explotación de la tierra: el esquilmo, que tuvo su génesis
en la extrema pobreza de algunos propietarios, sin medios para poner a producir
la tierra, los cuales se vieron forzados a ofrecer este factor de producción
a quienes estuvieron dispuestos a aportar el trabajo.
Los actores regionales no tuvieron claros los límites entre la crisis
general de la región y el golpe de gracia de la crisis de 1929, pues,
entre otros factores, aún estaban cifradas las esperanzas en la explotación
bananera. Caso contrario sucedió con la Segunda Guerra Mundial, debido
a que la crisis general ya estaba internalizada en sus mentes. Así, después
de 1932, cuando empezaron a mitigarse los efectos de la crisis de 1929, se inició
el "discurso del desencanto" entre los pobladores de la región,
pues comenzaron a vivir en carne propia los efectos de la política de
la Compañía frutera.
El análisis de ¿qué fue Limón sin la UFCo.?, arrojó
el balance de que la Compañía dejó de jugar un rol determinante,
pero nunca abandonó totalmente la región. La crisis regional interna
fue superada hacia 1956, cuando se reintrodujo la producción bananera
en el Atlántico.
Siguiendo a Hojman, un enclave debe conceptualizarse tomando en cuenta que:
"Aparte de ser una actividad económica, posiblemente localizada
geográficamente, con pocos vínculos...con el desarrollo local,
o donde esos vínculos son mucho menos importantes que las fugas, otra
característica asociada frecuentemente con los enclaves es la propiedad
extranjera. Un enclave es una isla o un tentáculo de un poder foráneo,
lo que lo hizo un problema legítimo de estudio de la teoría
de la dependencia".62
Además, siguiendo las recomendaciones de Kay, la visión estructuralista
y dependentista de las limitaciones del desarrollo en el Tercer Mundo debe complementarse
con "...more studies of the smaller or micro units of a country. These
micro studies have, of course, be linked to the global or macro national and
international theories...In this sense...analysis would greatly benefit from
studies on the development of local markets and their linkages with national
and international markets...."63. Así pues:
"Una región constituye una sociedad territorial contigua históricamente
evolucionada, que posee un desarrollo físico, un milieu socioeconómico,
político y cultural, y una estructura espacial distinta de otras regiones
y de otras unidades territoriales mayores....".64
Por otro lado, la región Atlántica (Caribe) es, a la vez, una
región económica formada "...sobre una base natural, contando
con un determinado tipo de relieve, clima, suelo, hidrografía y oceanografía,
recursos minerales, vegetación y fauna".65 Pero no debemos olvidar
que las "...regiones...no son sólo productoras de algo, ni son la
historia del poblamiento. Son realidades de vida, niveles de salarios, gastos
e ingresos...y el estandar de vida del hombre de cada región...En las
zonas de miseria, hay islotes de prosperidad; y en las zonas prósperas
hay islotes de miseria".66
De esta manera, en la región Atlántica se generó un vacío
con la salida de la UFCo., por eso, para superar la crisis, los intentos de
rearticulación del mercado interno y de recapitalización de la
economía regional se caracterizaron por el hecho de que el vacío
dejado por la Compañía se llenó por al menos tres agentes:
1. El Estado.
2. El Gobierno y las instancias locales, que presionaron sobre el Estado.
3. Un proceso de "recampesinización" y de vuelta a la agricultura
de subsistencia.
Quizás lo válido sería plantear que se generó una
formación económica regional, en la cual interactuaron los factores
citados y otros más que saldrán a la luz en futuras investigaciones.
Esquema 2
La reconceptualización del "enclave" bananero
en Costa Rica
Fuente: Elaboración propia.
Conclusión: tesis para reconceptualizar el enclave
bananero costarricense y proyecciones para el Caribe
A partir de este estudio de caso, los "enclaves", al menos los agrarios,
parecen ser menos cerrados de lo que tradicionalmente se ha planteado y a partir
de las ideas anteriores es factible reinterpretar en alguna medida situaciones
similares en Centroamérica67 y en América Latina en general., aunque
en una de las últimas publicaciones de síntesis histórica
centroamericana -la Historia General de Centroamérica- Mario Posas se
plantea la siguiente interrogante: ¿funcionó la plantación
bananera en Centroamérica como un enclave entre 1870 y 1929? Al responder
concluye que, utilizando el concepto de enclave en el sentido empleado por Cardoso
y Faletto, debería contestarse afirmativamente.68 Para nosotros, en el
caso costarricense habría que cuestionar esta visión -tarea que
deberá asumirse comparativamente en Centroamérica y el Caribe-
aunque es evidente la expoliación económica de la UFCo. sobre
la región y sus gentes. De ahí que sea necesario clarificar las
posibilidades teóricas para establecer una relación entre los
enclaves agrarios y el crecimiento económico basado en la agricultura.
Para hacer una síntesis de la reconceptualización del "enclave
bananero" propuesta, podemos plantear las siguientes tesis que lo definen,
al menos para el caso costarricense entre 1870 y 1950:
1. Existen diversos linkages y leakages entre el Estado y la economía
"nacionales" y el enclave bananero.
2. El origen del enclave bananero, como concesión territorial y económica
al capital extranjero, se explica a partir de las políticas agrarias
liberales de finales del siglo XIX, y no como un subproducto de la expansión
cafetalera, tal y como se había venido planteando.
3. El enclave bananero debe analizarse en el marco de la región en
que se ubica, a la cual dinamiza y explota, y con la cual interactúa
de diversas formas.
4. En la dirección anterior, la colonización del Caribe costarricense
debe entenderse como de "largo recorrido", esto es, es histórica y
por lo tanto dinámica. Desde antes del siglo XVI había sido
colonizada y recolonizada por diversos agentes sociales y económicos,
por lo que no ha constituido un "área vacía".
5. La región Caribe de Costa Rica ha sido tipificada por la existencia
del latifundio bananero, pero coexistieron diversas modalidades en su proceso
de colonización efectiva, potenciada por el ferrocarril al Atlántico:
los denuncios de tierras, las concesiones y la compra y venta por parte de
agentes tanto transnacionales como nacionales. Es importante recalcar que
sí había producción para la subsistencia, potenciada
por la existencia del "minifundio interno" (pequeña propiedad y arrendamiento
de tierras por parte de la compañía), y por procesos de recampesinización
que hacen pensar en la existencia de semiproletarios al interior del enclave
bananero. Este fenómeno permitía la reproducción de la
mano de obra y complementa la visión de que toda el consumo de subsistencia
se tenía que subsanar mediante la compra de bienes en los comisariatos
de la Compañía bananera.
6. La existencia de un mercado regional para bienes agropecuarios, fomentó
la existencia de una industria regional de bienes de consumo, así como
la compra de algunos bienes en fábricas que se ubicaban en el entorno
de la región ocupada por el enclave, tal es el caso del calzado que
se compraba en Turrialba, por citar un ejemplo.
7. La dinámica del enclave y la plantación bananera obedece
a la lógica del modelo agroexportador, por lo que se orienta al mercado
externo, pero su oferta está completamente sujeta a las condiciones
del mercado exterior, a la "lotería de los productos" (precios y demanda).
8. La respuesta de la UFCo. y los plantadores privados de banano a la demanda
del mercado internacional, se fundamenta en políticas monopolísticas
de la gran compañía, que se aplican a partir de una estrategia
empresarial que utiliza mecanismos como el monopolio de la exportación,
la compra de fruta a plantadores privados y el ajuste de precios y, además,
mediante las "botazones" que buscaron regular la oferta, pero que no fueron
efectivas siempre.
9. La UFCo. se especializó en la producción bananera, pero
desarrolló cultivos complementarios y alternativos, siempre para la
exportación, como estrategia empresarial que perseguía la explotación
de los recursos al nivel máximo, debido al costo cero con que obtuvieron
ese recurso.
10. La UFCo. y la Northern Railway Company establecieron una alianza estratégica
que les permitió ejercer el monopolio sobre los medios de comunicación
y los canales de comercialización del banano tanto como del café
que se exportó por el Caribe.
11. La UFCo. potenció el cambio técnico en la plantación
bananera, mediante innovaciones en el sistema de cultivo, tales como los sistemas
de drenaje que obedecían a las condiciones agroecológicas de
la región Caribe, y en los sistemas de trabajo, tales como la especialización
obrera en diversas labores, pero además experimentó de diversas
formas con la biodiversidad de ésta: por ejemplo, tratando de adaptar
variedades de diferentes frutas de "estación" para ser exportadas a
los Estados Unidos.69
12. El enclave bananero tenía la característica de contar
con un principio de extraterritorialidad externa, como señalaba el
concepto tradicional, pero también interna: sus actividades no se circunscribieron
al Caribe, como lo demuestra la propiedad territorial que tenían distribuida
en otras partes del país, como Cartago y Guanacaste, en la que desarrollaron
diversas explotaciones agrícolas y de otro tipo. Por ejemplo, en Orosi
cultivaron cítricos para la exportación.70
13. La explotación de la mano de obra y la proletarización
fomentada por el enclave bananero, generaron la formación de un mercado
de trabajo segmentado por clase, etnia y género.71 Además, el
enclave bananero se convirtió en un espacio para la movilidad de población,
tanto en términos de migración internacional como interna, por
lo que se estableció un marco caracterizado por la multiculturalidad.
14. Finalmente, el enclave bananero constituyó un espacio para la
rapiña sobre la biodiversidad; la región Caribe sufrió
los efectos de la contaminación por los desechos de la producción
bananera, y por la utilización de pesticidas y fungicidas en este mismo
proceso, por lo que los terrenos y las aguas sufrieron los efectos de las
externalidades negativas de la presión económica sobre los recursos
en esta región. Además, la especialización bananera también
incidió sobre la erosión genética de la plantación,
lo que la hizo vulnerable a las plagas, como el "mal de Panamá" y al
cambio climático, que ocasionó pérdidas económicas
en diversos períodos críticos. Sobre esta línea de investigación
hay que profundizar en el futuro.
Una tarea interesante consistirá en contrastar este nuevo concepto con
la situación de los enclaves en la región Caribeña en general,
para determinar los patrones comunes y las diferencias, para lo que esta propuesta
conceptual procura transformarse en un sólido punto de partida para la
investigación histórico-económica-ecológica de esta
problemática.
© Ronny J. Viales
Hurtado
Notas
Arriba
vuelve 1. Viales, Ronny. "Elementos
para la reconceptualización del enclave bananero en Costa Rica: rescatando
el peso de los factores internos en la historia económica de América
Latina". En: Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Memorias
del IV Simposio Panamericano de Historia, México: El Instituto, 2001,
pp. 473-483.
vuelve 2. Viales, Ronny. Después
del enclave.Un estudio de la región Atlántica costarricense. 1927-1950,
San José: EUCR, 1998.
vuelve 3. Reiffers, Jean-Louis,
et. al. Las empresas transnacionales y el desarrollo endógeno, Madrid:
Tecnos-Unesco, 1982.
vuelve 4. Araya, Carlos. Historia
económica de Costa Rica: 1821-1871, 4?. ed., San José: Editorial
Fernández Arce, 1982, p. 56.
vuelve 5. Ver Casey, Jeffrey.
Limón 1880-1940. Un estudio de la industria bananera en Costa Rica, San
José: Editorial Costa Rica, 1979.
vuelve 6. Torres-Rivas, Edelberto.
"Poder nacional y dependiente. Notas sobre las clases y el Estado en Centroamérica".
En: Varios autores, La inversión extranjera en Centroamérica,
3?. ed., San José: EDUCA, 1981, p. 260.
vuelve 7. Cfr. Rovira Mas,
Jorge. "Edelberto Torres Rivas: centroamericano, razón y pasión".
En: Anuario de Estudios Centroamericanos No. 26, Vols. 1-2, 2000, pp. 7-28.
vuelve 8. Ibid., pp. 9-10.
vuelve 9. It is widely recognised
that dependency analysis developed out of two traditions of economic thought,
Marxism and Latin American Structuralism, associated with the U N Economic Commision
for Latin America (ECLA)". Love, Joseph. "The origins of Dependency
analysis". En: Journal of Latin American Studies, Vol. 22, Part 1, February
1990, p. 142. Según Gabriel Palma: "...there is no such thing as
a single theory of dependency; under the dependency label we find
approaches so different that we may at best speak of a school of dependency".
Palma, Gabriel. "Dependency: a formal Theory of Underdevelopment or a Methodology
for the analysis of concrete situations of Underdevelopment". En: World
Development, Vol. 6, 1978, p. 911.
vuelve 10. Ver. Cardoso,
F.H. y Faletto, Enzo. Dependencia y desarrollo en América Latina (Ensayo
de interpretación sociológica), INSTITUTO, Santiago, Chile, 1967
y Dependencia y desarrollo en América Latina, 20a. ed., México:
Siglo XXI Editores, 1986, pp. 48-63. (La primera edición de este último
data de 1969). Cfr. Lewis, Arthur. "El desarrollo y la distribución".
En: Cairncross, Alec y Mohinder Puri (Comps.) El empleo, la distribución
del ingreso y la estrategia de desarrollo económico: problemas de los
países en desarrollo. Ensayos en honor de H. W. Singer, México:
FCE, 1987, p. 42. (Edic. orig. inglés 1976).
vuelve 11. Grosfoguel, Ramón.
"A TimeSpace perspective on Development. Recasting Latin American debates".
En: Review, Vol. XX, No. 3/4, Summer-Fall 1997, p. 510.
vuelve 12. Cfr. Torres Rivas,
Edelberto. Procesos y estructuras de una sociedad dependiente: El caso de Centroamérica,
Santiago de Chile: Editorial Prensa Latinoamericana, 1969.
vuelve 13. Cfr. Torres Rivas,
Edelberto. Interpretación del desarrollo social centroamericano. Procesos
y estructuras de una sociedad dependiente, San José: EDUCA, 1971.
vuelve 14. Hojman, David.
"From Mexican Plantation to Chilean Mines: the teoretical and empirical
relevance of enclave theories in contemporary Latin America". En: Inter-American
Economic Affairs, Vol. XXXIX, No. 3, Winter 1985, p. 29. Traducción libre.
vuelve 15. Cfr. Lewis, Arthur.
"El desarrollo y la distribución". En: Cairncross, Alec y Mohinder
Puri (Comps.) El empleo, la distribución del ingreso y la estrategia
de desarrollo económico: problemas de los países en desarrollo.
Ensayos en honor de H. W. Singer, México: FCE, 1987, p. 42. (Edic. orig.
inglés 1976).
vuelve 16. Abramo, Laís.
"Trabajo, trabajadores y desarrollo socioeconómico en América
Latina y el Caribe. Algunas notas para la discusión". En: Sociología
del Trabajo, Nueva Epoca, No. 28, otoño de 1996, p. 47.
vuelve 17. Cfr. Torres Rivas,
op. cit., pp. 90-108.
vuelve 18. Ibid., p. 105.
vuelve 19. Ibid., p. 106.
vuelve 20. Para el caso del
enclave minero peruano, Kruijt y Vellinga sostienen que "...el establecimiento
de cada uno de los enclaves no fue el resultado de iniciativas locales sino,
más bien, el producto de la expansión capitalista en las metrópolis.
El desarrollo de enclaves revela, además, un patrón que se repite
para toda América Latina". Y agregan que: "Parece que la estructura
del enclave, una vez establecida, tiende a generar mecanismos que impiden un
cambio estructural hacia un centro de crecimiento integrado de manera más
orgánica con la economía nacional ". Kruijt, Dirk y Menno
Vellinga. Estado, clase obrera y empresa transnacional. El caso de la minería
peruana, 1900-1980, México: Siglo XXI Editores, 1983, pp. 27 y 47.
vuelve 21. Cfr. Reynolds,
Lloyd. El crecimiento económico en el Tercer Mundo, Madrid: Alianza,
1989. (Edic. orig. inglés 1986).
vuelve 22. Cfr. por ejemplo
Román, Ana Cecilia. El comercio exterior de Costa Rica (1883-1930) Tesis
de grado en Historia, Universidad de Costa Rica, 1978.
vuelve 23. ANCR. Serie Congreso.
No. 8227. Informe de agricultura e industria de 1873, San José: Tipografía
Nacional, 15 de mayo de 1874, p. 27.
vuelve 24. Biblioteca de
la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica (BAL). Memoria
de Fomento. 1897, San José: Tipografía Nacional, 1897, p. 1.
vuelve 25. BAL. Memoria de
Fomento. 1899, San José: Tipografía Nacional, 1899, p. 5.
vuelve 26. Para profundizar
en esta problemática Cfr. Viales, Ronny. "Las bases de la política
agraria liberal en Costa Rica. 1870-1930. Una invitación para el estudio
comparativo de las políticas agrarias en América Latina".
En: Diálogos, Vol 2, No. 4, julio-octubre de 2000. http://ns.fcs.ucr.ac.cr/~historia (ISSN 1409-469X) y además Viales, Ronny. Los liberales y las áreas
de frontera no cafetaleras: el caso de la región Atlántica (Caribe)
costarricense entre 1870 y 1930". Tesis de Doctorado en Historia. Universidad
Autónoma de Barcelona, 2001.
vuelve 27. Bulmer-Thomas,
Victor. La historia económica de América Latina desde la independencia,
México: FCE, 1998, p. 12. (Edic. orig. inglés 1994).
vuelve 28. Santamaría,
Antonio. "Canales, cafetales y banano. Historia del ferrocarril de servicio
público en Centroamérica y Panamá". En: Sanz, Jesús
(Coord.) Historia de los ferrocarriles de Iberoamérica (1837-1995) Madrid:
Fundación de los Ferrocarriles Españoles, 1998, p.377.
vuelve 29. Cfr. Girot, Pascal.
"La crisis actual del ferrocarril: evolución y perspectivas de los
transportes hacia la región Atlántica". En: Carvajal, Guillermo
(Edit. y Comp.) Seminario Estado de la Investigación Científica
y la Acción Social sobre la región Atlántica de Costa Rica,
San José: Oficina de Publicaciones, Universidad de Costa Rica, 1989,
pp. 115-134.
vuelve 30. Según José
Daniel Gil "Construir un país es en un primer momento delimitarlo
geográficamente, luego se procede a ocuparlo, se le unifica económicamente
y en medio de este proceso se construyen mecanismos de control que conforman
el estado...En esta tarea de construir el país el dominio del espacio
es vital. ¿Cómo se dio esto en el caso costarricense? Primero...se
reordenó el espacio. Esto se dio por dos vías: la económica
y la jurídico política....En torno a actividades como el café
en el Valle Central, la ganadería en Guanacaste, el banano en el Atlántico
y luego las minas entrado el siglo XX, fueron creándose en un primer
momento mercados regionales aislados". Gil, José Daniel. Conquistaron
el espacio hombres, mujeres y almas. 1880-1841. Ponencia presentada en el Seminario
"Fin de Siglo XIX e identidad nacional en México y Centroamérica",
Alajuela, Costa Rica, Museo Histórico-Cultural Juan Santamaría,
11 al 14 de mayo de 1999, pp. 3-4.
vuelve 31. Salazar Mora,
Orlando. El apogeo de la República liberal en Costa Rica: 1870-1914,
San José: EUCR, 1990, p. 101.
vuelve 32. Cfr. Viales, Ronny.
"La colonización agrícola de la región Atlántica
(Caribe) costarricense entre 1870 y 1930. El peso de la política agraria
liberal y de las diversas formas de apropiación territorial". En:
Anuario de Estudios Centroamericanos. En prensa.
vuelve 33. Cfr. Viales, Ronny.
"La coyuntura bananera, los productos "complementarios" y la
dinámica productiva empresarial para la exportación de la United
Fruit Company en el Caribe costarricense. 1883-1934". En: Revista de Historia.
En prensa.
vuelve 34. Archivo Nacionald
de la República de Costa Rica (ANCR). INCOFER, Caja No. 133, s. p.
vuelve 35. Cfr. Marquardt,
Steve. "Green Havoc"....
vuelve 36. ANCR. INCOFER,
Caja No. 133, s. p.
vuelve 37. Para el caso hondureño
Cfr. Soluri, John. Landscape and Livelihood: An Agroecological History of Export
Banana in Honduras, 1870-1975, Doctoral Dissertation (History) The University
of Michigan, 1998.
vuelve 38. ANCR, INCOFER,
Caja No. 133, s. p.
vuelve 39. ANCR, INCOFER,
Caja No. 133, s. p.
vuelve 40. García,
Ethel. "Enclave bananero, nacionalismo y anti-imperialismo en Costa Rica
(1884-1938) y Honduras (1902-1958)". En: Geoistmo, Vols. X y XI, Nos. 1
y 2, 1996-97, p. 25.
vuelve 41. Cfr. Viales, Ronny.
Después del enclave....
vuelve 42. Lloyd Jones, Chester.
"La República de Costa Rica y la civilización en el Caribe".
En: Revista del Instituto de Defensa del Café, Tomo XI, No. 78, abril
1941, p. 63.
vuelve 43. Sandner, Gerhard.
La colonización agrícola de Costa Rica, T. I, p. 88.
vuelve 44. Cfr. ANCR. INCOFER,
Caja No. 87, s. p.
vuelve 45. ANCR. Serie Congreso,
No. 13.062, f. 1. Agradezco a la historiadora Margarita Torres esta referencia.
vuelve 46. Borge, Carlos
y Victoria Villalobos. Talamanca en la encrucijada, San José: EUNED,
1995, pp. 35-38.
vuelve 47. Cfr. BAL. Memoria
de Fomento. 1914, p. LXIX.
vuelve 48. Cfr. Reiffers,
Jean-Louis, et. al. Las empresas transnacionales y el desarrollo endógeno,
Madrid: Tecnos-Unesco, 1982 y Viales, Ronny. "Elementos para la reconceptualización
del enclave bananero en Costa Rica: rescatando el peso de los factores internos
en la historia económica de América Latina". En: Instituto
Panamericano de Geografía e Historia. Memorias del IV Simposio Panamericano
de Historia, México: El Instituto, 2001, pp. 473-483.
vuelve 49. Bulmer Thomas,
Victor. La economía política de Centroamérica desde 1920,
San José: BCIE/EDUCA, 1989, p. 12.
vuelve 50. Bulmer Thomas,
Victor. La historia económica de América Latina desde la independencia,
p. 207.
vuelve 51. Cfr. Viales, Ronny.
Después del enclave....
vuelve 52. Para el análisis
de este apartado me basé en: Viales, Ronny. "Elementos para la reconceptualización
del enclave bananero en Costa Rica: rescatando el peso de los factores internos
en la historia económica de América Latina". En: Instituto
Panamericano de Geografía e Historia. Memorias del IV Simposio Panamericano
de Historia, México: El Instituto, 2001, pp. 473-483.
vuelve 53. Parafraseando
a Eric Meyer, quien estudiando el caso de Ceilán plantea además
que: "The image of enclave, which generally implied the existence
of relations of domination-dependence, was employed as a material for...myths.
Those who used it considered that the foreign enclave was dominant
and the body which it occupied dependent. This links with the metaphor of the
enclave as a cancer, destroying the economic and social fabric from
inside, although village was generally described as passively hemmed-in
by the estate rather than enclaved". Meyer, Eric. "Enclave
plantations, hemmed-in villages and dualistic representations in
Colonial Ceylon". En: The Journal of Peasant Studies, Vol. 19, Nos. 3-4,
April-July 1992, p. 212.
vuelve 54. Vale señalar
que la versión estructuralista se ha puesto en marcha en múltiples
estudios sobre enclaves y plantaciones, por ejemplo, en el caso cubano. Cfr.
Bibliografía general. Un ejemplo de este enfoque lo encontramos en: Varios
autores, United Fruit Co. Un caso del dominio imperialista en Cuba, La Habana,
Cuba: Editorial de Ciencias Sociales, 1976.
vuelve 55. Aquí nos
oponemos al criterio de Casey según el cual en 1942 "...la producción
bananera desapareció totalmente de la región". Cfr. Casey,
op. cit., p. 15.
vuelve 56. Cfr. Peraldo,
Giovanni y Ernesto Rojas. "La deslizable historia del ferrocarril al Caribe
de Costa Rica". En: Anuario de Estudios Centroamericanos, Vol. 24, Nos.
1 y 2, 1998, pp. 97-128.
vuelve 57. Para visiones
complementarias sobre esta problemática cfr. Viales, Ronny. Los liberales
y la colonización de las áreas de frontera no cafetaleras: el
caso de la región Atlántica (Caribe) costarricense entre 1870
y 1930, Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, 2001. Soluri, John.
Landscape an Livelihood: An Agroecological History of Export Banana in Honduras,
1870-1975. Doctoral Dissertation (History) The University of Michigan, 1998;
y del mismo autor: "A la sombra del bananal: poquiteros y transformaciones
ecológicas en la Costa Norte de Honduras, 1870-1950". En: Mesoamérica,
N° 42, diciembre de 2001, pp. 39-74. Marquardt, Steve. "Green Havoc":
Panama Disease, Environmental Change and the Organization of Production in Costa
Rica's Banana Industry. Ponencia presentada en el Tercer Congreso Centroamericano
de Historia, San José, Costa Rica, 15 al 18 de julio de 1996.
vuelve 58. Cfr. para el estudio
de la relación variable entre el Estado y la United Fruit Company en
Costa Rica y Honduras, Cfr.: Bulmer-Thomas, Vìctor: "Centroamérica
desde 1920: desarrollo económico en el largo plazo". En: Anuario
de Estudios Centroamericanos, 11(1), 1985, págs. 5-21 y, del mismo autor:
"Centroamérica en el período de entreguerras". En: Thorp,
Rosemary (Comp.) América Latina en los años treinta. El papel
de la periferia en la crisis mundial, México: FCE, 1988. Y, finalmente:
La economía política de Centroamérica desde 1920, San José:
BCIE/EDUCA, 1989.
vuelve 59. Aquí queda
demostrado que la UFCo. no era la única instancia de poder regional entre
1880 y 1949, como siempre se había planteado para el caso costarricense.
vuelve 60. Así lo
demuestra la Serie Contencioso-Administrativo del Archivo Nacional de Costa
Rica, en la cual, entre 1934 y 1936 solamente se registran denuncios de tierras
en Pococí, para el caso de la región Atlántica.
vuelve 61. Cr. James, Preston
E. "Expanding frontiers of settlement in Latin America. A project for future
study". En: Hispanic American Historical Review, Vol. XXI, No. 2, pp. 183-195.
vuelve 62. Hojman, op. cit.,
p. 29. Traducción libre.
vuelve 63. Kay, Cristóbal.
Latin American Theories of Development and Underdevelopment, London and New
York: Routledge, 1989, p. 211.
vuelve 64. Markusen, Ann
R. Regions. The economics and politics of territory, New Jersey: Rowman and
Littlefield, 1987, pp. 16-17. Traducción libre. Es necesario señalar
que, en términos de la geografía física, una región
no es más que una porción de la superficie de la tierra. La visión
esbozada por Markusen pretende darle un carácter social a esta unidad
física.
vuelve 65. Bassols Batalla,
Angel. Geografía, Subdesarrollo y Regionalización, 8?. ed., México:
Editorial Nuestro Tiempo, 1982, p. 207.
vuelve 66. Ibid., p. 197.
vuelve 67. Para Darío
Euraque el caso hondureño también debe reinterpretarse porque
es evidente que la región de enclave hondureña generó un
crecimiento económico endógeno mediante la "...historical
relationship between San Pedro Sula capitalists, local and international financial
markets, and the emergence of joint ventures in the manufacturing sector with
new multinational corporations". Euraque, Darío, Reinterpreting
the Banana Republic. Region & State in Honduras, 1870-1972, Chapel Hill:
The University of North Carolina Press, 1996, p. XXII.
vuelve 68. Posas, Mario.
"La plantación bananera en Centroamérica (1870-1929)".
En: Acuña, Víctor Hugo (Edit.) Historia General de Centroamérica.
Las Repúblicas Agroexportadoras, T. 4, 2a. de., San José: FLACSO,
1994, p. 160. Para este párrafo me baso en Viales, Ronny. "Elementos
.".
vuelve 69. Cfr. Viales, Ronny.
"Los liberales
.".
vuelve 70. Cfr. Viales, Ronny.
"La coyuntura bananera, los productos "complementarios" y la
dinámica productiva empresarial para la exportación de la United
Fruit Company en el Caribe costarricense. 1883-1934".
vuelve 71. Cfr. Viales, Ronny.
"Movimientos de población, estructura productiva y mercado de trabajo
en la actividad bananera de Costa Rica: el impacto de las migraciones Afrocaribeñas
(1870-1930)". Ponencia presentada en el Seminario "The socio-economic
and cultural impact of West Indian Migration to Costa Rica (1870-1940)".
University of West Indies, MONA, Jamaica. 4 al 6 de julio de 2002. En prensa.
Además: Putnam, Lara. Public Women and One-Pant Men: Labor Migration
and the Politics of Gender in Caribbean Costa Rica. 1870-1960. Doctoral Dissertation,
University of Michigan. 2000. (Este trabajo se publicó como libro recientememente)
y de la misma autora "Migración y género en la organización
de la producción. Una comparación de la industria bananera en
Costa Rica y Jamaica. 1880-1935". En: Instituto Panamericano de Geografía
e Historia. Memorias del IV Simposio Panamericano de Historia, México:
El Instituto, 2001, pp. 369-386.
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