Jürgen Grzondziel
La literatura del Caribe como fuente
etnológica:
Un estudio sobre Gallego de Miguel Barnet
Johann WolfgangGoethe-Universität Frankfurt am Main/Alemania
grzondzi@stud.uni-frankfurt.de
Notas*Bibliografía
En todo el Caribe (independientemente de las diferentes áreas
lingüísticas: anglófonas, francófonas, hispanohablantes
o de habla holandesa) la literatura puede servir como fuente etnológica
para entender mejor la región Caribe o alguno de sus aspectos. En los
textos, los autores desarrollan puntos de vista específicos, es decir
que articulan sus propias interpretaciones de la realidad histórica,
social y cultural del Caribe dentro de textos ficcionales. De este modo, el
argumento ficcional transcurre en un escenario que representa la realidad extraliteraria
del Caribe. Los mismos autores forman parte de dicho escenario como observadores
y participantes. Al escribir sobre la región, ponen en juego su propia
competencia cultural, sus conocimientos sobre el lugar y su historia, y, al
reflexionar necesariamente sobre sí mismos, sacan a la luz sus versiones
de la historia, en otras palabras, sus propias realidades.
Con esta intención, los escritores se valen de todos los géneros
literarios: de las crónicas familiares o biografías ficcionales
así como también de novelas policíacas . Casi todas las
obras muestran mezclas culturales que incorporan componentes indígenas,
africanos y europeos. Además, describen las circunstancias políticas,
económicas y sociales en diferentes períodos en los cuales, pese
a los cambios históricos, no se borran las jerarquías raciales.
También son habituales en la literatura caribeña la descripción
del abismo entre pobreza y riqueza y un enfoque centrado en la multiculturalidad,
en el que ésta es no sólo positiva sino también problemática.
Los autores se sirven muchas veces de imágenes remanidas o estereotipadas.
Así, construyen figuras típicas como el indio, la mulata bonita
o la bruja, mezcladas en algunas ocasiones con personajes y hechos históricos.
Por lo que respecta al lenguaje, es frecuente el uso de las hablas populares,
las lenguas criollas y de diversos dialectos.
La novela Gallego (Madrid 1981), del escritor y etnólogo
cubano Miguel Barnet, es sumamente interesante para estudiar las representaciones
literarias de la realidad histórica, social y cultural de Cuba desde
la perspectiva ficcional de un inmigrante español. Esta novela pertenece
al género novela testimonio que después de la revolución
cubana de 1959 tuvo gran difusión en Cuba en particular y en toda Centroamérica
en general. Como es sabido, este género se caracteriza por describir
acontecimientos historicos, sociales y culturales desde el punto de vista de
un "subalterno". Barnet ha publicado varias novelas testimonio en
las que la gente sencilla de la sociedad cubana cuenta su propia historia. Su
primera novela, Biografía de un cimarrón (La Habana 1966),
narra la "historia de la gente sin historia" (Barnet, 1979: 134) desde
el punto de vista de un esclavo cimarrón, mientras que su segunda novela, La canción de Rachel (La Habana 1969), está contada desde
el punto de vista de una anciana, que fuera bailarina en el teatro Alhambra
en La Habana. Más de diez años más tarde, Barnet retoma
el género con Gallego para relatar desde la perspectiva de un
inmigrante europeo que llega a la isla a principios del siglo XX y que a lo
largo de su vida es testigo de una gran variedad de acontecimientos políticos
y cambios socioculturales que son relevantes a la hora de hacer una etnología
del Caribe.
Con Gallego, Barnet construye un tipo de novela testimonio
que se diferencia de sus otros trabajos, ya que las novelas Biografía
de un cimarrón y La Canción de Rachel están
basadas en las informaciones que obtuvo de personas reales. En el transcurso
de sus investigaciones sobre la transculturación de religiones con raíces
africanas en el Caribe en los años sesenta, Barnet conoce a Esteban Montejo,
y de las entrevistas con él, surge su primera novela, contada desde el
punto de vista del esclavo cimarrón. También para La Canción
de Rachel Barnet graba las entrevistas con la bailarina, pero mezcla su
relato con otros elementos reales y fictivos (Reichardt, 1992: 426). Para Gallego,
en cambio, elige un personaje totalmente ficcional como protagonista. Para constuir
el narrador, un inmigrante de la región de Galicia , Barnet usa las informaciones
que obtuvo en los Archivos de la Sección Gallega del Instituto de Literatura
y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba y se vale además
de la ayuda del escritor gallego Xose Neira Vilas. Barnet construye Gallego valiéndose de la "fórmula" de la novela testimonio,
al crear un narrador-protagonista que describe la sociedad cubana desde supunto
de vista específico: el de un subalterno cuyas experiencias de vida quieren
ser representativas para el grupo social al que pertenece. Efectivamente, y
como en las novelas testimonio anteriores, el protagonista de Gallego representa un grupo particular de la sociedad, sólo que en este caso
no se trata de un representante que existe realmente, sino de una figura simbólica
que da informaciones sobre las condiciones de vida en La Habana, sobre la población,
la política y la cultura. En su relato menciona también personas
y hechos históricos. Al narrar, el protagonista usa un lenguaje sencillo,
que podría ser el de un informante real. En él se encuentran muchas
expresiones del habla popular, especialmente gallegas. Al igual que en Biografía
de un cimarrón y La canción de Rachel, el protagonista
describe desde la perspectiva de una persona de un nivel social bajo.
Barnet construye, con su novela Gallego, una historia
social cubana desde el punto de vista de un inmigrante español. Dentro
de este contexto cabe destacar la descripción de los diversos grupos
de la sociedad así como de su convivencia. También merece especial
interés la representación desde la perspectiva del "gallego"
de los cambios históricos a los cuales todos los sectores sociales están
sujetos. Otro aspecto importante es la relación del protagonista, narrador
en primera persona, con los otros caracteres, ya que esta condiciona su supuesta
(en tanto que ficcional) visión de un inmigrante frente a la sociedad
cubana. Esta perspectiva específica de la sociedad cubana debe ser examinada
en relación a la perspectiva del autor, es decir del intelectual cubano
Miguel Barnet.
Gallego: construcción y contenido
En Gallego, Miguel Barnet esboza una historia de la
gente sencilla en Cuba, la "historia de la gente sin historia" desde
principios del siglo XX hasta el presente, desde el punto de vista del inmigrante
español Manuel Ruiz, el cual cuenta la historia de su vida en primera
persona). Su destino representa el de millones de emigrantes europeos que fueron
a América Latina en los postrimerías del siglo XIX y a principios
del XX. El protagonista emigra de Galicia a Cuba en 1916. Allí trabaja
como cargador, vendedor de carbón o conductor de tranvía. A causa
de la nostalgia regresa a España y allí es partícipe de
la guerra civil, donde lucha del lado de la República contra las tropas
de Franco. Luego huye a Francia donde es detenido y llevado a un campo de concentración,
pero con la ayuda de sus amigos cubanos puede volver a La Habana. Nuevamente
en la isla tiene que empezar de nuevo, pero se da cuenta de que Cuba se ha convertido
en su verdadera patria.
Con esta (auto)biografía ficcional, el autor logra una construcción
cronológica de la vida del narrador-protagonista. El libro está
dividido en cinco capítulos, que tratan en orden cronológico los
períodos de vida más importantes del protagonista. Estos períodos
remiten siempre al escenario donde se desarrolla el argumento. En el primer
capítulo, "La aldea", el protagonista narra su niñez
y adolescencia en condiciones precarias en Galicia. El segundo capítulo,"La
travesía", trata de los acontecimientos durante el viaje a Cuba.
En el tercer capítulo, "La isla", describe la vida del inmigrante
gallego en La Habana en el primer tercio del siglo XX. En el cuarto capítulo,
"La guerra civil", el protagonista regresa a España y es testigo
de los tiempos revueltos de la guerra. El último capítulo, "La
vuelta", trata de la vida del protagonista a partir de los años
cuarenta hasta el presente. En este capítulo, la revolución cubana
(y sus consecuencias para el protagonista) es el acontecimiento central de la
narración.
Como ya he mencionado, Barnet usa en su novela una lengua sencilla y comprensible,
mezclada con expresiones típicas cubanas. Como ha elegido a un gallego
como protagonista, también incluye palabras y dichos gallegos. En este
contexto, Barnet remite a las diferencias entre la lengua gallega y el castellano
con una nota a pie de página y explica los problemas resultantes para
los inmigrantes gallegos en Cuba. Además, el texto contiene diversas
notas explicativas (también a pie de página) que se refieren a
acontecimientos y personas (históricos) que aparecen en el texto. Un
elemento paratextual que subraya el relato desde una perspectiva gallega es
la inclusión de versos de Rosalía Castro, la conocida poeta gallega,
al cominezo de cada capítulo. Estos versos funcionan como subtítulos,
introduciendo o comentando el argumento .
Lo etnológico en Gallego
En Gallego, el protagonista, Manuel Ruiz, refiere las diversas épocas
de su vida en Cuba, que siempre están relacionadas con distintas personas
o grupos sociales, lugares (por ejemplo los barrios de La Habana) y con acontecimientos
específicos. Las diferentes ocupaciones del narrador, desde cargador
a su llegada a Cuba hasta sereno en el último tiempo, tienen un papel
importante en su relato. A pesar de que el protagonista no sea una persona real,
Barnet intenta crear un personaje-narrador verosímil, introduciendo expresiones
coloquiales cubanas, expresiones y dichos gallegos. Por medio de descripciones
detalladas de los barrios, sus calles y sus habitantes moldea una imagen plástica
del protagonista en el ambiente caribeño. No sólo los escenarios
tienen referentes extratextuales reales, sino también los acontecimientos
políticos que influyen en la vida del protagonista, así como también
algunos personajes, como presidentes, dictadores y líderes de la oposición,
algunos de los cuales tienen un rol activo en el argumento.
En el relato de Manuel Ruiz sobre su vida en Cuba, sus relaciones con otras
personas tienen un papel muy importante. Primero, los inmigrantes gallegos que
conoce allí son su punto de referencia social más importante,
dado que vive y trabaja junto con sus compatriotas. En su relato los gallegos
forman un círculo cerrado, que se distingue de los otros grupos de la
población por su forma de vida y sus costumbres.
"Vivíamos en un cuchitril, pero solos Fabián y yo. Era
el único cuarto donde vivían dos. Los otros eran de cinco o
seis, todos españoles, de Orense, de Lugo y de Pontevedra. Bueno, una
colonia gallega con el nombre de La Timba. Hacíamos una cazuela de
caldo gallego de verdad, con berzas y lacón. ... Sana comida da
terriña ". (Barnet, 2002: 73 - 74)
En la descripción de esta comunidad gallega son mencionados algunos establecimientos
que "exisitieron realmente", como por ejemplo la "Sociedad Gallega",
que fue fundada en 1871 en La Habana (véase Barnet, 2002: 79; nota a
pie de página), o la Casa Azul, un Café que en los primeros años
de la república fue frecuentado mucho por españoles y sus descendentes
(véase Barnet, 2001: 212 nota para la pág. 67). Durante
la adolescencia en Galicia, el abuelo tuvo un papel importante en la vida del
protagonista . Después son los gallegos Gundín y Veloz, a los
que conoce directamente a su llegada a la isla, los que cumplen ese papel. La
relación con ellos se extiende a lo largo de toda la novela: así,
es con su ayuda que puede emigrar a Cuba y una vez allí entrar a la sociedad
gallega en La Habana. Luego, éstos le hacen posible la vuelta a Cuba,
cuando está detenido en un campo de concentración en Francia.
"Gundín y Veloz me fueron a buscar en el coche de la señora
de Conill. Nos abrazamos con lágrimas en los ojos, lo confieso. ...
Eran mis amigos, me habían mandado el pasaje y el dinero. Tener un
amigo es como tener un central." (Barnet, 2002: 179)
Los otros grupos sociales tienen un papel más marginal y siempre son
descritos desde la perspectiva del protagonista, el cual menciona los diversos
grupos y eventualmente a algunos de sus miembros con los que tiene relaciones
personales, pero sin referirse explícitamente a los rasgos culturales
de los mismos. Así, esos grupos o sus miembros son presentados marginalmente
y recurriendo a estereotipos. Esos personajes esterotipados son otros inmigrantes
europeos, sobre todo españoles, por ejemplo "el catalán"
o "el andaluz", a quienes conoce en el trabajo, o también mulatas
con quienes tiene relaciones amorosas, santeros y ñañigos que
viven en el mismo barrio que él. En estas descripciones se pueden observar
los prejuicios y clichés sobre otros grupos sociales (aquí sobre
todo desde la perspectiva del gallego).
"Curros había muchos aquí. Eran muy buenos trabajadores.
Pero tenían el defecto de la bebida. Se tomaban cajas enteras de Tropical
negra." (Barnet, 2002: 93)
"El polaco de los altos, el electricista, siempre me decía:
-Manuel, usted es de origen judío.
La verdad es que yo nunca supe de eso, pero si es judío el que trabaja,
yo soy judío entonces. Ellos eran muy resabiosos y muy fanáticos.
Los viernes había que encenderles la luz..." (Barnet, 2002:192)
El "gallego" también describe como fue recibido por los cubanos.
"Mi español era pobre9, por mucho que traté de aprender
algunas palabras en mi aldea. Pero el cubano hablaba muy rápido. Lo
único que yo entendía clarito era que gritaban al verme con
la maleta y los zuecos:
-¡Ahí va un galleguibiri!
Y luego se reían y me pedían pesetas." (Barnet, 2002:
52)
Aquí se ve que no sólo el "gallego" describe a los otros
grupos partiendo de estereotipos, sino que también él mismo es
confrontado con burlas por su acento o su desconocimiento del castellano, ya
que su lengua materna es el gallego. (véase Barnet, 2002: nota a pie
de página 52). En sus descripciones se ve también una valorización
de las distintas personas según la nacionalidad o el grupo étnico
al que pertenecen, en la cual hay no sólo una clara jerarquízación,
sino también un claro racismo.
"Antes veían a un negro con un gallego compartiendo un plato
y cantaban aquello de:
Un gallego está comiendo
con un negro en compañía:
o el gaito le debe al negro
o es del negro la comía." (Barnet, 2002: 106)
"En Marqués Gonzáles, por allá por el veinte,
conocí como a seis húngaras muy entradas en años, pero
bonitas. Yo he comido en mesa grande y en mesa chiquita. El único plato
que no he podido probar es el de las chinas. Mezcladas con la raza negra,
sí; son esas mulatas chinas trabaditas que saben a mantecado y no les
caen los años." (Barnet, 2002: 82)
A pesar de que, según Manuel Ruiz, los grupos tenían poco contacto
entre sí, cuenta cómo se encuentran y mezclan las diversas grupos
sociales.
"José Martínez Gordomán era amigo leal de Fabián.
...Era un poco más joven que Fabián y vivía en una accesoria
de la calle Compostela, entre espiritistas, ñáñigos,
santeros, ¡qué sé yo! El hombre tenía fe, creía
en esa religiones, a pesar de ser muy gallego. Pero no hay misterio. Su mujer
era una negra de nombre Estrella que siempre andaba con un mazo de collares
al cuello. ... El hijo de ambos, que no me acuerdo si se llamaba Arsenito,
tocaba el redoblete, y otro, el hijo de un asturiano, dependiente del Café
Azul, el bombo. ... Gordomán era el mejor gaitero de La Habana. Se
dice que introdujo la gaita en los cafés de los muelles y en las romerías
del Parque de Palatino." (2002: 71) ix
De este modo, el autor ofrece una imagen de la cultura cubana
con sus mezclas culturales y étnicas, sobre todo la africana y la europea.
La narración del gallego, con todos sus prejuicios, estereotipos y apreciaciones
racistas conlleva una valorización de la sociedad que describe.En contraposición
a todos los grupos ya mencionados, el protagonista alude a los ricos, quienes
viven en su arrio, el Vedado, a donde la gente sencilla solamente va a trabajar.
Los que trabajan para los ricos tienen un puesto seguro y un nivel de vida decente,
puesto que en la primera mitad del siglo XX los ricos, los terratenientes,los
industriales y los dueños de los ingenios tienen el poder económico
y político mientras que la parte más grande de la población
cubana, sobrevive como puede trabajando de jornaleros en la ciudad o en el campo
(sobre todo en las plantaciones y en los ingenios) y haciendo trabajos temporarios
, así como el protagonista de Gallego:
"La vida era dura. La apretazón venía de arriba, del
gobierno. Hablaban de vacas gordas, pero el pobre siempre con las flacas.
Gordas para los ricos y flacas para los muertos de hambre. " (Barnet,
2002: 72)
El cambio de la perspectiva del protagonista
La imagen que Manuel Ruiz tiene de Cuba cambia a lo largo de la novela. En su
niñez y adolescencia, son los relatos fantásticos del abuelo y
sus amigos los que determinan su visión de la isla. Influenciado por
ellos, decide emigrar a la soñada Cuba. En el viaje, ve como hacen publicidad
para la isla con imágenes exageradas.
"Allá habían hecho una campaña de que las mulatas
esperaban al emigrante en el puerto y se lo llevaban a tomar ron." (Barnet,
2002: 32)
Una vez llegado a la isla, se da cuenta muy pronto de que la realidad se aparta
considerablemente de esa imagen creada en los puertos europeos. La gente sencilla,
como él, que había ido a Cuba en busca de una vida mejor, tiene
que confrontarse con que la vida en Cuba no tiene nada que ver con esa imagen
paradisíaca.
"Decían muchas cosas y casi todas eran mentira. Por lo menos
las mulatas que lo invitaban a uno a beber ron no aparecían por ningún
lado. Mulatas había, sí, y muchas, de vendedoras de bollos,
de criaditas, de amas de casa... Pero invitarlo a uno, ni de juego."
(Barnet, 2002: 52)
Al igual que la imagen de Cuba del joven Manuel Ruiz se transforma con el correr
del tiempo, del mismo modo se efectúa un cambio en su actitud frente
a la política. El gallego es testigo de formas de gobierno diferentes,
desde los años de la República Cubana bajo la influencia de los
EEUU: - de los gobiernos conservadores del presidente Menocal (1913 -1921) y
del presidente Zayas (1921 1925), de las dictaduras de Machado (1925
1933) y Batista (1934 1944), y del gobierno liberal del presidente
Grau San Martín (1933 1934), llamado el gobierno de los 100 días
. Además, el protagonista es testigo del boom del azúcar después
de la Primera Guerra Mundial y de la caída de la economía como
consecuencia de la crisis económica mundial. Y sie bien comenta los tiempos
revueltos durante los años cuarenta y cincuenta bajo los gobiernos de
Grau San Martín (su segundo gobierno 1944 48) y Carlos Prío
Socarrás (1948 52) hasta el golpe militar de Batista y la dictadura
siguiente (1952 1958) , su actitud es siempre pasiva.
"Todo conspiraba contra la tranquilidad, los ciclones, las huelgas
más de veinte huelgas en un par de meses -, el copón
divino. ... Los obreros pegados a las máquinas o cortando caña,
y los políticos comiéndose la mejor tajada del pástel.
Si eras decente, no te metías en nada y trabajabas para comer, te podían
colgar un sambenito y para chirona de lo que no hay remedio. Allí te
podías morir, que nadie iba a meter la mano en la candela por ti. Así
que, cuando venían y le preguntaban a uno de la política, lo
mejor era decir que sí, pero con la cabeza." (2002: 73)
Para el inmigrante español priman los valores materiales, el trabajo
y la seguridad lo cual, sumado al miedo de la represión, lo lleva a rechazar
toda forma de actividad política. Recién con la revolución
del 59 cambia de opinión:
"Ya había entrado Fidel Castro en la Habana y empezaban los
dimes que te diré. A mí nada me iba a asustar, por supuesto.
Al contrario. Me gustaba la revolución, y Fidel me pareció un
hombre radical y sin medias tintas. Venía a sanear de raíz,
no como los anteriores, que gobernaban con el estómago." (Barnet,
2002: 196)
La cuestión de su identidad está ligada a esta problemática,
en tanto y en cuanto la revolución constituye un punto de inflexiónen
en la perspectiva del "gallego", el cual funciona en el texto como
un representante prototípico de todo el pueblo cubano. En ese momento,
su vida cambia fundamentalmente. Se casa con su compañera que es negra
y cuyo significativo nombre es América. Esta boda no solamente marca
simbólicamente su incorporación (institucionalizada) a la sociedad
cubana, sino que también alude metafóricamente a los cambios causados
por la revolución en toda la sociedad cubana. El hecho de que el protagonista
se case con una mujer negra, significa que con la revolución desaparecen
los prejuicios de raza que el mismo protagonista tenía a su llegada a
la isla, como hemos visto con anterioridad. Para sus hijas, la revolución
posibilita el acceso a la educación, la integración social y el
poder tener asistencia médica. Aunque él mismo pierde, a causa
de la política intervencionista norteamericana que siguió a la
revolución, el café que había regenteado con sus amigos
Gundín y Veloz, no tiene que empezar de nuevo, porque continúa
trabajando como carpintero y rápidamente consigue un cargo de sereno
en una escuela de idiomas y recién entonces adopta la nacionalidad cubana.
Así, la revolución propicia un cambio de identidad del protagonista,
que no se siente más extranjero (véase Barnet, 2002: 52) sino
parte de una sociedad cubana que se define por la igualidad de todos los grupos
sociales. Con este gesto, Barnet sugiere que en la Cuba de la Revolución
todos los miembros de la sociedad son iguales pero los diferentes grupos étnicos
no pierden sus rasgos culturales:
"Cuando me siento en el parque no pienso más que en mi tierra.
Y eso que quiero a Cuba como si hubiera nacido aquí. Pero mi tierra
no la puedo olvidar." (Barnet, 2002: 199)
La perspectiva del cubano Miguel Barnet respecto a las
descripciones en Gallego
De modo similar a sus obras anteriores,con su tercera novela, Gallego, Barnet recurre al testimonio para escribir una historia social
cubana, esta vez desde el punto de vista de un inmigrante español. La
narración desde la perspectiva del inmigrante produce una descripción
de la sociedad cubana centrada en un individuo en particular, el gallego, por
lo que muchos de los miembros de esta sociedad son presentados en el texto,
pero sin profundizar ni entrar en detalles. Así, negros, chinos y mulatos
sólo aparecen como estereotipos porque son descritos por el protagonista.
Barnet construye a su narrador-protagonista, como he mencionado más arriba,
con los prejuicios y los estereotipos que considera típicos para un gallego.
Ya en el epílogo de su novela La canción de Rachel Barnet
dice que usa la perspectiva de sus personajes con el objeto de incentivar al
lector en la reflexión:
"Yo no me identifico con Rachel en sus apreciaciones personales, racistas,
demagógicas, pero en el momento en que me fueron reveladas esas confesiones
las tuve que asumir yo también, instantáneamente. Luego las
contrapesé y las abolí. Por eso a un personaje tan contradictorio
como ella tuve que oponer voces de refuta. Sin embargo, esa integración
a sus valores me permitió conocer la época mejor y lanzarme
a la búsqueda de los juicios opuestos, de los otros puntos de vista"
(Barnet, 1979: 148)
El punto de vista de la narración es el de una persona
en particular, en este caso el del "gallego" para poder mostrar la
sociedad cubana desde la perspectiva de un grupo: el de los inmigrantes españoles.
Así, Barnet no busca contar una historia objetiva, ni mostrar una imagen
panorámica de toda la sociedad sino más bien focalizar la descripción
de la sociedad desde el punto de vista de un grupo determinado, expresado por
el protagonista, como representante prototípico del mismo. En sus novelas
testimonio anteriores, Barnet también describe la sociedad cubana de
forma parecida, aunque vista desde otras perspectivas. Hay muchos paralelos
temáticos en estas tres obras. La historia de vida de la protagonista
de La canción de Rachel sigue cronológicamente a la de
Esteban Montejo en Biografía de un cimarrón. Es decir que
no hay coincidencias temporales. Gallego, abarca temporalemente el tiempo
narrado de las épocas de ambas novelas. Por otra parte, "La travesía",
el viaje de Manuel Ruiz desde la provincia española hasta América,
alude indirectamente a los transportes de esclavos en los siglos anteriores.
Y su visión de los años veinte contrasta con la de Rachel: el
inmigrante, que se gana el pan como cargador, vendedor de carbón y carpintero,
vive y ve los acontecimientos desde una perspectiva del totalmente diferente
a la que tiene la "vedette" del teatro Alhambra. Pero al menos, ese
mismo teatro le sirve al "gallego" para escaparse de las penurias
de la vida cotidiana (véase Bunke, 1988: 220).
"Hablando del tema de Alhambra, puedo decir dos cosas. Vi mucho teatro
allí. Nos calentábamos la cabeza y de ahí para el barrió
francés. ... El Alhambra era netamente criollo. Un teatro veterano
ya." (Barnet, 2002: 106 107)
Cuando el protagonista regresa a Galicia (cuarto capitulo: "La guerra civil"),
entra (como el "Cimarrón" Esteban Montejo) más por casualidad
que por otra cosa en un conflicto militar, porque no regresa a España
para participar en la guerra civil sino porque tiene nostalgia de su tierra.
Así el "gallego" se encuentra por casualidad en España
cuando Franco se levanta contra la República y Manuel Ruiz se siente
obligado a defender el gobierno que considera legítimo.
"An dieser Stelle verdichtet sich das Testimonio mit seiner
breiten Darstellung der Wirren des spanischen Bürgerkrieges zur
Parabel: Der Arbeiter Manuel Ruiz verteidigt seine Heimat (beinahe in zeitlicher
Parallelität zur Oppositionsbewegung in Kuba gegen Machado) und die gewählte
republikanische Regierung und fordert somit den Vergleich zwischen kubanischer
kämpferischer Tradition und dem Kampf gegen den in Europa erstarkenden
Faschismus heraus: /.../ a cumplir con la Patria, ese era mi caso,
ist die Botschaft des Patrioten Manuel Ruiz." (Bunke, 1988: 220
221).
Aunque el personaje "gallego" es un solitario, como los protagonistas
de las dos novelas testimonio anteriores, también es un miembro prototípico
de un grupo determinado de la sociedad cubana, concretamente el grupo de los
inmigrantes gallegos, el yo de Manuel Ruiz es un yo colectivo que tiene la ambición
de representar a su grupo social en particular y a la gente sencilla en general,
siguiendo el modelo del relato testimonial. El efecto buscado por el autor,
es que el lector se solidarice con el protagonista y así comprenda su
visión de la historia. Como vimos, Barnet sugiere que la integración
del inmigrante español al colectivo cubano tiene lugar recién
con la revolución: es recién entonces que adopta la nacionalidad
cubana. El otro elemento simbólico fundamental es el casamiento de Manuel
Ruiz con la negra "América". Es ahí que el inmigrante
pasa a formar parte de la sociedad y desarrolla un sentimiento de identidad
nacional (véase Bunke, 1988: 221). En una palabra, Gallego propone
que la identidad cubana comienza con la revolución. Otro elemento simbólico
a tener en cuenta es el nombre y la procedencia del protagonista: Manuel Ruiz,
pues curiosamente el padre de Fidel Castro, Angel Castro, fue un inmigrantre
gallego. Además, el segundo apellido de Fidel es "Ruiz".
Con la construcción de Manuel Ruiz, Barnet incorpora "el tipo del
inmigrante español" al pueblo cubano posrevolucionario . Pero a
su vez, al escribir una novela testimonio desde el punto de vista de un gallego,
inscribe al inmigrante español no sólo como sujeto histórico,
sino también como sujeto de la narración.
Con esta triología testimonial (Biografía
de un cimarrón, La canción de Rachel y Gallego)
el escritor y etnólogo Miguel Barnet presenta una interpretación
de la historia cubana desde finales del siglo XIX hasta el presente. Para ello
se sirve de la novela testimonio, como medio para ofrecer a través de
la mirada de sus narradores-protagonistas enfoques "auténticos"
de la historia social de Cuba. (Consigue esta autencidad por elementos como
el lenguaje típico de cada de sus personajes y la aparencia de personas
y lugares reales o hechos históricos.) Pero hay que tener en cuenta que
Esteban Montejo, Rachel y Manuel Ruiz son en mayor o menor medida - productos
del intelectual cubano Miguel Barnet.
Pero, ¿en qué medida se puede "confiar"
en Gallego como texto etnológico? .
Para Miguel Barnet,la memoria se encuentra en el centro de esta problemática.
Según éste, la novela testimonio descubre la verdadera identidad
social del pueblo: las imágenes y los personajes muestran los aspectos
etnológicos de la historia, sus procesos sociales y su desarrollo interno.
La eficacia del testimonio se desprende de que logra explicar modelos de comportamiento
colectivos a partir de casos individuales y así ofrecer claves eficaces
e imparciales para la interpretación de la historia, en lugar de descripciones
generalizantes. (véase Barnet, 2001b: 390). Con la novela testimonio
como nuevo género literario Barnet quiere despertar la memoria colectiva
de su país. En una palabra, ésta le sirve como técnica
para encontrar mejor el idioma del pueblo (véase Barnet, 2001b: 389).
En este contexto cabe destacar que los textos antropológicos o etnológicos
responden a los presupuestos científicos de sus respectivas disciplinas,
los que son aplicados, como categorías analíticas o de clasificación,
a las sociedades o estructuras que buscan explicar. Esto lleva muchas veces
a una distorsión de las sociedades que dichos textos pretenden captar.
La novela testimonio, en cambio, busca retratar la sociedad partiendo del destino
individual de uno de sus miembros. Si bien se trata de un texto ficcional, en
el que entra en juego además la visión de mundo de su autor, la
novela testimonio puede ser tomada en serio como un acercamiento al conocimiento
de la sociedad, en este caso la cubana, que en lugar de imprimir una teoría
sobre su objeto, hace vivir al objeto por medio de la narración.
© Jürgen
Grzondziel
Notas
Arriba
1. Puerto Rico: Rosario
Ferré (1998): Eccentric Neighborhoods, New York: Famar, Straus
and Giroux.
2. Jamaica: Michele
Cliff (1996): No Telephone to Heaven, New York: Plume.
3. Martinique : Raphaël
Confiant (1997): Le meurtre du Samedi-Gloria, Paris : Mercure.
4. Como en muchos países
latinoamericanos los inmigrantes de toda España son llamados "gallegos"
porque con las primeras olas de inmigrantes llegaron sobre todo gallegos a América.
(véase Bunke, 1988: 219).
5. La edición
alemana, Alle träumten von Cuba ( Barnet, 2001), tiene un glosario
al final, que contiene estas informaciones y también traducciones y explicaciones
de las expresiones específicas cubanas, gallegas y castellanas.
6. Véase Barnet,
2001: 206, nota a la pág. 7.
7. Todas las citas corresponden
a la edición de 2002.
8. Véase Barnet,
2002:13 28.
9. Véase Zeuske,
2000:36-56.
10. "Una idea
fija cambia el destino de un hombre. ... Así fue que llegué a
Cuba. Ya era mucho lo que se decía. Todo era La Habana, el puerto, las
frutas, las mujeres. ... Cuba era un sueño para todo el mundo allí."
(Barnet, 2002: 13).
11. "Die Regierung
der 100 Tage" (Hoffmann, 2000: 235).
12. Véase Zeuske,
2000:42 74.
13. En ese punto,
el testimonio - con su extensa descripción de los tiempos revueltos de
la guerra civil - se condensa en una parábola: El trabajador Manuel Ruiz
defiende a su patria y al gobierno republicano electo (casi paralelamente al
movimiento de oposición a Machado en Cuba) Así exige la comparación
entre la tradición combativa cubana y la lucha contra el fascismo creciente
en Europa: /.../ a cumplir con la Patria, ese era mi caso, es el
mensaje del patriota Manuel Ruiz." (traducción del autor).
14. El "Cimarrón"
como esclavo escapado es otro representante típico del pueblo cubano.
15. Después
de esa tríologia Barnet escribe otras novelas testimonio, p. e. La vida
real (La Habana 1986) que trata también sobre la inmigración,
pero en este caso de un cubano en Nueva York.
Bibliografía
Arriba
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(1969), en: Barnet, Miguel, 1979: La canción de Rachel, Barcelona:
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Instituto de Literatura y Linguistica de la Academia de Ciencias de Cuba: Diccionario de la Literatura Cubana, Ciudad de la Habana, Cuba: Editorial
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- Hoffmann, Bert, 2000: Kuba, München, Verlag C.H. Beck.
- Meyer-Minnemann, Klaus, 1986: "Lateinamerikanische Literatur
Dependenz und Emanzipation", en: Iberoamericana 28/29, 3 17.
- Reichardt, Dieter (ed.), 1992: "Barnet, Miguel", en: Autorenlexikon
Lateinamerika, Frankfurt am Main: Suhrkamp, 425 427.
- Zeuske, Michael, 2000: Insel der Extreme, Kuba im 20. Jahrhundert,
Zürich: Rotpunktverlag.
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