Verónica Ríos
Quesada*
VI Congreso Centroamericano de
Historia
Mesa Historia y Literatura
Ciudad Panamá, 22 al 26 de julio 2002
EL IMPACTO DE LA PUBLICACIÓN DE LA NOVELA EL PROBLEMA
DE SOTO HALL EN LA COSTA RICA DE 1899**
Universidad de Costa Rica
Notas*Obras
consultadas
Resumen
El objetivo de esta ponencia consiste en exponer la polémica suscitada
por la novela El problema, escrita por el guatemalteco Máximo Soto
Hall y publicada en Costa Rica, en 1899. Dicha novela fue rescatada en la
década de 1980 y cobró fama como la primera novela antiimperialista
latinoamericana. Se consideró que los contemporáneos de Soto
Hall la habían ignorado, sin embargo dado el horizonte de expectativas
de la sociedad costarricense de fin-de-siglo- difícilmente podría
pasar desapercibida. En suma, el estudio de la recepción de la novela
entre sus primeros lectores, resalta las contradicciones y los temores de
la oligarquía liberal a la hora de plantear el proyecto de la nación
costarricense.
El problema, la novela futurista del guatemalteco Máximo
Soto Hall, fue rescatada por los investigadores Álvaro Quesada Soto y
Juan Durán Luzio1 en el marco de la década de 1980. El final de
la novela, la cual fue publicada por la imprenta costarricense Lines en 1899,
supone la anexión de Centroamérica a los Estados Unidos en 1928,
y culmina trágicamente con el suicidio de Julio, el último representante
de la raza latina radicalmente desmoralizado por la anexión y por la
boda de su amada, Emma, con el antagonista, Mr. Crissey. La interpretación
de la novela como parodia y reducción al absurdo de los planteamientos
discursivos de la oligarquía de fines del siglo XIX instituyó
a El problema como la primera novela antiimperialista de América Latina2. Por tanto, no es de extrañar la sorprendente actualidad que cobró
la novela en la década mencionada, dadas las tensiones políticas
vividas en Centroamérica -en gran medida suscitadas por las continuas
intervenciones de los Estados Unidos3.
Gracias al impulso de Quesada y Luzio, la novela se editó
por segunda vez en Costa Rica después de 93 años4 y actualmente forma parte del 'corpus' literario costarricense; sin embargo,
faltan piezas en el rompecabezas. Nos preguntamos si la exclusión de
la novela en el panorama literario se remonta al momento de su publicación,
por falta de repercusión u omisión deliberada5; o si más
bien responde a una exclusión historiográfica posterior6. Por la
coyuntura histórica y la fuerte participación de Soto Hall en
el círculo intelectual, resulta bastante predecible algún tipo
de reacción entre sus contemporáneos, dado que en la década
de 1890 se combinaron los efectos de la Guerra del 98 con una fuerte preocupación
nacionalista.
Después de una revisión en la Biblioteca Nacional
de los periódicos disponibles de septiembre a noviembre de 1899, a saber: La Revista, El Anunciador Costarricense7, La República, El Heraldo de Costa Rica, La Prensa Libre y El Tiempo8, resulta
evidente que El problema causó polémica. En ésta
se advierte el interés de la generación del Olimpo por ir conformando
un corpus de literatura costarricense, así como los roces a la hora de
plantear el proyecto de la formación de la nación9, pues trascendieron
posiciones ideológicas encontradas ante la novela de Soto Hall.
1. El horizonte de expectativas de El problema
Antes de exponer las diferentes posiciones tomadas frente
a la novela, resulta importante tratar de reconstituir el horizonte de expectativas,
el cual es definido por Jauss como: "el sistema referencial (...) de las
expectativas que surge para cada obra en el momento histórico de su aparición"10, de manera a evaluar "los efectos de sorpresa, de escándalo, o
por el contrario la confirmación por parte de la obra de las expectativas
del público".11
La fecha de publicación de la primera edición
de la novela, corresponde al 6 de setiembre de 1899, así lo informan La Revista, El Heraldo de Costa Rica12;
y en su salida al mercado, en fechas aproximadas, la acompañaron dos
obras costarricenses: Odas breves y leyendas y Costa Rica pintoresca,
escritas respectivamente por Emilio Pacheco Cooper y Manuel Argüello Mora,
representantes de la generación del Olimpo. En esos años, como
los dos títulos de las obras mencionadas anteriormente lo ejemplifican,
se publicaban en Costa Rica: crónicas, novelas de folletín, cuentos,
fábulas y sobretodo cuadros de costumbres13. Además, se publicaban
generalmente en periódicos, la vitrina ideal para los futuros escritores14. Como primer punto podemos señalar, entonces, que la publicación
de una novela se perfilaba como un acontecimiento de gran magnitud. De hecho,
Quesada señala que la novela de Soto Hall debería "ser considerada
cronológicamente la primera novela nacional, de no haber sido escrita
por un guatemalteco"15. No solo es importante por ser una novela, sino porque
inaugura el género en Costa Rica.
Por otra parte, El problema no puede desligarse de
la 'polémica sobre nacionalismo literario' que inició en 1894
y que repercutió hasta 1900, fecha de publicación de la primera
novela nacional: El Moto de Joaquín García Monge. En la
primera parte del debate realizado en 1894, los miembros de la generación
del Olimpo, a raíz de la publicación de Hojarasca, una
obra de corte modernista de Ricardo Fernández Guardia, formaron dos bandos:
los nacionalistas, quienes defendían el potencial artístico autóctono
y sostenían la importancia de inspirarse en 'material' nacional para
consolidar una cultura nacional; y los cosmopolitas quienes no confiaban en
las posibilidades artísticas del medio. Al parecer, Soto Hall quiso demostrar
que el medio costarricense sí tenía posibilidades de surgir16 y,
además, de hacerlo sin necesidad de utilizar el 'habla local'17, comúnmente
utilizado en los cuadros de costumbres mencionados.
Consecuentemente, señala Patricia Vega J., "hay
una conciencia de que existe en el país una práctica literaria,
que requiere de normarse"18.
La crítica literaria y la polémica nacionalista ocupan una posición
de privilegio en los periódicos de esos años. En otras palabras,
toda obra publicada sería minuciosamente examinada bajo el lente nacionalista.
Difícilmente El problema sería la excepción de la
regla. Señala Marjolín, uno de los articulistas de la polémica,
refiriéndose a las últimas producciones nacionales en las cuales
se incluye a El problema:
"Muy provechoso es esto, sobre todo para mostrar al mundo extranjero
que no somos tan sonsos en materia de arte como por allá nos creen;
y sobre todo que tenemos hermoso filón dentro de la casa, que podemos
explotar..."19
Los articulistas compararon la novela con la producción
anterior de Soto Hall, e inmediatamente constataron que el tono de El problema se distanciaba de ésta. Los redactores de El Tiempo, basándose
en la lectura de las obras Amores Trágicos y Coquetas,
publicadas respectivamente en agosto de 1899 y junio de 1899, escriben: "hoy
la obra de Soto Hall, de que se ocupa la prensa con ardor, y de que se habla
profusamente en los círculos, es más sensacional, y reviste un
interés más positivo, menos ideal"20. Incluso se encargaron
de verificar si cumplía con las normas del buen español. Néstor
Daeciez, dedica la primera parte de su artículo a señalar los
errores de imprenta, y concluye:
"he de suponer que su autor debió escribirla con rapidez vertiginosa
ó que no cuidó todo lo convenientemente su confección.
No de otra manera se explica que se hayan pasado errores de algún bulto"21.
Asimismo, la sociedad oligárquica se mantenía
al día con los sucesos del mundo intelectual y político, en gran
parte gracias a los extranjeros presentes en Costa Rica22, en general muy involucrados
en el medio periodístico. No ignoraban, por ejemplo, las advertencias
de Martí acerca del peligro que representaban los Estados Unidos para
las naciones latinoamericanas. Las conocían de primera mano, pues las
escucharon de la boca del propio Martí en una conferencia realizada en
la Escuela de Derecho a la Sociedad 'Los Estudiantes', durante su
primera visita a Costa Rica a mediados de 189323. Tampoco desconocían
los planteamientos del positivista Comte, quien había sido presentado
a la intelectualidad costarricense, junto con el evolucionista Spencer, por
Antonio Zambrana24, ni los trabajos de Darwin sobre la evolución25.
Dichos pensadores modelaban las opiniones de la generación
del Olimpo que, a su vez, enriquecían el debate sobre el discurso nacional.
Indica Frances, uno de los participantes en la polémica: "¿Quién
no conoce los puntos que como escritor calza Soto Hall en el rol de la opinión
pública?"26.
Cesár Borja, por su parte, señala que la novela de Soto Hall planteaba
un conflicto, a saber la lucha entre la raza latina y la raza sajona, que "está
desde hace mucho tiempo, en la mente de todos"27 y en esto concuerdan los redactores de las "Notas" del 30 de setiembre
de El Tiempo :
"El libro de Máximo Soto Hall, 'El Problema', recientemente
publicado, ha hecho fijarse á las inteligencias del país en
un asunto que es, sin duda alguna, el de más trascendencia hoy día
para nosotros"28.
En Costa Rica, el capital norteamericano había ingresado
al país, con el beneplácito de un Estado nacional frágil,
en principio por "la necesidad de un mejor medio de transporte y de una
vía más adecuada para el café costarricense". Minor
C. Keith arregla la deuda externa costarricense y finaliza el ferrocarril al
Atlántico en 1890, recibiendo a cambio grandes extensiones de tierra.
Además, la crisis cafetalera de 1897 evidencia la inestabilidad de nuestra
economía. Simultáneamente, en esos años inician "nuevos
procesos en la dinámica interna de acumulación de capital"
que, entre otros, provocaban la proletarización lenta de la población
costarricense, por ejemplo, en las grandes haciendas cafetaleras que implicaban
la concentración de tierras en manos de un pequeño grupo de extranjeros29.
Como señalan los redactores de El Tiempo, el
conflicto entre razas inquieta en sobremanera al país. Soto Hall no escribió
un artículo o un ensayo sobre el enfrentamiento racial y las condiciones
sociales de Costa Rica, sino una novela y, al hacerlo así, rompió
con la temática de los escritos costumbristas costarricenses. Introduce
en la narrativa latinoamericana el tema de las relaciones entre América
Latina y Norte América; a diferencia de Rodó, quien se vale del
ensayo para exponer su posición un año más tarde. Según
palabras de Francisco Mata Valle, otro de los articulistas:
"Tal vez una exposición más seria y dogmática
hecha á modo de estudio metódico, no habría movido los
ánimos de la generalidad á ocuparse del asunto; y cabe pensar
que la forma de novela en que Ud. ha planteado la cuestión [el enfrentamiento
entre la raza sajona y la latina]30, tenga buena parte en la novedad que ha
movido"31.
Marjolín asevera que la novela es más bien "una
polémica entre los personajes de ella"32 y esto redunda en una crítica negativa de la construcción misma
de los personajes. Al respecto, apunta Durán Luzio que el subgénero
utilizado por Soto Hall, la novela de tesis, la desarrolló el naturalismo
para discutir temas como las teorías de Darwin o el positivismo33.
En ésta, se introducen personajes que debaten y destaca el personaje
expositor, como lo ejemplifica El problema. Mata Valle, en su artículo
publicado cinco días después del escrito por Marjolín,
considera, a diferencia del primero, que la unidad del plan de la novela se
asemeja a la "demostración de una verdad científica"34 y lo señala como un elogio.
Por otra parte, el posible círculo de lectores de la
novela estaba constituido mayormente por los miembros de la generación
del Olimpo, quienes controlaban el medio periodístico, a tal punto que
quienes publican y se aseguran un público, fueron considerados como los
máximos representantes de la literatura costarricense de fin de siglo35 . Esto alentaba cierto amiguismo, escribe Marjolín que generalmente,
en este 'mundillo literario', al día siguiente de la publicación
aparecen en los periódicos "la sarta de elogios y lisonjas que estaban
preparadas desde un mes antes de forjar la obra su autor"36.
En suma, si tomamos en cuenta el desplazamiento del género
de la novela, el giro radical que representa El problema frente a la
producción anterior de Soto Hall, y el trágico final de la novela,
más los hechos históricos del 98 y el papel de la generación
del Olimpo, sería altamente sorprendente que los contemporáneos
de Soto Hall no hubieran reaccionado. A los dos días de la puesta en
venta, comenzaron a publicarse los 'juicios' acerca de esta obra. En total,
entre septiembre y octubre de 1899, se publicaron 12 artículos sobre
la novela, una reseña y 17 notas en 6 periódicos diferentes: El
Heraldo de Costa Rica, La Prensa Libre, La República, La Revista, El Anunciador Costarricense y El Tiempo37, en
el caso de los tres primeros, periódicos muy consolidados38.
2. Literatura como espejo positivista de la realidad
Repasemos brevemente el argumento de la novela, antes de presentar
las diferentes posiciones enfrentadas: Julio Escalante, "último
representante de una raza caballeresca y gloriosa", regresa a Costa Rica
procedente de Europa en 1928, a la zona norte del país. Frente a la inminente
anexión de Centroamérica a los Estados Unidos, los miembros de
la familia adoptan posiciones en pro o en contra; sin embargo, "el signo
que los marca a todos tanto a los proyanquis como a los antiyanquis- es
la enajenación y el desarraigo"39. Por otra parte, Julio había
conocido a Margarita, la "costarricense europeizante", como la llama
Quesada, en Francia, pero al regresar y encontrarse con Emma, su prima "agringada",
Margarita es totalmente desplazada. De repente aparece Mr. Crissey, quien conquista
a Emma y, para desesperación de Julio, se casa con ella. Sin patria y
sin amada, Julio se lanza mortalmente con su montura contra el tren en el que
los recién casados viajan a su luna de miel.
Semejante trama, interpela fuertemente a los contemporáneos
de Soto Hall, quienes probablemente sintieron una gran afinidad con Julio, al
menos al principio.... Frente a la novela se defienden básicamente dos
concepciones de literatura que encauzan la posición que sostienen los
articulistas. La primera postura parte de la concepción de literatura
como espejo de la realidad la literatura es tan 'científica'
como el mundo mismo, y este espejo refleja el modelo positivista de desarrollo
llevado a sus últimas consecuencias. Quienes la interpretan así:
o abrazan con resignación las implicaciones de este modelo, o las niegan,
pues defienden la vigencia de la raza latina sobre la sajona. La segunda posición
parte de que la literatura es un mundo posible, y esto les permite interpretar
la novela como una advertencia valiosa -lectura que predomina en la historiografía
literaria costarricense actual- frente al modelo positivista decadente y el
idealista pujante.
2.1 Resignación
A la luz del contexto político externo, de la situación
costarricense, del cientificismo exacerbado, y el horizonte de expectativas
mencionado, para Rafael Villegas, Manuel Aragón y Leonidas Briceño40 no parecía haber otra alternativa para Centroamérica salvo la
anexión a los Estados Unidos, por eso leyeron la novela como una profecía.
La ocupación se daría en forma gradual y pacífica, así
como la penetración del capital imperialista. El colombiano Rafael Villegas41, en el primer artículo de la polémica, considera a Soto Hall
un 'estadista' y a su novela, una profecía:
"El Problema, novela de Soto Hall, es entre todos los libros de imaginación
que se han escrito en Centro América, el más audaz y de mayor
trascendencia (...) y lo que dice El Problema de Soto Hall es inevitable"42.
El 12 de setiembre, en El Heraldo de Costa Rica, después
de haber enfatizado la dinámica económico- expansionista de los
Estados Unidos', su 'régimen absoluto', su 'sistema colonial' y la 'tarifa
proteccionista', recalca Manuel Aragón que probablemente la única
falla de la novela será la de haber sido incapaz de presentar "todo
el colorido al cuadro que presentará nuestra metamorfosis económica".
El objetivo perseguido es el progreso y la superioridad sajona obedece estrictamente
a razones económicas; si es necesaria una intervención extranjera
para prosperar, entonces, señala Aragón, "le confieso que
no me dolerá"43.
Siguiendo la línea de Villegas y Aragón, sostiene Leonidas Briceño
que nuestra falta de progreso se debe a la cantidad de vicios dejados por los
colonizadores, a nuestra condición semi-animal. El problema "nos
indica la única ruta que sumisos debemos seguir. Tarde o temprano tendremos
que ser de los Estados Unidos del Norte, por ley natural y por consecuencia
sociológica"44.
Este discurso nacionalista de la oligarquía cafetalera,
positivista y liberal, se basa en la oposición civilización/barbarie,
binomio según el cual la civilización se asocia con las elites
letradas y la barbarie con las culturas populares. Este discurso es justificado
por la oligarquía, la abanderada de la civilización, gracias al
discurso darwinista. No obstante, al formular la imposición del "más
civilizado", de su ley, a su vez justifica el dominio de los Estados Unidos
sobre Costa Rica. En otras palabras, su propio discurso los desplaza irremediablemente
del centro, los absorbe45. El 24 de setiembre los redactores de El Tiempo descreditan
los argumentos del escritor salvadoreño Alberto Masferrer46, sentencian:
"Raza de brazo fuerte y nervudo, apenas superior (aunque Masferrer
no quiera) á la raza latina, en materia, nunca en espíritu,
como el tigre feroz devora aunque no sea sino por el placer de decir: 'he
aquí una presa más' "47.
Por lo visto, los articulistas mencionados se identifican
con las preocupaciones de la burguesía fabril, pues señala Durán
Luzio que el carácter "inevitable" de la expansión de
los Estados Unidos fue aceptado por los incipientes sectores de esta burguesía
"quienes veían en los yanquis un promisorio aliado comercial: es
la idea de don Teodoro Escalante [padre de Julio], industrial creado por Soto
Hall y adalid de la renovación de Costa Rica"48. El buen patriota,
seguidor del modelo positivista liberal, anhela el progreso como fin último
de la civilización. En consecuencia, ser patriótico no implica
defender la herencia o la colonización española.
2.2 Oposición
Quienes no concuerdan con la supuesta realidad presentada
por la novela, reaccionan alérgicamente debido a la falta de soluciones
para "el problema". Le reclaman a Soto Hall su deslealtad hacia Costa
Rica, pues interpretan el triunfo de la raza sajona de la novela como la posición
personalmente defendida por Soto Hall.
Por ejemplo, Marjolín, en el artículo citado
anteriormente, sostiene que Soto "va haciendo el ensayo de la nueva raza",
de la americanizada. Según él, todos los personajes son partidarios
de la invasión de los Estados Unidos desde el principio, incluso Julio.
Asimismo, señala que Soto Hall ha herido los sentimientos de los verdaderos
patriotas, insulta a la juventud costarricense al escribir que "era tanto
el entusiasmo de los criollos por los machos que las niñas les entregaban
sus manos blancas ". En afinidad con Marjolín, le escribe
Antonio Zambrana, uno de los fundadores de la República Cubana exiliado
en Costa Rica, a Soto Hall: "le exijo sencillamente que pruebe". (...),
y más adelante: "entiendo que usted debió elegir el campo
de batalla, ya que quería pintar nuestra caída". Soto Hall,
sin más ni menos, se ha adherido al campo de los anglosajones49. Néstor
Daeciez, se suma al grupo opositor. Según éste último,
el pesimismo de don Tomás, es el pesimismo de Soto Hall. La justificación
de su reclamo reside en la actitud patriótica que Soto Hall había
demostrado a principios de 1898, al recitar su poema 'Á Costa Rica'50.
La situación era tensa, pues el ejército se había movilizado
hacia la frontera con Nicaragua para combatir en una potencial guerra con ese
país por problemas limítrofes51:
"pesimismo que se compadece muy poco con lo que hace apenas dos años
decía el señor Hall en lo alto de la Estación al partir
las primeras tropas costarricenses á la frontera de Nicaragua.
Yo que no soy de tus hijos
Seré el primero en la muerte"52.
Daeciez, aparte del reclamo, opina, a diferencia de Marjolín
-a quien le gustan los 'retratos' de Emma y Mr. Crissey-, que los personajes
están mal diseñados, pues los únicos de importancia resultan
ser Julio y don Tomás, aunque tampoco sean creíbles. Su aseveración
es un indicio del malestar causado por estar escrito El problema como
novela y además, como novela de tesis. En opinión del articulista,
plantea un conflicto, sin embargo:
"El asunto se prestaba para haber con él resuelto verdaderamente
un problema: pero para esto había que penetrar, tocar las cuerdas recónditas,
halar, comparar, desarrollar, demostrar y dar por fin resuelto ese problema.
No creo que el asunto tenga tan fácil solución como el novelista
le ha dado"53.
En vista de que la ideología positivista de la oligarquía
implicaba la autodestrucción, los oligarcas se vieron obligados a recurrir
a la "identificación imaginaria de las tradiciones nacionales con
el discurso 'latino'", a la raza latina como símbolo del
ideal. De esta manera se enfrentarían al poderío material de la
raza sajona y a los valores burgueses de los sectores nacionales emergentes,
pues la oligarquía se consideraba a sí misma la aristocracia nacional54. A diferencia de los resignados, los opositores valorizan la importancia de
la conquista española, sobretodo de la "sangre española".
Daeciez, refiriéndose al artículo de Borja55 (quien interpreta la
novela como una advertencia), alega que la raza latina es inmortal: de concretarse
semejante muerte, deberían derribarse todos los signos de herencia española
en Costa Rica.
Quien mejor ejemplifica este cambio de mentalidad en la polémica
suscitada por El Problema, es Francisco Gil Mayorga56, escritor de un
artículo en cinco entregas publicado en 1904, a quien le fue imposible
leer la novela en 1899 por estar recluido en el asilo Chapuí57. El epígrafe
de la tercera entrega de Mayorga indica: "Eso va contra mi tierra. Y yo
soy muy español"58. Al finalizar la quinta entrega, sostiene que
si Inglaterra cayó hoy, tal vez no se levantará porque "las
naciones, como los individuos, tienen adolecencia (sic) y mocedad y decrepitud";
dando a entender que a España y a la raza española no les sucederá
lo mismo, pues, por encima de la naturaleza, está Dios y Dios protege
a la raza latina59. Gil incluso señala que la superioridad espiritual
de la conquista española sobre la conquista de los Estados Unidos ejemplifica
de manera brillante su razonamiento.60
Según Iván Molina, probablemente el enfoque
de Gil Mayorga encarna la opinión de los intelectuales que se oponían
al régimen autoritario de Rafael Iglesias, al que se había adherido
Soto Hall a su llegada a Costa Rica. Estos intelectuales, cuyo advenimiento
se explica por una radicalización popular61, forman la segunda generación
de escritores que, a partir de 1902, dominan la vida electoral y el quehacer
cultural costarricense62. En otras palabras, el cambio de mentalidad se acompaña
de un cambio en la elite intelectual, el cual excluye a Soto Hall63. El rechazo
de Gil Mayorga es un signo patente de ese descrédito:
"EL PROBLEMA le salió malo, le salió malo porque fue
escrito por metros, por yardas, for the pounds, para ganarle dinero a algún
escritor anglosajón como Appleton&Co.de New York (...) Solamente
una disculpa tiene don Máximo: las letras de su segundo apellido, HALL"64.
En el plano literario, la oposición a la novela de
Soto Hall se palpa en la publicación de las novelas 'abiertamente antinorteamericanas'
de Gagini El árbol enfermo y La caída del águila,
pues sospecha Durán Luzio que fueron escritas con el propósito
de refutar a El problema65.
3. Literatura como mundo posible
Como mencionamos anteriormente, una parte de los escritores
interpreta El problema como una advertencia. Reflexionan acerca de las
posibilidades para un cambio social positivo en comunión con el modelo
idealista y el ideal de progreso, civilización e higiene del positivismo,
remitiéndonos así al proyecto sarmentino66.
En el periódico La Revista, escribe A. Masferrer: "El
Problema exige una Solución" y señala la imposibilidad
de que la raza superior espiritualmente, sea vencida por la raza superior materialmente.
Para vencer los escollos, "precisa contar con un organismo; precisa ser
nación, nó aglomeración; ser pueblo, no país"
y mejorar la raza latina:
"Ved, pues, que la primera jornada debe ser la mejoración de
la raza: mejoradla por el cruzamiento con razas puras y vivas; no la ahoguéis
en alcohol; llevadla al gimnasio; que adquiera músculos; que cobre
nervios sanos y sangre de impulso constante. Y luego, infundid en estos cuerpos,
alma propia, alma nacional, alma regional"67.
Una opinión similar externa Frances, en su artículo
publicado el 24 de setiembre en La Prensa Libre, quien le reclama de
paso a Soto Hall no haber propuesto soluciones. Según su parecer, la
educación eventualmente lograría engañar al determinismo
que liquidaría a la raza latina, por eso deberíamos seguir los
pasos de Japón para solucionar este problema que Soto Hall solamente
enuncia: aprender lo bueno del exterior y desechar lo malo del interior. De
este modo: "Seríamos, tal vez, costarricenses americanizados,
valga la expresión pero no yankees costarricenses "68.
Por su parte, los redactores de La Prensa Libre publicaron
un artículo en cinco entregas69 en el que defienden la juventud de la raza
hispanoamericana, los aportes de ésta al mundo y a la raza sajona, incomparable
con la raza latina en materia de moral y cultura. Sostienen, además,
que una asimilación 'plácida' de la raza latina por parte de la
raza sajona es imposible, el caso de los indígenas de los Estados Unidos
es la prueba más contundente. Al analizar la situación de la "raza"
costarricense, subrayan su homogeneidad, al tiempo que repiten el argumento
del indígena redimido, dignificado por la cultura occidental.
Otro puntal de sus escritos consiste en la descripción
de los avances del país desde la Independencia, pruebas de que los costarricenses
sí han sido capaces de gobernarse. Hacen mención de las obras
liberales: el crecimiento de las ciudades, la presencia de edificios, la importancia
del alumbrado eléctrico, el telégrafo, el teléfono, la
instrucción pública, el ferrocarril, las instituciones liberales,
las carreteras, y otros avances logrados en 78 años de existencia política.
De repente nunca hubo dudas, no se menciona a la Federación Centroamericana,
ni al Imperio de Iturbide; de 1821 hasta 1899, Costa Rica ha sido simplemente
Costa Rica. Curiosamente, los redactores de La Prensa Libre no hacen
alusión a la Campaña del 56 como Campaña Nacional, ni a
Juan Santamaría70,
dos de las adquisiciones más importantes de la historiografía
liberal en las postrimerías del siglo XIX.
Por último, en la entrega final del 29 de setiembre,
señalan que el verdadero peligro reside en que, por incompetencia costarricense,
los Estados Unidos intervengan en son de humanidad como lo hicieron en Cuba
o se comprometa la independencia, e insisten en que:
"El Problema es una novela del género fantástico que
algunos han tomado en serio. Probablemente el señor Soto Hall, sin
pretender lanzarse al campo de las profecías, ha querido solamente
ensayar la fuerza de su imaginación (...) contribuir á que nuestras
costumbres, nuestra literatura y nuestras artes tengan un carácter
nacionalista; en ese caso, su labor debemos estimarla como meritoria y patriótica"71.
Curiosamente, una vez publicadas las cinco entregas de La
Prensa Libre, nos encontramos con un cambio de perspectiva por parte de
los redactores de El Tiempo. El 24 de septiembre se mostraban altamente
resignados a esperar la solución, y 6 días más tarde en
las "Notas", establecen una analogía entre la situación
costarricense y el cuento de Pulgarcito. La solución para Pulgarcito,
radicaría en realizar reformas administrativas, otorgar más libertad
al pueblo, crear asociaciones, abrir caminos, proteger la inmigración
y las empresas, "y entonces (...) el Ogro no nos comerá"72.
Masferrer, Frances, Borja y los redactores de El Tiempo y La Prensa Libre, interpretaron la novela como una denuncia de la inercia
vivida en los últimos tiempos. Sin embargo, el más enfático
de los "advertidos" es César Borja, quien escribe que este
'pequeño poema dramático' se revela "como el grito de una
locomotora rauda que, salvando precipicios, montañas y fronteras, anuncia
el triunfo de la civilización"73. El propósito de Soto consiste
en "decirnos que ha llegado la hora de la regeneración de los pueblos
de América de origen hispano, por el medio eficaz de la difusión
de espíritu y sangre nuevos en nuestro espíritu". La posición
de estos autores refuerza la interpretación de Quesada, para quien la
novela resulta una 'antiutopía' que, "al formular las indeseables
consecuencias necesarias a que llevaba el presente, [Soto Hall] procuraba generar
las defensas necesarias para evitar que ese fuera el futuro"74.
Finalmente, el más escéptico de los articulistas,
Francisco Mata Valle, veinte días después de la publicación
de El problema, señala que la novela parece una profecía
difícil de sostener. Resaltando la ambigüedad del nacionalismo vigente
y de la novela misma, se pregunta si la absorción norteamericana se convertirá
en una promesa o una amenaza para Centroamérica, y si esa influencia
gringa que evidencia la novela sorprendió a los lectores o si "estaba
en la conciencia de su enfermedad, sin que le cause alarma hasta que el facultativo
no lo caracterice". Falta saber, además, indica Mata Valle, si la
novela dicta una sentencia de muerte para la raza latina, o si es "solamente
una voz de alerta penetrante" que supone una esperanza para el mejoramiento
de la raza. Sobre todo esto sentencia: "Ello dirá"75, al tiempo
que constata la oportunidad de la novela de Soto Hall: "ha aprovechado
con vigilante acierto el momento histórico actual para colocar, tras
el lienzo opaco del porvenir, la lámpara de su imaginación".
CONCLUSIÓN
Definitivamente, las reacciones suscitadas en torno a la publicación
de la novela y por la polémica nacionalista, evidencian el rompimiento
de ese horizonte de expectativas que provocó El problema, en una
sociedad dotada de un equilibrio precario. Difícilmente hubiera podido
pasar desapercibida la novela, si tomamos en cuenta la enorme presión
que ejercía la oligarquía liberal, en la cual Soto Hall se desenvolvía,
al examinar las obras publicadas con miras a formar una literatura nacional
paralela a su proyecto nacional. Un proyecto que debía homogeneizar una
visión de la identidad nacional76 y que, justamente por eso, necesitaba
vigilarse muy de cerca para evitar deslices.
Asimismo, aunque los articulistas se dividen entre quienes
leen la novela como un espejo de la realidad, y manifiestan su acuerdo o su
desacuerdo con este espejo positivista, y quienes vislumbran en la novela una
advertencia que justificaría la importancia de inclinarse por el discurso
idealista, ninguno de los articulistas escapa a la influencia del cientificismo
en boga a finales del siglo XIX, ni de la selección natural, ni del positivismo
y su ideal del progreso, o de la incipiente sociología. A través
de las posiciones asumidas en torno a El problema, percibimos las contradicciones
del proyecto nacional creado por el liberalismo, en el peor de los casos, autodestructivo,
pues sus propias premisas conllevaban su autoeliminación.
Por otra parte, tanto la novela de Soto Hall como la polémica
suscitada por ésta, necesitaron ser rescatadas, a pesar de que El
problema fue el libro más editado del autor, con ediciones en Costa
Rica, Ecuador, Guatemala y Chile77.
No necesitaron rescate ni Un vistazo sobre Costa Rica en el siglo XIX,
libro publicado por Soto Hall en 1901, en el que imagina "un espacio, unos
héroes y un momento privilegiados, que fundan la percepción vigente
de la nación"78,
ni su poema 'Á Costa Rica' publicado en El lector costarricense,
el principal libro escolar de principios del siglo XX en Costa Rica.
Finalmente, después de este repaso por las opiniones
generadas por la publicación de la novela, resulta interesante que ninguno
utilice el adjetivo "antiimperialista", justamente el calificativo
que suele identificar a El problema desde la década de 194079. Se
enfatiza, como lo hace Aragón, el imperialismo de los Estados Unidos;
el carácter "proyanqui" de la novela, en el caso de Gil Mayorga;
o sus méritos como advertencia. En ningún caso utilizan el término
'antiimperialista', ni para referirse a la novela, ni para autocalificarse en
sus artículos. .
Notas
Arriba
vuelve * Costarricense.
Estudiante avanzada de la Maestría en Literatura Latinoamericana, Universidad
de Costa Rica, y asistente del Centro de Investigación en Identidad y
Cultura Latinoamericanas (CIICLA) de esa casa de enseñanza.
vuelve ** La investigación
de base para este artículo se realizó en el marco del proyecto
"Alfabetización popular y formación docente en Costa Rica
(1885-1950)", dirigido por el profesor Iván Molina en el Centro
de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (CIICLA) de
la Universidad de Costa Rica.
vuelve 1. Ver Quesada Soto,
Alvaro, "El problema en el contexto costarricense" y Durán
Luzio, Juan, "Estados Unidos versus Hispanoamérica: en torno a la
novela del 98", en: Máximo Soto Hall, El problema, Editorial
de la Universidad de Costa Rica, 1992; así como Molina, Iván,
"El escritor guatemalteco Máximo Soto Hall y los problemas de su
novela, El problema (1899)", en prensa. Escribe Quesada Soto: "Hasta
donde sabemos, con excepción de un artículo de Justo A.Facio ("Dos
novelas de Máximo Soto Hall", en: Repertorio Americano, 20
(12) 1930: 184-187), los primeros textos críticos que ubican esta novela
dentro del contexto literario costarricense aparecen apenas en la década
de 1980." Ver Quesada, op.cit., nota al pie n°1, p 28.
vuelve 2. Aunque no sin cierta
polémica, ver Ivan Molina "El escritor guatemalteco Máximo
Soto Hall y los problemas de su novela, El problema (1899)", en
prensa.
vuelve 3. Ver Quesada Soto,
Alvaro, "El problema. Primera novela antiimperialista", en: Aportes,
San José: 4 (21), set-oct. 1984.
vuelve 4. La nota 1 hace referencia
a esa primera edición realizada en 1992 por la Editorial de la Universidad
de Costa Rica en la cual se encuentran los artículos de Soto y Durán
que hemos citado.
vuelve 5. Hasta la fecha, como
señala Iván Molina, "El Problema de Máximo Soto Hall.
Estudio crítico por Francisco Gil Mayorga" publicado en 1904 parecía
ser el primer 'estudio crítico' de la novela de Soto Hall. Molina, Iván,
"El primer estudio crítico de la novela El problema de Máximo
Soto Hall. Una contribución documental", en: Revista de Filosofía
de la Universidad de Costa Rica, XXXIX (97), 20001, p 147.
vuelve 6. Ver Molina, Iván,
"El escritor guatemalteco Máximo Soto Hall y los problemas de su
novela, El problema (1899)", en prensa.
vuelve 7. Órgano dirigido
por María viuda de Lines, la propietaria de la imprenta Lines.
vuelve 8. La Biblioteca Nacional
no conserva la totalidad de los ejemplares publicados en los meses indicados
y eso impidió consultar artículos de cuya existencia sabemos gracias
a otras fuentes. El artículo escrito por "El Bachiller", por
ejemplo, en el primer número del periódico El Progreso es mencionado por Néstor Daeciez en un artículo de La República,
y el artículo de Francisco García Cisneros aparece consignado
en la sección "Revista de la Prensa" de La Prensa Libre del 7 de noviembre de 1899.
vuelve 9. Quesada Soto, Alvaro, Uno y los otros, San José: Editorial de la Universidad de Costa
Rica, 1998, p 17.
vuelve 10. Jauss, Hans Robert,
"Historia de la literatura como una provocación a la ciencia literaria",
en: Rall, Dietrich (comp.), En busca del texto. Teoría de la recepción
literaria, México: Universidad Nacional Autónoma de México,
1987, p 57.
vuelve 11. Starobinski, Jean,
"Un desafío a la teoría literaria", en: Dietrich (comp.), En busca del texto. Teoría de la recepción literaria, México:
Universidad Nacional Autónoma de México, 1987, p 215.
vuelve 12."Notas",
en: El Heraldo de Costa Rica. Diario del comercio, 7 de setiembre de
1899, n° 2267, p 2. "El Problema", en: La Revista. Diario
de información y variedades, n° 122, 6 de setiembre de 1899, p 3.
vuelve 13. Rojas, Margarita,
Anexo # 1: Cronología de algunos acontecimientos culturales en Costa
Rica, en: Rojas, Margarita et al, La casa paterna. Escritura y nación
en Costa Rica, San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica,
1993. Al respecto, el 6 de setiembre publica La Prensa Libre que "gracias
á aquellos escritores, se interrumpirá la monotonía de
nuestra vida cotidiana" y señala:
"Indudablemente hay progreso literario, si alguien lo negare, sírvanse
recordar que en la era de nuestras dos veces madres no se publicaban novelas
sino novenas, y en vez de diarios el almanaque del año, cuando más."
"Vida literaria", en: La Prensa Libre, 6 de setiembre de 1899,
n°3001, p 2.
vuelve 14. Vega Jiménez,
Patricia, "De periodista a literato. Los escritores de periódicos
costarricenses (1870-1890)", en: Anuario de Estudios Centroamericanos,
Universidad de Costa Rica, 22(1). 1996, p158 : "Quienes publican sus producciones
literarias son aquellos que a la postre, se convierten en los representantes
más destacados de la literatura costarricense decimonónica".
vuelve 15. Quesada, Soto
, Alvaro, "El problema en el contexto costarricense", p 7.
Es por esa razón que se ha sido considerado El Moto, publicado
en 1900, como la primera novela costarricense.
vuelve 16. Quesada, Alvaro,
"El problema en el contexto literario costarricense", p 11. Es una
cita de Acevedo, Ramón, La novela centroamericana, Puerto Rico:
Ed. Universitaria, 1982, p 74. Cita Quesada la intervención de uno de
los personajes:
"Nuestros poetas, nuestros literatos, han desdeñado el escribir
sobre asuntos nacionales. Así como nuestra pintura se ha agotado en copias
de los grandes maestros, y no directamente de los originales, sino de malos
cromos, oleografías y grabados, así nuestros escritores han ido
siempre pisando las huellas de alguna otra literatura no por cierta de las mejores.
En el fondo, hemos sido los primeros en despreciar todo lo nuestro".
vuelve 17. Rojas, Margarita,
op.cit., p 295.
vuelve 18. Vega Jiménez,
Patricia, "De periodista a literato. Los escritores de periódicos
costarricenses (1870-1890), en: Anuario de Estudios Centroamericanos.
Universidad de Costa Rica, 22 (1), 1996, p 153.
vuelve 19. Marjolín,
"El problema", en: La Prensa Libre, 21 de setiembre de 1899,
n? 3013, p 2.
vuelve 20. "Palique
I", en: El Tiempo, 24 de setiembre de 1899, n? 6, p 3.
vuelve 21. Daeciez, Néstor,
"El examen de un libro I", en: La República, 4 de octubre
de 1899, n? 4805, p 2-3.
vuelve 22. Molina, Iván, El quiera divertirse, p 178, y Vega, "De periodista a literato",
p 155.
vuelve 23. Ver Jinesta, Carlos, José Martí en Costa Rica, San José: Librería
Alsina, 1933.
vuelve 24. Castro Rawson,
Margarita, El costumbrismo en Costa Rica, p 132.
vuelve 25. Ver Palmer, Steven,
"Racismo intelectual en Costa Rica y Guatemala, 1870-1920", en: Mesoamérica,
n°31, junio de 1996, pp 99-121.
vuelve 26. Frances, "Una
opinión", en: La Prensa Libre, 24 de setiembre de 1899, n?
3016, p 2.
vuelve 27. Borja, César,
"Sr. don Máximo Soto Hall", en: La República,
21 de setiembre de 1899, n° 4794, p 2-3.
vuelve 28. "Notas", El Tiempo, 30 de setiembre de 1899, n°11, p 2.
vuelve 29. Acuña,
Victor Hugo y Molina, Iván, Historia económica y social de
Costa Rica (1750-1950), San José: Editorial Porvenir, 1991, cap IV:
"El desarrollo del capitalismo en Costa Rica (1821-1930), pp 111-155.
vuelve 30. El paréntesis
es mío.
vuelve 31. Mata Valle, Francisco,
"Sr. Don Máximo Soto Hall", en: La República,
6 de octubre de 1899, n° 4807, p 2.
vuelve 32. Marjolín,
"El Problema", p 2.
vuelve 33. Durán Luzio,
"Estados Unidos versus Hispanoamérica: en torno a la novela del
98", en: Soto Hall, Máximo, El problema, San José:
Editorial de la Universidad de Costa Rica, p 38.
vuelve 34. Mata Valle, op.cit.
vuelve 35. Ibid.
vuelve 36. Marjolín,
"El Problema", p 2.
vuelve 37. El Anunciador
Costarricense vaticina la publicación de la novela el 1 de septiembre;
después, entre el 6 y 12 de septiembre, se publicó una reseña,
8 notas y tres artículos en los siguientes periódicos: El Heraldo
de Costa Rica, La Prensa Libre, La República y La
Revista. Pasó una semana y durante los diez días que abarcan
del 19 al 30 de setiembre se publicaron 5 notas y 8 artículos, de los
cuales uno se escribió en dos entregas y otro, en cinco, además,
a los periódicos mencionados se les sumó El Tiempo. Luego
el ritmo bajó, del 4 al 7 de octubre se publicaron dos artículos
y una nota, finalmente salió una nota el 16 de octubre en El Anunciador
Costarricense y otra en La Prensa Libre del 7 de noviembre.
vuelve 38. Ver Morales, Carlos, Una revolución en el periodismo de Costa Rica, San Jose: Ariel/
Seix Barral, 1981.
vuelve 39. Quesada, Alvaro,
op.cit, p 17.
vuelve 40. Ver Villegas,
"El problema (Novela de Soto Hall)", en: La República,
8 de setiembre de 1899, n? 4784, p2; Aragón, Manuel, "Colaboración",
en: El Heraldo de Costa Rica, 12 de setiembre de 1899, n? 2271, p 2; Briceño,
Leonidas, "Estudio", en: El Heraldo de Costa Rica, 20 de setiembre
de 1899, n? 2227, p 2.
vuelve 41. Castro Rawson,
Margarita, El costumbrismo en Costa Rica, p 122.
vuelve 42. Villegas, "El
problema (Novela de Soto Hall)", en: La República, 8 de setiembre
de 1899, n? 4784, p 2.
vuelve 43. Aragón,
Manuel, "Colaboración", en: El Heraldo de Costa Rica,
12 de setiembre de 1899, n? 2271, p 2.
vuelve 44. Briceño,
Leonidas, "Estudio", en: El Heraldo de Costa Rica, 20 de setiembre
de 1899, n? 2227, p 2. Señala Briceño: "¡Ah, si aún
pudiéramos orientarnos! Pero es tarde, ... el problema está planteado,
esperemos la solución".
vuelve 45. Quesada Soto,
Alvaro, "El 98 y la novela costarricense del cambio de siglo", en:
Chen Sam, Jorge (ed.), Actas del simposio hacia la comprensión del
98: representaciones finiseculares en España e Hispanoamérica,
San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica y Agencia Española
de Cooperación Internacional, Centro Cultural de España, 2001,
p 242. Molina, Iván, El que quiera divertirse, p 172.
vuelve 46. Masferrer, A,
"El Problema (Cuestión centroamericana)", en: La Revista,
10 de setiembre de 1899, n? 126, p 2.
vuelve 47. "Palique
I", en: El Tiempo, 24 de setiembre de 1899, n°6, p 3.
vuelve 48. Durán Luzio,
op.cit., p 36.
vuelve 49. Zambrana, "El
Problema", p 2. Zambrana, aunque propulsor de las ideas de Comte y Spencer,
creía que "el elemento ideal que en nosotros vive" no podría
ser barrido por un determinismo extremado". Castro Rawson, op.cit., p 134.
Cita de Antonio Zambrana, Lo ideal (un estudio), "Cartas a un poeta",
Revista de Costa Rica, serie II, año I, junio de 1882, n°3, pp 116-124.
vuelve 50. Ver Molina, Iván,
"El escritor guatemalteco Máximo Soto Hall y los problemas de su
novela El problema (1899)", artículo en prensa.
vuelve 51. Ver Obregón
Loría, Rafael, Conflictos militares y políticos, 2? edición,
Alajuela: Museo Histórico Juan Santamaría, 1981, p 243.
vuelve 52. Daeciez, Néstor,
"El examen de un libro II", en: La República, 5 de octubre
de 1899, n? 4806, p 2.
vuelve 53. Marjolín,
"El Problema", p 2.
vuelve 54. Quesada Soto,
"El 98 y la novela costarricense del cambio de siglo", p 243. La novela
ejemplifica en gran medida las preocupaciones plasmadas en el Ariel de
Rodó.
vuelve 55. Borja, César,
"Sr. don Máximo Soto Hall", pp 2- 3.
vuelve 56. Ver Molina Jiménez,
Iván, "El primer estudio crítico de la novela El Problema,
de Máximo Soto Hall. Una contribución documental", en: Revista
de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, vol. XXXIX, n°
97, enero/junio 2001, pp 147-154. En este artículo está reproducido
el texto íntegro del artículo de Francisco Gil Mayorga, "El
Problema de Máximo Soto Hall. Estudio crítico por Francisco Gil
Mayorga", publicado en Las Noticias, en cinco entregas en julio de 1904.
Erróneamente se presenta este artículo como el primer comentario
de El problema.
vuelve 57. Si doña
María viuda de Lines le regaló un ejemplar de la novela casi cinco
años después de la publicación comprueba que la novela
no se agotó. La nota publicada el 16 de octubre por doña María,
la penúltima de la polémica, y en la que indicaba que la novela
estaba pronta a agotarse y que no estaría próxima una nueva edición,
apunta más bien a una estrategia de mercado. Sin embargo, resultó
una afirmación profética, pues el libro lo reeditó la Editorial
de la Universidad de Costa Rica en 1992, más de noventa años después
de la primera.
vuelve 58. Mayorga, naturalizado
costarricense, era hijo de una señora oriunda de El Salvador y de padre
español. Molina,"El primer estudio crítico de la novela El
Problema ", p 147.
vuelve 59. Mayorga, "El
Problema de Máximo Soto Hall", en: Las noticias, 9 de julio
de 1904, n? 30, p 4.
vuelve 60. Llama la atención
que Gil Mayorga reivindique su filiación española y la indígena,
pues señala Steven Palmer que, a partir de 1899, los liberales costarricenses
negaron la diferenciación racial presente en el territorio nacional.
Palmer, op.cit, p 77. El objetivo perseguido era civilizar a los indígenas.
De no ser posible, ignorar su existencia y su legado. Ver Viales Hurtado, Ronny
J., "Librecambio, universalismo e identidad nacional: la participación
de Costa Rica en las exposiciones internacionales de fines del siglo XIX",
en: Molina, Iván y Enríquez Solano, Francisco (comps.), Fin
de siglo XIX e identidad nacional en México y Centroamérica,
Costa Rica: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, 2000, pp
357-387.
vuelve 61. Esta nueva generación
de escritores costarricenses es el fruto de una radicalización popular
a fines del siglo XIX en Costa Rica, señala Molina, que se manifestó
primero en la esfera intelectual. Esta 'disidencia intelectual' fue motivada
por la circulación de libros, periódicos y revistas radicales;
el peso del Modernismo y "la venida a veces- forzada por el exilio-
de un diverso grupo de profesores, literatos, empresarios, políticos
y científicos", cuya presencia se notó inmediatamente en
el ambiente editorial. Además, esta 'disidencia' encontró apoyo
en el contexto externo debido a la caída de las últimas colonias
españolas en la Guerra del 98 y a la muerte de Martí, entre otros.
Ver Molina, Iván, El que quiera divertirse. Libros y sociedad en Costa
Rica (1750-1914), San José: Editorial de la Universidad de Costa
Rica, 1995, p 177-178.
vuelve 62. Molina, Iván,
"El escritor guatemalteco Máximo Soto Hall".
vuelve 63. Como ejemplo de
la transición en proceso, podría interpretarse el cambio de posición
de Briceño. Casi un año antes llamaba a la resignación
y en septiembre de 1900, con motivo de la segunda parte de la polémica
nacionalista, iniciada por la publicación de El Moto Joaquín García
Monge, redacta una defensa de la literatura nacional. En el segundo párrafo
de la carta señala:
"Injusto é inconsecuente es el cargo que se me hace al suponer en
mí un exclusivismo que jamás ha existido: no soy fanático
ni sectario y en política como en literatura seré siempre amigo
decidido de la más absoluta libertad".
Ver Briceño, Leonidas, (s.t.), en: El Heraldo de Costa Rica, n°
2555, 4 de setiembre de 1900, en: Segura, Alberto, "El nacionalismo en
literatura", Káñina: Vol. XI, n° 1, 1985, p 40.
vuelve 64. Gil Mayorga,
Francisco, El Problema de Máximo Soto Hall IV, en: Las Noticias,
n°28, 7 de julio de 1904, p 4. En: Molina, Iván, "El primer
estudio crítico de la novela El problema, de Máximo Soto Hall.
Una contribución documental", en: Revista de Filosofía
de la Universidad de Costa Rica, XXXIX (97), p 153.
vuelve 65. Durán
Luzio, op.cit., p 39.
vuelve 66. Escriben los
redactores de La Revista el 22 de setiembre de 1899, que en Costa Rica
hay un millar de posibles suscriptores para un periódico y "calculando
en 10 las personas que leen cada ejemplar, resultan 10.000 lectores para todo
el país. Diez mil lectores, en un pueblo de 300.000 habitantes de los
cuales, seguramente hay 50.000 que saben leer. Pero que no leen". En consecuencia,
no leen 'politiquería', pero tampoco, mencionan los redactores, sobre
higiene ni sacan provecho de libros como El problema. La Revista el 22 de setiembre de 1899, n° 135, p 2.
vuelve 67. Masferrer, "El
Problema", p 2.
vuelve 68. Frances, op.cit.
vuelve 69. "El Problema
I, II, III, IV y V", en: La Prensa Libre, del 22 al 29 de setiembre
de 1899, n?3014 a 3020.
vuelve 70. Ver Palmer, Steven
, "Sociedad anónima, cultura oficial. Inventando la Nación
en Costa Rica, 1844-1900", en: Molina, Iván y Palmer, Steven (eds.), Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa
Rica (1750-1900). San José: Plumsock Mesoamerican Studies y Editorial
Porvenir, 1994.
vuelve 71. "El Problema
V", La Prensa Libre, 29 de setiembre de 1899, n? 3020, p 2.
vuelve 72. "Notas",
en: El Tiempo, 30 de setiembre de 1899, n? 11, p 2.
vuelve 73. Borja, op.cit.
vuelve 74. Quesada Soto,
op.cit, p 61.
vuelve 75. Mata Valle, op.cit.
vuelve 76. Ver Palmer, Steven,
"Racismo intelectual en Costa Rica y Guatemala".
vuelve 77. Quesada Soto, Uno y los otros, p 55.
vuelve 78. Ovares, Flora
et al., op.cit., p 44. Ver Castro Rawson, op.cit; Ovares, Flores y al., op.cit;
y Ferrero, Luis, Sociedad y arte en la Costa Rica del siglo 19, San José:
Universidad Estatal a Distancia, 1986.
vuelve 79. Molina, Iván,
op.cit.
Obras consultadas
Arriba
FUENTES
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de Costa Rica, Año X, n?2271, 12 de setiembre de 1899, p 2.
- Borja, César, "Sr. Don Máximo Soto Hall", en: La
República, Año XIV, n?4791, 21 de setiembre de 1899, pp
2-3.
- Briceño, Leonidas, "Estudio", en: El Heraldo de Costa
Rica, Año X, n?2227, 20 de setiembre de 1899, p 2.
- Daeciez, Néstor, "El examen de un libro I", en: La República,
Año XIV, n?4805, 4 de octubre de 1899, p 2-3.
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de 1899, p1.
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- "El problema", en: La Revista, Año I, n? 122, 6
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- Frances, "Una opinión", en: La Prensa Libre, Año
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- ___________________, "Una carta", Las Noticias, Año
I, n? 27, 6 de julio de 1904, p. 4.
- ___________________, "III", Las Noticias, Año I,
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- ___________________, "V", Las Noticias, Año I, n?
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- "Información interior. Doctor Borja", en: La República,
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- "Información interior. El Problema", en: La República,
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- Marjolín, "El Problema", en: La Prensa Libre, Año
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- _______________, "El Problema (cuestión centroamericana)",
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- "Vida literaria", en: La Prensa Libre, Año XI, n?3001,
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- Villegas, Rafael, "El Problema (novela de Soto Hall)", en: La
República, Año XIV, n?4784, 8 de setiembre de 1899, p 2.
- Zambrana, Antonio, "El Problema", en: La Prensa Libre,
Año XI, n? 3011, 19 de setiembre de 1899, p 2.
- Consultar: Molina Jiménez, Iván y Ríos Quesada,
Verónica "La primera polémica que provocó El problema,
novela del escritor guatemalteco Máximo Soto Hall. Una contribución
documental" en: Istmo. Revista virtual de estudios literarios y culturales
centroamericanos, no.3 enero - junio 2002, ISSN: 1535-2315. http://collaborations.denison.edu/istmo
BIBLIOGRAFÍA:
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y social de Costa Rica (1750-1950), San José: Editorial Porvenir,
1991.
- Bonilla, Abelardo, Historia de la literatura costarricense, San José:
Universidad Autónoma de Centro América, 4?ed., 1981.
- Castro Rawson, Margarita, El costumbrismo en Costa Rica, San José:
Editorial Costa Rica, 1966.
- Durán Luzio, Juan, "Estados Unidos versus Hispanoamérica:
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San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1992, pp 30-53.
- Ferrero, Luis, Sociedad y arte en la Costa Rica del siglo 19, San
José: Universidad Estatal a Distancia, 1986.
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a la ciencia literaria", en: Hall, Dietrich (comp..), En busca del
texto. Teoría de la recepción literaria, México:
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- Jinesta, Carlos, José Martí en Costa Rica, San José:
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- Obregón L., Rafael, Conflictos militares y políticos,
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