Fernando Peñalosa

La literatura maya. Tres perspectivas: el editor

Yax Te' Foundation

Rancho Palos Verdes, California, Estados Unidos


La literatura maya se presenta en dos formas principales: la literatura oral y la literatura escrita. La literatura oral es el producto de cientos de años de tradiciones entregadas de una generación a otra. Esta literatura maya tiene muchos elementos de las tradiciones orales de Europa y de Africa, como resultado de los contactos con los invasores e inmigrantes de esos continentes. En muchos cuentos populares están íntima e inextricablemente mezclados elementos americanos, europeos y africanos. Pero a pesar de sus orígenes heterogéneos, el pueblo maya los considera de su propio patrimonio.

La edición de la literatura maya empezó con esta literatura oral, una riqueza que existe en todos los grupos mayas, pero desafortunadamente está desapareciendo con la muerte de los ancianos, casi los únicos que conocen los cuentos antiguos. Hay pocos esfuerzos actuales para conservar este acervo cultural tan valioso, sea por falta de interés, o por falta de fondos. Es irónico que los primeros esfuerzos para rescatar esta literatura y darla a conocer fueran hechos por eruditos extranjeros, como, por ejemplo los lingüistas.

Las primeras ediciones de la literatura oral fueron hechas por organizaciones como los institutos indigenistas de México y Guatemala dirigidos por ladinos, es decir, no mayas, pero aun más activo en este respecto ha sido el Instituto Lingüístico de Verano, una organización norteamericana de misioneros evangélicos que hacen estudios de los idiomas indígenas de todas partes del mundo, con el objetivo principal de fomentar la traducción de la Biblia a esos idiomas. Una parte de su labor ha sido la edición de trozos de la literatura oral y de manuales prácticos en los idiomas de los indígenas. El ILV trabajó muchos años entre los mayas de México y de Guatemala antes de su expulsión de esos países.

Casi toda esta literatura oral que se editó consistía en cuentos folklóricos, o como prefieren los mayas llamarlos, cuentos populares o chistes, aparte de leyendas, fábulas, narrativas personales, relatos históricos, etc. Hay que poner en relieve que toda esta actividad editorial la llevaron a cabo personas ajenas a las comunidades mayas.

La situación cambió en los años 80 cuando empezaron a surgir en Guatemala organizaciones de mayas que publicaron sus propios cuentos populares y leyendas, sobre todo en ediciones bilingües.

Es importante notar los propósitos de las ediciones bilingües, que son los siguientes:

1. Demostrar que se pueden escribir estos idiomas. Y hacer hincapié en el hecho de que son idiomas, no son solamente dialectos, como erróneamente piensan algunas personas. "Nosotros, los civilizados, de caras blancas, hablamos idiomas; esas personas no civilizadas con caras oscuras que viven en el tercer mundo hablan dialectos."

Con la edición de libros escritos completa o parcialmente en un idioma maya se demuestra que tiene su ortografía estandarizada, su gramática, su diccionario. (Algunos mayas en Los Angeles nos han comprado diccionarios de sus idiomas para enseñárselos a sus amigos mexicanos para convencerles que tienen su propio idioma, que se escribe como cualquier otro.)

2. Fomentar el uso del idioma maya escrito. Antes de poder escribir, hay que saber leer. Hasta muchos mayas se maravillan la primera vez que ven su idioma escrito. Empiezan a leer, al principio con mucha dificultad, porque están acostumbrados a leer en español, pero luego sonríen al reconocer las palabras de su idioma materno, el idioma que recibieron simultáneamente con la leche materna. Al ver su idioma escrito, empiezan a pensar que tal vez ellos también pueden ser autores.

3. Las ediciones bilingües utilizan el español para facilitar la lectura del texto en idioma maya, hasta para los hablantes nativos. Es cierto que en algunas escuelas, primero les enseñan a los niños a leer su idioma, pero es solamente para facilitar la transición a la lectura del español.

Casi todos los textos bilingües que editaron los institutos indigenistas, el ILV y otros en los primeros años consistían en textos originales en un idioma maya, con la traducción de cada uno al castellano. Pero en los años recientes, hemos visto lo contrario: cuentos, poemas u otros trozos literarios redactados por escritores mayas primero en español, y luego traducidos al idioma del escritor. A veces el autor mismo hace la traducción, pero en la mayoría de los casos, contrata a una persona capacitada en la lingüística para hacerla. La calidad de estas traducciones varía entre excelente a pésima.

Conozco un solo caso en que el autor escribió una versión de la obra completamente independientemente de la otra. Se trata de La otra cara en español y la versión en Q'anjob'al que se titula Sb'eyb'al jun naq maya' q'anjob'al, escritas por el Lic. González. La Fundación Yax Te' publicó la edición bilingüe de esta novela, y tanto para el autor como para el editor y el pueblo maya q'anjob'al ha sido un logro cultural significativo, y un motivo de orgullo para todos. Pero ha sido un fracaso económico. Hemos obsequiado bastantes, pero hemos vendido pocos. ¿Por qué? Porque pocos q'anjob'ales leen su idioma. Es motivo de alegría para ellos saber que se ha editado una novela en su idioma, aunque muchos no pueden leerla. No nos arrepentimos de haber invertido nuestros recursos en este libro, que nos ha dado mucho prestigio pero pocos quetzales.

Hay un detalle importante: conviene imprimir los textos en columnas o páginas paralelas: el castellano a un lado y el idioma maya al otro. Algunos editores todavía no hacen esto, y es menos la utilidad de estos libros o folletos.

Ya existen cientos de cuentos y leyendas populares mayas tradicionales en forma impresa, pero apenas hace diez años empezó a aparecer una literatura escrita maya moderna; por ejemplo, algunos poemarios de Humberto Ak'abal, algunos libros de Víctor Montejo traducidos al inglés editados en los Estados Unidos, y unas obras en español en Guatemala.

La Editorial Cultura, que forma parte del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, ha fomentado activamente la literatura maya. En 1992 editó la primera novela maya, La otra cara, por Gaspar Pedro González. Es la obra literaria maya más extensa que existe; es aun más larga que el Popol Wuj, considerado por muchos como la biblia maya. En 1995 Yax Te' editó una traducción de La otra cara al inglés con el título A Mayan Life. Ha sido nuestro best-seller. Hemos vendido miles de ejemplares que se han utilizado en las clases de antropología de este país como una introducción a la cultura maya contemporánea. En 1998 se publicaron dos novelas mayas más: Las aventuras de Míster Puttison entre los mayas, de Víctor Montejo y El retorno de los mayas, la segunda novela de Gaspar Pedro González. Estas dos novelas han sido traducidas al inglés: The Return of the Maya ya ha salido; The Adventures of Mr. Puttison saldrá a fines de este año o a principios del año entrante.

No menciono estas tres novelas mayas solamente para hacer publicidad para la Fundación Yax Te', sino porque son las tres primeras, las únicas que se han publicado hasta la fecha.

También se han publicado unos poemarios de varios autores mayas, y el Dr. Montejo ha publicado una versión literaria del poema épico jakalteko, El Q'anil en versiones bilingües y trilingües.

En realidad, escasea la literatura maya moderna, pero no es por falta de editores. Aparte de Yax Te' en los Estados Unidos, hay varias casas editoriales mayas en Guatemala, y hay casas ladinas que editan libros de autores mayas. Las dos casas mayas guatemaltecas principales son Cholsamaj y el Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín.

Cholsamaj es una casa muy competente y muy grande, integrada por personal de origen kaqchikel, y recibe bastante apoyo económico de Noruega, de Canadá, de los Estados Unidos y de otros países. Ha publicado algo de literatura, pero sobre todo ha sacado libros de lingüística maya y de temas políticos y polémicos mayas.

El PLFM, es financiado con los ingresos de la que muchos consideran la mejor escuela de español en La Antigua, Guatemala, y con subsidios del gobierno de Guatemala. Es muy conocido por sus gramáticas y sus diccionarios de varios idiomas mayas, y por libros de texto para las escuelas en esos idiomas, sobre todo carteles. También ha editado algo de literatura oral tradicional.

Tampoco escasean autores mayas, o los que quisieran ser autores, sobre todo poetas. En el contexto del entusiasmo por el renacimiento de la cultura maya que está surgiendo en estos días, muchos creen que sus experiencias o sus opiniones merecen un público, un auditorio. El problema del autor es encontrar un editor que crea que su trabajo merece publicarse, y que si no va a ganar mucho dinero, siquiera que no vaya a perder mucho tampoco. A veces este problema se resuelve si hay posibilidades de algún subsidio de alguna organización o de una agencia gubernamental.

Hay muchas obras, tanto inéditas como editadas que tienen mucho mérito. Tienen un mensaje, o un atractivo especial para el lector maya. El problema es que, aparte de algunos intelectuales, pocos mayas tienen la costumbre de leer, ni mucho menos de comprar libros. Hablo de los adultos. Hay más esperanza para los niños. Es cierto que los niños no compran libros, por eso, muchas veces los editores regalan libros a las escuelas en Guatemala. Ha sido una de las tareas más amenas que yo he llevado a cabo, ir de parte de la Fundación a los pueblos de la Cordillera de los Cuchumatanes en el Departamento de Huehuetenango y obsequiar cajas de libros.
Es triste que gran parte de las ediciones de literatura maya la compren ladinos y extranjeros. Yo empecé mi trabajo editorial con la esperanza de hacer llegar libros a las manos de los mayas, sobre todo a los mayas residentes en los Estados Unidos, pero la mayoría de los libros que hemos vendido ha llegado a las manos de los ladinos y otros no mayas.

Esta situación no es mala en sí. Es importante que nosotros los no mayas hagamos el esfuerzo de apreciar la cultura maya desde el punto de vista de los mayas. Es increíble que hasta apenas hace diez años todos los libros escritos sobre los mayas fueron escritos por no mayas. No se había oído la voz maya. Otros hablaban por los mayas. Ahora ellos hablan por sí mismos, no necesitan que otros hablen por ellos. Hemos escuchado las voces elocuentes de Víctor Montejo, Gaspar Pedro González, Humberto Ak'abal, Demetrio Cojtí y otros.

Tal vez hay una pequeña contradicción aquí, porque estoy hablando por los mayas, pero no me hagan caso: lean las obras de los escritores mayas.

Quisiera concluir con unas observaciones con respecto a algunos problemas que surgen en el trabajo de editar los libros de literatura maya. Primero, el problema económico, que ya se ha mencionado. Desde que se organizó la Fundación Yax Te' en 1995, no hemos ganado dinero de ninguno de nuestros libros, más de treinta títulos, con la única excepción de A Mayan Life. Todavía no hemos sacado los gastos originales de ningún otro título. Entonces ¿cómo sobrevivimos? En primer lugar, nuestros gastos son pocos. Yo trabajo de voluntario, y no tenemos empleados. La Fundación tiene su sede en una oficina en mi casa, por eso no tenemos que pagar renta, teléfono, etc. Afortunadamente A Mayan Life ha sido lo que en este país denominamos a cash cow, o sea, un vaca que da dinero en vez de leche. Por otra parte, importamos libros de las casas editoriales mayas guatemaltecas, especialmente de Cholsamaj y del Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín, y los vendemos a precios mucho más altos. Con estas ganancias subsidiamos nuestros propios libros.

Pero, ¿por qué nuestros clientes no compran los libros directamente a Guatemala? Lamentablemente, los editores mayas en Guatemala todavía han podido encontrar la manera de vender sus libros al extranjero, pues el servicio postal guatemalteco es peor que pésimo, y los servicios internacionales de transporte, como Federal Express, UPS o DHL son carísimos. Por eso nos llegan pedidos de los libros de Cholsamaj y del PLFM (especialmente de los diccionarios y las gramáticas de idiomas mayas) de muchas partes del mundo, de Europa, del Japón, y hasta de México.

Hay ciertos problemas técnicos que enfrentan los editores de literatura maya, sean mayas o no mayas. Como hemos editado varios libros en versiones bilingües, es decir, en español y en un idioma maya (hasta la fecha solamente en akateko, q'anjob'al, popti' y chuj), o libros con palabras, oraciones y hasta párrafos en algún idioma maya, surgen los problemas de la ortografía y del léxico. En 1987 se oficializó un alfabeto especial para cada uno de los veintiún idiomas de Guatemala. El problema para el editor es que los lingüistas de la Academia de las Lenguas Mayas de Guatemala de vez en cuando han cambiado algunos alfabetos, y los lingüistas y los autores no siempre están de acuerdo, ni a veces los lingüistas entre sí ni los autores entre sí. ¿Qué debe hacer el editor? Yo, por ejemplo. No soy maya, ni siquiera guatemalteco, solamente soy un pobre chicano tratando de enfrentar este problema de una manera justa y eficaz. Fulano me dice que se escribe, que se dice así; mengano me dice que no, que es así; zutano me dice que no, que así se dice. ¿Qué hago? Una persona de una aldea me dice que un autor de otra aldea habla su idioma "chueco", y vice versa. ¿Qué hago?
El idioma que habla Víctor oficialmente se llama "popti'", pero Víctor insiste que no, que debe ser "popb'al ti'"; otros siguen diciendo que el idioma se llama "jakalteko". Les toca a los mayas hacer este tipo de decisiones, los no mayas no debemos hacerlas, pero ¿qué hacemos? Pues, nos desesperamos.

Un problema que surge en la edición de textos tradicionales es que algunos correctores quieren "purificar" el idioma, sacando todos los préstamos del español. Pero es la tradición oral, así habla la gente, con muchas palabras del español, como han hecho desde la invasión española hace más de 500 años.

Este purismo es uno de los productos de la lucha ideológica de los mayas contra la imposición de normas culturas desde afuera. Están afirmando sus propios idiomas, su propia cultura. Estamos presenciando un renacimiento de la cultura maya, un movimiento nacionalista, una revolución técnica, pues los intelectuales mayas han utilizado la computadora intensivamente para progresar hacia sus metas. Nosotros los no mayas queremos acompañar a nuestros amigos mayas en esta aventura, facilitando su progreso, siempre atento a los matices ideológicos y culturales, a veces aconsejándolos pero siempre con respeto y cariño. Así el editor puede agregar su granito de arena, satisfecho al ver los logros de sus amigos y colegas mayas.


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