María del Carmen Pérez Cuadra

La particularidad del regionalismo literario en la novela nicaragüense "Cosmapa"

mperez_cuadra@hotmail.com


Nota aclaratoria

La novela Cosmapa de José Román, consagrada como "la primera gran novela nicaragüense", presenta varios problemas de fijación textual, si se compara la versión original (1944) y la que circuló posteriormente, y es leída dentro del canon escolar de la secundaria y la universidad en Nicaragua. Por otra parte, algunos críticos reconocidos orientan sus investigaciones tomando en cuenta sólo la primera versión.

La discusión sobre su canonicidad necesariamente debe valorar este problema y sus repercusiones para la historiografía literaria. Por ejemplo, revaluando la categorización estética atribuida; las consecuencias de los cortes que el autor hizo a la primera versión; y, además, las implicaciones que estos cambios puedan significar en las construcciones ideológicas y de identidad para el discurso hegemónico letrado.

El presente trabajo no aborda toda la problemática esbozada hasta aquí, sino que más bien constituye un primer acercamiento para un posterior desarrollo más enriquecedor. Por lo tanto, debe considerarse un trabajo en proceso. El original de este texto fue presentado para una clase de la Maestría en Literatura Hispanoamericana y de la Universidad Centroamericana (UCA, Managua), de la que soy alumna. Se agradecerá a los lectores interesados, el envío de sugerencias, información o comentarios al respecto.

 

La novela regionalista hispanoamericana propone que en la lucha entre civilización y barbarie hay una búsqueda de identidad nacional. Esa es una herencia ideológica y formal que José Román procura presentar en su novela Cosmapa (1944)[1]. En el presente trabajo se abordará en forma breve las aproximaciones y divergencias que ofrece la obra en este sentido. Partiendo de los planteamientos ideológicos se valorará lo étnico, genérico y racial como elementos que constituyen la comunidad imaginada, con respecto a la idea de identidad nacional, finalizando con una revisión de la estructura, usos y deficiencias de la visión exotista presente en Cosmapa.

 

I. En el sentido ideológico

La representación de lo étnico en Cosmapa está elaborada a partir de las diferencias. Este punto de vista de lo étnico como "lo diferente", está marcado con una perspectiva exótica o "antropológica", como saber metropolitano.

Un elemento con el que se puede constatar lo antes dicho es el nombre de "Cocochico", dado a un personaje de la novela, pues tiene un significado textual que determina una posición de subalternidad[2]. Cocochico, un "indito del Río Coco, zambo de Bocay", es utilizado por Guerrero como sirviente, para que lo abanique y le espante las moscas cuando lee (Cosmapa, 17-18).

Cocochico es un adolescente que tomó Guerrero de su ambiente natural "para un estudio antropológico", y está catalogado por el Maese Ubeda como "zambo bruto", "microcefálico", y "el más obtuso de los discípulos", si lo comparaba con el virtuosismo milagroso en el arte de aprender de Juana Corrales, una campesina que resulta ser hija de un alemán. Cocochico no sabe leer ni escribir, y tampoco le interesa aprender, lo que él quiere es volver a su tierra.

Hay que destacar que los que sí saben leer y escribir, y que además tienen "cultura", son los extranjeros amigos de Nicolás, el Maese Ubeda y el mismo protagonista[3]. Todos son blancos, están vinculados con lo intelectual, universal y lo extranjero. Juana Corrales, la supuesta amante e hija adoptiva de Guerrero, es mujer campesina, pobre y diferente de su prima, Mercedes Gúnera, que es india, morena. Resulta que la verdadera Juana Corrales murió cuando era niña y fue sustituida por Cayetana Wessner; con eso explica y justifica el narrador, el prodigio del aprendizaje milagroso que se operaba en Juana. Porque para su raza estaba predestinado el saber, ella aprende a leer y escribir, y asimilar el rigor de las buenas costumbres y la etiqueta con una velocidad impresionante.

De esta forma quedan representados dentro de la idea de formación (e identidad) nacional, pero desde un punto de vista de lo diferente, el blanco ilustrado, el campesino analfabeta, la mujer mestiza marginada y el zambo salvaje, bárbaro e iletrado. Las características sociales y étnicas están vinculadas a la idea de nación porque constituyen la propuesta de una comunidad imaginada[4], en la cual lo letrado es lo civilizador y lo iletrado lo bárbaro.

En los proyectos nacionales hispanoamericanos - que no están sólo vinculados sino promovidos por las literaturas- la imagen de la mujer joven, hermosa, de raza indígena es utilizada por los criollos ilustrados para representar a la nación, pero, además, como un medio de autenticar su benevolente paternalismo (véase Kinloch, 1995: 262-263).

El autor de Cosmapa no trata de representar a la nación con la mujer joven y mestiza. La figura femenina más bien aparece como oprimida y bestializada por los hombres. Juana es prácticamente violada por Nicolás, siendo eso según el texto, algo que ella esperaba por su condición de marginada. La madre de Juana también fue violada por Nicolás. El Maese Ubeda goza torturando a Mercedes Gúnera y eso aparentemente incentiva el amor de ambos.

Por otro lado, en la novela lo étnico y lo genérico están interrelacionados con la idea de nación, en principio porque aparecen en competencia. La debilidad e incapacidad de desarrollo económico e intelectual, es decir, el fracaso por la constitución de la nación modernizada, le corresponde a la mujer, al campesino o al zambo (al diferente y subalterno).

Hay una especie de compatibilidad entre la ideología del narrador, la de Nicolás Guerrero, la del autor implícito y el Maese Ubeda, porque no tienen distancia crítica con respecto a estas representaciones hegemónicas. Lo que sí está determinado, en estos últimos, es su posición de poder gracias a la letra (sabiduría, ilustración) y a la raza y etnia:

La Jerarquía, la Pureza, no se pueden obtener con complacencias sentimentales e igualitarismos absurdos. Negar la herencia y las diferencias biológicas, es como pretender la igualdad entre los hombres . . . es olvidar la naturaleza de la levadura biológica. Ni un mismo individuo es igual de hoy a mañana. Allí está la fuerza del cosmos, en la desigualdad dentro de lo mismo (. . .) (Cosmapa, 150)

Al establecer comparaciones entre las novelas Doña Bárbara, Don Segundo Sombra, La Vorágine y Cosmapa, se pueden distinguir diferencias o contradicciones que tienen que ver con los proyectos de identidad nacional. La Vorágine es "una novela de protesta (. . .) Intensamente nacional" que quiere demostrar que la división y el desorden de un país puede corregirse. (Véase Franco, 1985: 105).

En el caso de Doña Bárbara, con las representaciones de lo femenino, lo étnico, lo bárbaro y el progreso, Gallegos, el autor, con un fin evidentemente didáctico, hace una propuesta de nación que convoque o reúna la diversidad de lo genérico, étnico y cultural. Don Segundo Sombra, por su parte, formula una búsqueda de identidad a partir de la pérdida de fronteras y el equilibrio de un punto medio entre el salvaje deseo de libertad y la cultura letrada de ascendencia europea.

Por su parte, José Román en Cosmapa no trasciende la mirada exotista del extranjero sobre una nación de campesinos que nunca va a progresar:

Los campesinos de la zona del Pacífico Central de Nicaragua, son mestizos con más tintura de indio que de blanco. Poco entienden del matrimonio y de teorías difíciles. Su vida es muy sencilla (. . .)
(. . .) hulero, maderero, chiclero y bancinero ej lo mismo. Se jode mucho, y en un día se vuela un mes o un año de sobaqueo. No se puede cambiar; el destino ej el destino y para eso ej la plata. ¡Qué jodido! El que nació pa sompopo, desde chiquito es culón" (Cosmapa, 66)

En esta última cita aparece la idea, que se repite de diversas maneras en el texto, de que el campesino aunque sea bien pagado nunca va a cambiar de sistema de vida, siempre va a ser pobre[5].

Desde este punto de vista, Cosmapa tiene más diferencias que similitudes con las propuestas de las novelas más reconocidas de la corriente regionalista hispanoamericana[6], porque éstas últimas urgen un cambio de ideas y actitudes, mientras que en Cosmapa impera la resignación. Juana Corrales que parece ser el centro desde donde se operaría el cambio hacia el progreso, y con la cual se podría representar a la nación, muere gracias a las incertidumbres de Nicolás Guerrero, un paradigma del machismo exacerbado.

En la novela regionalista hispanoamericana hay cuestionamientos de fondo a la ley[7], a las costumbres, una búsqueda de una cultura europeizante trascendente ¿Consigue Cosmapa algo parecido?

Dice Sergio Ramírez, refiriéndose a la narrativa costumbrista centroamericana de fines del siglo XIX:

esta narrativa tomará como presupuestos muchos de los principios de la ideología de dominio en boga; es la concepción de un mundo rural como territorio ajeno y romántico, reino de la felicidad que como arcadia tropical no tiene complicaciones y que por lo tanto no debe desaparecer, y que se ejecuta artísticamente en ocasiones con la misma ausencia vital del folletín romántico (. . .) (Ramírez, 1987: 267)

Esto confirma que en Centroamérica se da un regionalismo exotista y paternalista que parece más bien costumbrismo (Ramírez, 1987: 302-303). Para Arellano Cosmapa es una novela que adelanta el realismo costumbrista con notas de verismo crítico (Arellano, 1997: 128). Sin embargo, como hemos venido observando, este "verismo crítico" es también cuestionable.

 

II. Desde lo formal

La estructura de la novela es lineal, usa un narrador omnisciente, es muy tradicional, no utiliza ningún recurso estilístico que enriquezca la estructura[8]. Mientras el fundador de la historiografía literaria nacional, Jorge Eduardo Arellano, la considera "la primera gran novela nicaragüense", Nydia Palacios dice que

posee un notable valor costumbrista ligado a la temática bananera (. . .) su valor literario es indiscutible: con un argumento bien estructurado, los personajes claramente perfilados, el dominio de las técnicas del oficio de narrar, la incorporación del paisaje, la riqueza del habla nacional (. . .) (Palacios, s/f: 23)

Por otro lado, la académica Amelia Mondragón, citada por Arellano, argumenta que la novela

ha puntualizado que el criollo introduce la tecnología y las sofisticaciones mundanas a la bananera, transformando la región en el centro de intersección entre lo tradicional y lo moderno, lo natural y lo civilizado, lo autóctono y lo foráneo (Arellano, 1997: 129)

Nicasio Urbina, además de dejar constar que por su estructura narrativa Cosmapa "es más bien simple y de fácil factura" y que sus focalizaciones son "poco ingeniosas", argumenta, en cierta medida contradiciendo a Mondragón, que

Desde el punto de vista de la representación de la realidad, Cosmapa idealiza a la bananera como no la (sic) hecho ninguna novela de ese ciclo, presentándonos un discurso que tiende a legitimar el statu quo y a justificar la explotación del campesino (. . .) es una novela enormemente machista y falocéntrica" (Urbina, 1995: 138-139)

En lo que coinciden estos críticos e investigadores es en valor del lenguaje en la novela como representante de la esencia de la nicaraguanidad. En este sentido, lo que sí está claro es que hay dos niveles fundamentales del lenguaje usados por el autor con un fin que no está ajeno al uso que a estos niveles de lenguaje le daban los escritores regionalistas hispanoamericanos de la época. (Rama, 1987: 45).

Aparece un nivel letrado e ilustrado que es el que tiene el poder. Con el poder letrado y una cultura "universal", los hombres blancos o los extranjeros, tienen todas las herramientas necesarias para progresar o para "civilizarse". Este nivel del lenguaje es utilizado por Nicolás Guerrero, el narrador, los extranjeros que visitan Cosmapa y el Maese Ubeda.

El otro nivel del lenguaje lo usan los campesinos y la Juana Corrales antes de cambiar de "posición social"; estos son analfabetas y nunca van a progresar económica o culturalmente. Aunque, según el texto, el patrón les pague más de 300 dólares al mes, los niños se le seguirán muriendo de diarrea. Es así como los niveles del lenguaje son usados en la estructura del texto para diferenciar los entes civilizadores de los bárbaros.

La "introducción de tecnologías y sofisticaciones mundanas" que aparece en Cosmapa más bien aclara la falta de proximidad del protagonista con sus subalternos. En la narración no hay indicios de la reacción ante la transición que sufre el campesino con la imposición del uso de camiones en vez de bueyes. Las "sofisticaciones mundanas" están reducidas al cuarto de baño de Nicolás con un inodoro reclinable y con pedales, para aumentar el confort. Entonces una "intersección entre lo tradicional y lo moderno" como planteamiento de fondo parece débilmente planteado.

Por otro lado, en Cosmapa no se aborda el problema del enclave bananero ni su repercusión en nuevas formas de imposiciones colonialistas. Si es la "primera gran novela nicaragüense" cuyo valor reside en reproducir la "nicaraguanidad", al menos debía haber tomado en forma menos superficial el significado del enclave bananero en la historia nacional, con los resultados de pérdida de soberanía, explotación de la fuerza de trabajo y negación del progreso. Tomando en cuenta la ausencia de estos elementos en la historia y el discurso de la novela Cosmapa, se tiene que decir que el planteamiento Civilización - Barbarie y la idea de identidad, se reducen a un punto de vista acr?tico, paternalista, conformista y exotista de lo "nicaragüense".


Notas

[1]En el Prólogo de la edición de Distribuidora e Impresora de Libros Especializados, con la que se elabora el presente estudio, Román aclara que la primera edición de 1944, publicada por Nuevos Horizontes, corresponde al penúltimo borrador de su novela, y que el texto definitivo, lo publica DILESA en 1977. Hasta ahora no se ha hecho un estudio comparativo entre las dos versiones de la novela.

[2]Sobre el concepto de subalterno y subalternidad, ver Rodríguez, 1998.

[3]Nicolás, según se alega en la novela, es descendiente de español.

[4]La idea de la nación como "comunidad imaginada" es defendida por Benedict Anderson (1993)

[5]Los empleados de Nicolás Guerrero ganaban de 30 a 300 dólares o más en el mes. Este dato es tan ridículo como irreal. Porque ni un oficinista en la capital podía aspirar a ganar más de 300 dólares en esa época. Considérese que los campesinos en las zonas bananeras eran esclavizados a cambio de un salario inhumano.

[6]Las particularidades del desarrollo intelectual y literario en la región centroamericana están claramente diferenciadas del desarrollo que se daba en ese mismo sentido en América del Sur, que tiene una tradición nacionalista propiamente dicha, lo cual no impide una comparación. (Véase Ramírez, 1987).

[7]Véase a este respecto Rodríguez, 1993.

[8]Véase Urbina, 1995: 139.

 

Bibliografía

Anderson, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. FCE, México, 1993

Arellano, Jorge Eduardo. Literatura nicaragüense. 6a edición, Managua, Distribuidora Cultural, 1997

Franco, Jean. Historia de la literatura hispanoamericana. Después de la Independencia. Barcelona, Ariel, 1975.

Franco, Jean. La cultura moderna en América Latina. México, Grijalbo (Colección Enlace), 1985

Kinloch, Frances. "Civilización y Barbarie: mitos y símbolos en la formación de la idea nacional" en: Kinloch, Frances (editora), Nicaragua en busca de su identidad. Managua, Instituto de Historia de Nicaragua, 1995

López de Secadas, Laura. José Román: Cosmapa y Antología de su obra poética. Monografía para optar al título de Licenciada en Filosofía y Letras. Universidad Centroamericana, 1975. (Archivo IHNCA)

Palacios, Nydia. Aproximaciones a la novela nicaragüense, s/f, manual, Archivo Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, UCA, Managua.

Rama, Angel. Transculturación narrativa en América Latina. 3ra edición, México, Siglo Veintiuno, 1987

Ramírez, Sergio. "Balcanes y Volcanes", en: Las armas del futuro. La Habana, Ciencias Sociales, 1987

Rodríguez, Ileana. "Hegemonía y dominio: subalternidad, un significado flotante" en: Castro-Gómez, Santiago y Eduardo Mendieta. Teorías sin disciplina (Latinoamericanismo, Postcolonialidad y Globalilzación). México, Miguel Angel Porrúa, 1998 (consultado on line: http:// www.ensayo.rom.uga.edu/critica/teoria/castro/rodriguez.htm)

Rodríguez, Ileana. House/ Garden/ Nation. Space, Gender and Ethnicity in Postcolonial Latin American Literatures by Women. Duke University Press, 1994

Román, José. Cosmapa. Managua, Distribuidora e Impresora de Libros Especializados, 1977

Sambrano Urdaneta, Oscar y Domingo Miliani. Literatura hispanoamericana II. Caracas, Monte Avila Latinoamericana, 1994

Urbina, Nicasio. La estructura de la novela nicaragüense. Managua, anamá, 1995


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